El Área de Gestión Sanitaria de Osuna ha convocado hoy una protesta condenando los incidentes de violencia sufridos por profesionales sanitarios en el servicio de Urgencias durante esta semana. Se ha reportado que un celador del Hospital de La Merced fue víctima de una agresión mientras desempeñaba sus funciones.
Un celador del servicio de Urgencias y un vigilante de seguridad del Hospital de La Merced de Osuna sufrieron la madrugada del pasado jueves el ataque por parte de un grupo de, al menos, diez personas en el servicio de Urgencias, según ha denunciado CCOO.
Según CCOO, la «brutal agresión» se produjo cuando un grupo de 10 familiares que acompañaban a una persona enferma comenzaron a «agredir brutalmente al personal por razones desconocidas e injustificadas». «Eso hizo que se desatara el pánico y un clima de inseguridad y nerviosismo entre los profesionales y el resto de personas usuarias que se encontraban en el servicio de Urgencias», afirman desde el sindicato.
En respuesta a estos lamentables sucesos, el área ha puesto en marcha el protocolo de agresiones establecido por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), garantizando así el apoyo necesario a los afectados. Este protocolo incluye asesoramiento psicológico y jurídico para el personal agredido y ha dado pie a la apertura de una investigación por parte de la Guardia Civil.
Las autoridades judiciales han clasificado actos de agresión física o intimidación grave contra el personal sanitario, mientras realizan su labor asistencial, como delitos de atentado. Las sentencias recientes en casos similares han impuesto penas que varían de uno a tres años de prisión, subrayando la gravedad de estas acciones y la firmeza con la que se enfrenta la justicia.
Por su parte, la Consejería de Salud y Consumo, a través de su Plan de Prevención y Atención de Agresiones, se esfuerza por reducir la incidencia de estas agresiones y aliviar sus efectos sobre los profesionales sanitarios. Este plan demuestra el compromiso del sistema de salud con la seguridad y el bienestar de sus trabajadores, que son esenciales para la atención de la comunidad.
Este tipo de incidentes resalta la necesidad de una mayor concienciación y respeto hacia los profesionales de la salud, quienes desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud pública, especialmente en contextos de alta presión como son las urgencias. La sociedad en conjunto debe reconocer y actuar contra cualquier forma de violencia hacia los trabajadores sanitarios, asegurando un ambiente de trabajo seguro y respetuoso.