«De España» un apellido de origen judío en la Marchena del XVII
José Antonio Suárez López
La comunidad judeoconversa de Portugal aumentó su influencia y riqueza durante el siglo XVI hasta tal punto que el mismo conde duque de Olivares les invitó durante sus años de gobierno y les abrió las puertas del reino para aprovechar préstamos de bajo interés.
Tras la caída del conde-duque de Olivares, la segunda parte del Seiscientos se inicia con un rebrote del celo inquisitorial, siendo los cristianos nuevos portugueses el gran objetivo.
Sevilla, especialmente, como metrópoli, fue un lugar de establecimiento de muchas casas de negocios lusas, que llevaron a la calle Sierpe a escuchar más la lengua portuguesa que ninguna otra, en una verdadera colonia a pequeña escala.
En Córdoba, el 80% de los juicios inquisitoriales a matrimonios conversos eran de portugueses, -algunos de los cuales habían nacido en Marchena, según la tesis doctoral que sobre este tema- publicó en 2016 Marcos R. Cañas Pelayo de la Universidad de Córdoba.
En 1656 Jerónimo Fernández, mercader natural de Almeida, Portugal diócesis de Lamego, solicitó dispensa para poder casarse en Lucena, con María de España, natural de Saelices de los Gallegos, aldea de Ciudad Rodrigo, uno de los focos de tradición hebrea de la zona, llegando a tener Sinagoga y rabinos, según Pilar Huerga Criado en sus trabajos sobre la frontera con Portugal.
Los padres de la novia eran los conversos Juan Rodríguez de España y Beatriz de los Reyes juzgados por la Inquisición de Lucena en la década de 1660, cuando Beatriz fue reconciliada en estatua es decir que se le condenó a una ejecución testimonial que se hizo con un muñeco o estatua.
Los testigos del matrimonio dibujan quiénes eran las personas de esta familia con origen en Marchena, emparentados con la comunidad conversa de Lucena.
Destacable que el licenciado don Alonso Álvarez de Sotomayor, clérigo presbítero, vecino en dicha localidad, de 53 años de edad, pariente cercano que había tratado durante mucho tiempo a María de España y sus padres, desde que ella había llegado desde Marchena al reino de Córdoba.
Otro converso, Gaspar Rodríguez, recibió autorización de María de España para llevar a cabo las diligencias en Marchena, ante don Diego de Barragán, comisario del Santo Oficio en Marchena.
Varios miembros de la familia España nacieron en Marchena. De aqui declaró ser natural Domingo Rodríguez de España, mercader afincado en Lucena, quien salió reconciliado en el Auto de Fe celebrado el 29 de junio de 1665. Salió penado con hábito y cárcel por 5 años, sufriendo destierro por tiempo de de Madrid, Marchena, Córdoba y Lucena, 8 leguas del contorno.
Los España comienzan en Marchena y se trasladan a Lucena a comienzos de la segunda mitad del siglo XVII, donde conectan con muchos compatriotas suyos, siempre vinculados al comercio.
Ese mismo año fue juzgado un grupo de portugueses judaizantes huidos de su tierra asentados en Bujalance, donde durante mucho tiempo lograron ocultar su verdadera ascendencia, cumpliendo ante el resto de la comunidad cada domingo en la Iglesia.
Finalmente delatados, se les castigó a comparecer en el masivo Auto de Fe celebrado en la capital durante el año 1627. Ninguno de ellos logró ser liberado y se colocaron sus nombres en los lienzos colgados en la pared. Se estimaba que había compatriotas suyos en ese Auto, naturales de Lucena, y Marchena entre otra localidades según Marcos Rafael Cañas Pelayo en su trabajo sobre los judeoconversos portugueses en Córdoba.
Entre los condenados por el tribunal de la Inquisición de Córdoba en este siglo aparece Blanca Rodriguez, vecina de Marchena. Blanca Rodriguez era Portuguesa, y muger de Josephe Hernandez zapatero, y hermana de las dichas, fue condenada a llevar «hábito y carcel por un año». Su marido Josephe Hernadez Portugues vecino de Marchena, condenado igualmente a habito y cárcel por un año.
En 1593 los Inquisidores de Córdoba detectan un foco de judaísmo en Ecija y se trasladan a la ciudad de las torres para investigar, localizando 35 personas, 21 de reciente asentamiento, algunos habían sido juzgados por la Inquisición de Llerena, la más activa en tierras extremeñas según el trabajo de Juan Aranda Doncel, La Inquisición cordobesa visita a Ecija en 1593 citando A. H. N., inquísicln, I eg. 1856, exp. 36.
FUENTE: Marcos Rafael Cañas Pelayo. Universidad de Córdoba. Cristianos nuevos portugueses en Ecija. Juicio de los Silva. de Ecija. AHN, Inquisición, leg. 1839, exp. 7.