Es tradición manda abstenerse de comer carne los viernes de Cuaresma, así como el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo por el simbolismo de la carne como alimento festivo y rico. El pescado y las verduras está permitido y de hecho, se convierte en el protagonista de muchas comidas de Cuaresma.
En la Edad Media, los monjes católicos tenían la costumbre de ayunar durante la Cuaresma, evitando consumir alimentos sólidos. Para compensar la falta de nutrición, algunos monasterios comenzaron a elaborar una cerveza nutritiva como fuente de calorías y bebida que, según creían, purificaba el cuerpo y el alma.
La cerveza de ayuno por excelencia es la Doppelbock, una cerveza oscura, rica y malteada llamada «Doppelbock» «doble Bock», indicando que es una versión más fuerte, con sabores que pueden incluir toques de frutos secos, caramelo y pan.
Los monjes de la abadía de San Francisco de Paula en Baviera desarrollaron la «Salvator», cerveza alimenticia Doppelbocks considerada «pan líquido» como sustituto de los alimentos durante los días de ayuno, ya que no había restricciones sobre el consumo de líquidos, como la cerveza.
La práctica se extendió, y muchas cervecerías monásticas comenzaron a producir sus propias cervezas espesas, costumbre que salió de los muros del monasterio y ganó popularidad entre la población general.