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Cal, higiene, limpieza y mascarillas: lo que aprendimos de las pandemias en el pasado

Las epidemias del XIX dejaron grandes enseñanzas en la salud pública como el uso obligatorio de cementerios ubicados fuera de los núcleos urbanos, y la prohibición de los enterramientos dentro de las iglesias y el extendido uso de la cal -hidróxido de calcio- como bactericida que llegó a formar parte de la cultura tradicional y la mejora de los sistemas de abastecimiento de agua.

1.-CREACIÓN DE LOS CEMENTERIOS MUNICIPALES

Desde 1787 hay leyes dictadas por el Rey para sacar los enterramientos de las iglesias, en relación con epidemias. Médicos como José de Aranda, escribieron en 1737 que «la peste nace de la corrupción de cadáveres», y lo más extendido entre los médicos era que las  «miasmas» (vapores fétidos que despedían los cuerpos, las aguas y el suelo) eran sospechosos de propagar enfermedades.

En 1875 se da la orden definitiva de no celebrar inhumaciones en las iglesias con culto.

El Alcalde de Marchena escribe a la Hermandad de la Caridad en 1875.  «La Real Orden de 15 de febrero de 1872 prohíbe se verifiquen exequias de cuerpo presente en las iglesias donde se celebre culto por cuya razón espero de V. que al traerse por la Hermandad de su presidencia algún cadáver de los caseríos de este término, lo depositen, mientras dicho acto religioso tiene lugar, en la capilla del cementerio municipal».

En la epidemia de Cólera de 1885 el Ayuntamiento de Marchena costeó novena a San Roque, protector ante la peste y epidemias, y San Sebastián y la Hermandad Sacramental de San Juan convocó una misa.

La Chancillería de Granada ordenó a “los corregidores, alcaldes mayores y justicias” de  Andalucía que cuidasen las cárceles y evitasen la acumulación de presos en condiciones insalubres, liberándolos si es preciso.

Luego se supo que el cólera se transmite principalmente a través del agua no potable y alimentos contaminados con materia fecal humana que contenga la bacteria.

Cementerio de San Roque, Marchena.

2.-MEJORA DEL ABSASTRECIMIENTO DE AGUA POTABLE

En agosto de 1895 el Ayuntamiento compra la red abastecimiento de Roque Armero quedando de su propiedad la finca donde se ubicaban sus pozos y depósitos.  En 1864 se construye la fuente de San Antonio o de las cadenas, 1878 se reforma la fuente de San Ginés, en 1864 la de San Roque, o Lavadero junto al cementerio, y en 1851 se recupera el pozo Concejo. En los años 20 se construye una red de fuentes públicas en calles y plazas.

Otra epidemia que causó muertes en Marchena fue la viruela. Un informe del Ayuntamiento en 1870 habla del «notable número de defunciones que esta enfermedad está causando en párvulos y adultos» tal y como se publica en Marchena de la Revolución a la Restauración en el XIX de Fernando Alcaide Aguilar.

3.-ENCALAR MUROS DE CASAS E IGLESIAS

Todos los templos como la iglesia de Santa María lujosamente decorada desde el XVI con pinturas barrocas se encaló en XIX y así continúa.

Se establecieron grupos para pintar las casas con cal a manera de desinfectante, tras detectar los científicos que la cal mataba el patógeno del cólera, una costumbre que ha llegado a nuestros días. Aún hoy usamos cal en el tratamiento de árboles invadidos por microorganismos, en el control de cadáveres de animales y otras materias orgánicas.

Fumigación DE las calles en Mazatlán ante la peste de 1900 en México.  BBC.

4.-INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Hasta 1897 la ciencia no pudo probar que las pulgas transmitían la peste de ratas a humanos. Lo hizo Paul-Louis Simond científico del Instituto Pasteur.

Paul-Louis Simond inyecta suero en el abdomen de un paciente. BBC.

Hoy la ciencia ha demostrado que la cal en solución acuosa saturada inactiva la bacteria del cólera  en menos de un minuto y también es útil para otras bacterias que tardan hasta 30 minutos morir. El uso de la cal se extendió en el XIX cuando España sufrió varias oleadas del cólera, incluso las frutas y verdura se lavaban con cal y agua.

La Policía atrapa y mata las ratas en Liverpool en 1900 y a sumergirlas en gasolina para acabar con la peste de 1900.  BBC

5.-CORDONES SANITARIOS

El 12 de septiembre  de 1833 la Junta Suprema de Sanidad de Sevilla establece un cordón sanitario para Marchena, Morón, Coronil y otros. Incluso La feria de Marchena dejó de celebrarse en 1885 por la epidemia de cólera. Se instalaron «tiendas de campaña y salones provisionales formados por berlingas» junto a la estación de Renfe, sitio de La Laguna, como lazareto provisional «para la observación de viajeros procedentes de puntos con infección».  El Lazareto era un lugar para el aislamiento de enfermos contagiosos.

Para evitar la entrada de la peste de 1680 el Cabildo de Marchena ordenó poner un cordón sanitario a La Puebla de Cazalla, que diezmó su población y no se recuperó hasta el XVIII. En Marchena hubo rogativas a San Francisco de Asís en su convento, así como los arcángeles San Miguel y San Rafael, en la iglesia de Santa María de la Mota tal y como ha investigado Francisco Javier Gutiérrez y José Cabello Núñez.

6.-AYUDAS PARA COMPRAR MEDICAMENTOS

La comisión municipal de Sanidad fue dando ayudas y medicinas a los marcheneros hasta que los fondos escasearon y entonces se hace una llamada de atención sobre los abusos que algunos estaban haciendo de la Beneficencia y avisan a los médicos «que suministren medicinas solo a los que puedan salvar sus vidas y no a los enfermos crónicos e incurables» tal como recoge Fernando Alcaide en su obra sobre el XIX.

Feria de Marchena a finales del XIX, Salvador Azpiazu.

Antes de existir la estación de Renfe, en aquella zona se ubicó el Lazareto de los Ternero  tal y como refleja el plano de 1828.

Ese año la Corporación autorizó al Alcalde a comprar material desinfectante para sanear las calles y plazas de Marchena por la epidemia de cólera.

7.-USO DE MASCARILLAS

Desde 1918, la llamada gripe española mató 50 millones de personas en el mundo.  Las autoridades reaccionaron tarde, muchos alcaldes se negaron a suspender fiestas por temor a pérdidas económicas, se probaron sin éxito algunas vacunas experimentales e incluso se aplicaron sangrías, una técnica que ya no se usaba desde hacía siglos.

En Estados Unidos se recomendó el uso de tapabocas. La Cruz Roja sacó anuncios en los periódicos alentando su uso y ofreció instrucciones sobre cómo fabricar mascarillas en casa con gasa e hilo de algodón.

Aunque la bacteria del cólera se erradicó de Europa, aún hay muchos países que luchan contra la enfermedad. En  1993 se habían notificado 951.820 casos en el mundo, con tasas de mortalidad variables y de alrededor de 1%.