Coplas de Carnaval de los años 30, conservadas en la memoria del libro viviente de la memoria de Marchena
José Antonio Suárez López
La prodigiosa memoria de Esperanza Romero, la abuela de Marchena, el libro viviente de la memoria colectiva de los marcheneros a pesar de sus 92 años, nos ha permitido rescatar y fijas en la memoria algunas coplas de carnaval que se cantaban en Marchena en los años 30 y que son una joya que hasta ahora permanecían perdidas en el olvido. La imagen más antigua que se conserva del Carnaval en Marchena procede de los años 30 y en ella vemos a un carro adornado para la fiesta junto a la farola que se ubicaba en la actual Plaza de la Constitución.
Entre estas coplas hay algunas críticas a las autoridades, y otras que hacen referencia a hechos y eventos que sucedieron en el pueblo en los años 1910, 20 y 30 y que Esperanza Romero recuerda haber oido por las calles en los años 40.
Una de las más llamativas criticaba a un Policia Local de apellido Suárez. Esta decía «El orgullo infantecia y a tí «Suarito» se te acabó. Porque ha ganado el partido llamado conservador, te llenabas de ilusiones cuando el sable a tí te colgaba. Por tus malas condiciones nadie te mira de buena gana. Tu has sido un verdugo para el pobre obrero. Nadie te puede ver en este pueblo marchenero. En este mundo hay que llevar en cuenta que el que lo hace lo paga como el que lleva terreno en renta».
El Partido Liberal-Conservador, más comúnmente denominado Partido Conservador, fue un partido político español creado por Antonio Cánovas del Castillo y existió entre 1874 y 1931. Igualmente, el Partido Liberal creado por Sagasta y al que pertenecería el Policia Local al que se refiere la copla existió desde 1880 a 1931. Ambos partido se turnaban en el gobierno en los tiempos del caciquismo, con el llamado turnismo.
Según el relato de Esperanza Romero de niña las murgas de carnaval cantaban por las calles de Marchena y que existían máscaras en nuestro pueblo, al estilo de las de Fuentes de Andalucía, es decir personas que salían disfrazadas a la calle con una tela que le cubría la cara y que jugaban con los viandantes a adivinar su identidad.