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El papel del Duque de Arcos, en la época del emperador Carlos V

El 21 de septiembre de 1558 moría en el monasterio de San Jerónimo de Yuste, donde pasó los últimos meses de su vida, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.
En 2021 la Biblioteeca Nacional de España adquirió el lubro de la ‘Procesión fúnebre celebrada en Bruselas en honor de Carlos V’, obra de 1559 que representa en cuarenta y una estampas la procesión que tuvo lugar en Bruselas a la muerte del emperador donde el Señor de Marchena Luis Cristóbal Ponce de León aparece retratado como hombre de confianza de Felipe II el rey más poderoso de su tiempo.
Tras la boda de Carlos V en el Alcázar de Sevilla donde el I Duque Don Rodrigo recibió a la comitiva real en  la Puerta de la Macarena el Emperador pasó por el Palacio de Marchena. Pedro de Gante, fraile franciscano y familiar de Carlos V, fundó en Texcoco un colegio para enseñar a los indios a tallar imágenes: de ahí salió el Cristo de San Pedro.
El hijo de Rodrigo Luis Cristóbal se convirtió en persona de confianza del Felipe II y fue enterrado bajo el Cristo de San Pedro.  Todos estos datos forman el relato de la Marchena Imperial: la que vio Carlos V a su paso por Marchena.
Conocemos los detalles de la procesión funeraria de Carlos V gracias a los dibujos de Hieronymus Cock grabado por Lucas y Johannes van Doetecum y editado por Cristóbal Plantin en Amberes en 1559. En este grabado el Duque de Arcos aparece sujetando las ropas del Rey, es decir en la posición más importante que refleja su estatus ese momento en la corte en el momento en el que nunca se ponía el sol sobre los dominios de España, esparcidos por tres continentes.
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El 21 de septiembre de 1558 Carlos V murió en el monasterio de Yuste y su hijo el futuro Rey Felipe II estuvo en la procesión fúnebre de Bruselas el 29 y 30 de diciembre, estando junto al monarca el Duque de Arcos y señor de Marchena Luis Cristóbal Ponce de León (Rota 1528 – Madrid,1573) enterrado en Santo Domingo de Marchena. Como diplomático representó a la Monarquía española en Flandes y Francia y dirigió las tropas que sofocaron la sublevación de los moriscos en la Serranía de Ronda.
La comitiva salió del Palacio Real de Bruselas en dirección a la catedral de Santa Gúdula, presidida por el Rey Felipe II, tocado con hábito y un gran gorro negro con una larga cola y al cuello el Collar del Toisón de Oro (estampa 30) y Luis Cristóbal Ponce de León a su derecha recogiéndole las ropas al Rey, y ocupando su posición como hombre de confianza del monarca.

LA MARCHENA DE LUIS CRISTOBAL PONCE DE LEON
Luis Cristóbal mandó una escuadra cargada de dinero y de soldados para Flandes, acompañó en su estancia allí a Felipe II, estuvo presente en la Paz de Cateau- Cambrésis (fue uno de los notables españoles que fueron designados por los franceses como garantes del pacto), fue designado como embajador español en la Corte francesa de Carlos IX, y ya en España, estuvo presente en las bodas del Rey con Isabel de Valois, una de las cuatro bodas del Rey.
La boda de Luis Cristóbal con María de Toledo, hija del conde de Feria le abrió las puertas de la Corte por lo que gastó grandes cantidades en mejorar el lujo  de su palacio marchenero reforzando la muralla y creando unos jardines renacentistas donde levantó el mirador de la Duquesa.
Cayó en desgracia en la corte en 1570, tras ser nombrado General para la pacificación total de la serranía de Ronda en la guerra con los moriscos. Poco antes de morir recibió del Rey Felipe II los cargos de Virrey de Nàpoles y Valencia, que tras su muerte heredó su hijo Rodrigo, el III Duque.
Luis Cristóbal se convierte en General de la Armada de Flandes pagando de su bolsillo la estancia de toda la corte de Felipe II en Flandes lo que supuso importantes deudas para la Casa Ducal. Además fue embajador en Francia donde el Rey Carlos IX le regaló en su despedida un anillo de diamantes valorado en 8000 ducados y una montura de plata.
Franceses y españoles se peleaban por conquistar Europa y en 1538 Francisco I de Francia y Felipe II de España deciden firman una paz temporal con la mediación del papa. Para conmemorar esta Paz de Niza el Papa de Roma encarga al compositor sevillano que luego viviría en Marchena Cristóbal de Morales que componga una música especial (El motete Jubilate Deo, 1538).
Desde mayo de 1548 hasta febrero de 1551 Morales sirvió al Duque de Arcos en Marchena y desde noviembre de 1551 hasta su muerte en 1553. Tras alcanzar la gloria en Roma y Toledo decide servir en Marchena al Duque de Arcos en las capillas musicales del Palacio Ducal y la Iglesia de San Juan.
Luis Cristóbal gastó importantes fondos en la reforma del Alcázar marchenero que costó varios millones de maravedíes adornándose con artesonados, yeserías, y tapices de Bruselas, un jardín mirador hacia la muralla Barbacana, un juego de pelota, el patio de las mujeres, el cuarto de la duquesa, las casa del Duque. Creando habitaciones para invitados ilustres y gastando un millón de maravedíes en la escalera monumental.
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Los personajes, identificados, van enlutados, muchos portan estandartes y escudos de armas. La procesión, organizada según un estricto protocolo, estaba formada por los principales estamentos civiles y religiosos flamencos, además de representantes de todos los reinos sobre los que había ejercido su soberanía Carlos V.
El elemento más destacado del cortejo fúnebre fue la Nave de la Victoria (estampa 5), guiada por las figuras alegóricas de las virtudes, Esperanza, Fe y Caridad.

LA MARCHENA DE TIEMPOS DEL EMPERADOR
El convento de Santa Isabel fue el colegio jesuíta del Estado de Arcos fundado por Luis Cristóbal Ponce de León y su esposa doña María de Toledo, con el asesoramiento del Duque de Gandía, San Francisco de Borja construido en 1588.

El Duque Luis Cristóbal ordenó a Pedro Jausel, flamenco y vecino de Sanlúcar traer en barco un Molino de Viento desde Holanda que se instaló en el barrio de San Miguel de Marchena en septiembre de 1550. Marchena era uno de los pocos pueblos que por entonces disponía de un molino holandés.

CUANDO EL EMPERADOR CARLOS V VISITO MARCHENA

El duque de Arcos, Rodrigo Ponce de Léon, (1490 –1530) Alcaide mayor de Sevilla fue uno de los encargados de recibir en la Puerta de la Macarena de Sevilla a la  reina Isabel de Portugal, con motivo de su boda en el Alcazar de Sevilla el 11 de Marzo de 1526 con el Emperador Carlos V poco antes de pasar por Marchena.

«Estuvimos en Sevilla desde el día 8 de hasta el 21 de Mayo en cuyo día partimos para Granada pasando por Marchena» dejó escrito el embajador de Venecia Andrea Navajero. El día 13 de mayo salió la Corte de Sevilla con destino a Granada pasando por Marchena.

«El día 21 de Mayo fuimos a Mairena, lugar del duque de Arcos que dista de Sevilla cuatro leguas. En el camino se ve a la izquierda Carmona y Alcalá de Guadaira a la derecha. El día 22 fuimos a Marchena que está del anterior pueblo a 5 leguas. Marchena es el pueblo principal del duque de Arcos que saca de él 12.000 ducados cada año. Aquí se crían buenos caballos de silla».

UN CRISTO IMPERIAL: EL CRISTO DE SAN PEDRO

El investigador de Carmona Fernando Villa Nogales mantiene que «el Cristo de San Pedro de Marchena vino de un taller de Puebla de los Angeles, México» donde fue tallado en el seno del taller de Fray Pedro de Gante fraile franciscano familia del Emperador Carlos V que ideó la escuela de Texcoco, donde se educó Francisco Ortiz, hijo de un importante cacique local, que tras pasar por las manos del  maestro funda un taller en La Puebla de los Ángeles, el primer taller de escultura documentado en Hispanoamérica. De este taller salió el Cristo de San Pedro.

Por órdenes del emperador que atendía la llamada de Cortés, Pedro de Gante y otros dos frailes llegan a 1523 a Veracruz, y se instala en Texcoco, alojado por el rey Ixtlixóchitl y allí vivió entre 1523 y 1526. Con ellos iba Fray Juan Tecto, guardián del convento franciscano de Gante -origen de los tres frailes- y confesor de Carlos V.