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Cuando Juan Navarro y Cristóbal de Morales coincidieron en la corte ducal marchenera

Juan Navarro nació en Marchena en 1530 pero fue apodado en Castilla Hispalensis, el sevillano. Fue alumno de Cristóbal de Morales y el primer maestro del afamado Tomás Luis de Victoría, genio de la polifonía y un referente en el mundo al que conoció en Avila.

Pronto adquirió fama como cantor en varias catedrales andaluzas, entre ellas las de Jaén y Málaga y también en la corte ducal de Marchena.

Se sabe que dos de los más grandes maestros de su tiempo Cristóbal de Morales y su alumno Juan Navarro,  coinciden en Marchena en 1549 bajo el mecenazgo de Luis Cristóbal Ponce de León.

Franceses y españoles se peleaban por conquistar Europa y en 1538 Francisco I de Francia y Felipe II de España deciden firman una paz temporal con la mediación del papa. Para conmemorar esta Paz de Niza el Papa de Roma encarga al compositor sevillano que luego viviría en Marchena Cristóbal de Morales que componga una música especial (El motete Jubilate Deo, 1538).

En 1545 Morales se cansa de Roma y decide volver a España aceptando el cargo de  maestro de capilla en la catedral de Toledo, donde aceptó al joven Francisco Guerrero (1528-1599) como aprendiz.

 

En esa época el Duque de Arcos Luis Cristóbal Ponce de León protector de Morales, era embajador, militar y hombre de confianza de los reyes español y francés. Entre las joyas más valiosas del Palacio Ducal marchenero estuvo durante siglos una montura de plata y otras joyas regaladas al Duque de Arcos por el Rey francés Francisco I.

Desde mayo de 1548 hasta febrero de 1551 Morales sirvió al Duque de Arcos en Marchena y desde noviembre de 1551 hasta su muerte en 1553 fue maestro de capilla en la Catedral de Málaga.

Tras alcanzar la gloria en Roma y Toledo decide servir en Marchena al Duque de Arcos en las capillas musicales del Palacio Ducal y la Iglesia de San Juan.

El uno de Enero de 1548 se conservan dos recibos sobre Morales en Marchena, el uno para compra de un clavicordio en Sevilla, y el otro para pago de Pablo de Soto.

En 1549-08-10, Luis Cristóbal Ponce de León firma un recibo en Marchena para la compra de un traje «al celebre músico religioso, Cristóbal de Morales, compra de un traje».

Otro documento relativo a Juan Navarro lo ubica ese mismo año como cantor en Marchena. Se conserva una carta del Duque «al cantor Juan Navarro, recibo de este y libramiento del Duque de Arcos. 1549-09-06, conservada en el Archivo Histórico Nacional, OSUNA,CT.616,D.79.

Debió ser una época de gran actividad musical pues se conservan más recibos ducales en pago a otros cantores como un recibo a Alonso Verdugo, y libramiento del Duque de Arcos fechado en 1569-09-16 y otro recibo de pago a otro cantor llamado Nicolás Velasco con fecha de 1549-12-04.

Juan Navarro decide en 1554 opositar a la plaza de maestro de capilla de la catedral de Málaga vacante tras la muerte de su maestro Cristóbal de Morales aunque fue rechazado por el cabildo catedral malagueño y diez años después consigue la ansiada plaza tras enfrentarse a Francisco Guerrero.

En 1564 consigue ser nombrado Maestro de Capilla de la catedral abulense, lugar donde sería maestro del polifonista español por excelencia Tomás Luis de Victoria. Dos años más tarde, fue nombrado Maestro de Capilla de la catedral salmantina donde conoce a Francisco de Salinas y el rondeño Vicente Espinel, precursor del sexto orden en la vihuela, el cual alabaría la labor del maestro marchenero. Luego trabajó en la Catedral de Santa María en Ciudad Rodrigo.

El cénit de su carrera sería su labor en la Catedral de Palencia, donde fue nombrado el 17 de Octubre de 1578 Maestro de Capilla de la catedral y allí moriría justo dos años más tarde.

La Iglesia de Santiago de Valladolid en su Códice de Santiago fechado en 1616 recoge la mayor colección de motetes conservada del marchenero Juan Navarro, en total doce composiciones.

En música profana Navarro compuso varias piezas diseminadas en dos archivos, el de la Catedral de Valladolid y el de la Casa de Medinaceli conservándose piezas como O mar, o mar fiel de mis ojos“; “Vuelve tus claros ojos“; “Ay de mi sin ventura“; “Sobre una peña“; “Siendo míos“; “Ay soledad amarga“ o “Ribera sacro Darro“.