160.000 sellos conmemorarán el octavo centenario de la Torre del Oro, mientras sigue oculta la Torre de la Plata
José Antonio Suárez López
La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda emitirá una tirada especial de 160.000 sellos dedicada al octavo centenario de la emblemática Torre del Oro de Sevilla, legado de la antigua medina almohade, protegida como bien de interés cultural (BIC) y uno de los monumentos más famosos de la capital andaluza.
En dicha resolución se especifica que la emisión de tales sellos comenzará el próximo 2 de junio, después de que el pasado 24 de febrero se cumpliese la citada efeméride, con un valor postal de 1,25 euros por cada unidad.
Esta torre, de planta dodecagonal y casi 37 metros de altura, fue construida entre 1220 y febrero de 1221 por orden del gobernador almohade Abù-I-Ulà a orillas del Guadalquivir para rematar la coracha o tramo de muralla que, durante el periodo almohade, conectaba el antiguo recinto fortificado del que nace el actual conjunto palaciego de los Reales Alcázares, declarado Patrimonio Mundial, con el propio río.
Es una torre exenta conectada con la cerca urbana, y con otras torres, como la de la Plata, y el recinto de los alcázares, a través de un lienzo de muralla (coracha). Es, por tanto, una torre albarrana, enclavada en plena orilla del río. Desde esta torre se extendía hasta la margen opuesta una cadena para cortar el paso a las embarcaciones.
Los almohades hicieron de Sevilla su capital y la dotaron de tantos monumentos que cuando entro Fernando III y, sobre todo, su hijo Alfonso X la ratificaron como capital de España y convirtieron el Alcázar sevillano su principal residencia.
LA OLVIDADA TORRE DE LA PLATA
La Torre de la Plata de Sevilla es una torre octogonal del siglo XIII, situada en la calle Santander, que se unía por un paño de la muralla de la ciudad (parte del cual fue derribado en 1821) a la Torre del Oro.
Cuando las murallas perdieron su utilidad sus muros sirvieron como soporte a multitud de casas, almacenes y la torre se vio rodeada de almacenes y casas, e incluida en el antiguo Corral de Segovia.
La destrucción de la muralla almohade en el XIX la desconectó de la Torre del Oro, pero antes en el XVI fue ocultada por la construcción de viviendas. La torre se encontraba oculta y abandonada, y en los últimos años ha sido restaurada descubriéndose que tiene habitaciones interiores hoy ocupadas por funcionarios del Ayuntamiento y en su exterior hay un aparcamiento asfaltado. El Ayuntamiento de Sevilla espera hacer visitable pronto este monumento.
Ubicación de la torre del oro y torre de la plata en el sistema defensivo de Ixbilia. Dibujo de Pacho Garmendia aparecido en la publicación AGUA, TERRITORIO Y CIUDAD. RÍOS DE HISTORIA. 2008, Agencia Andaluza del Agua, Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía. Sevilla Almohade. 1248.
Oh, Sevilla!, te pareces, cuando el sol está en el ocaso, a una novia esculpida en la belleza! El río es tu collar, la montaña tu diadema, que el sol corona como un jacinto. Ibn Hisn, siglo XI
En el Corral de las Herrerías de la Casa de la Moneda, donde la historiografía había situado las “villas y casas para el gobierno” del hermano del califa Abu Yáqub, el sayyid Abu Hafs, ubica la dársena con sus atarazanas y astilleros.
SEVILLA CAPITAL DEL IMPERIO ALMOHADE
Antiguo patio de la mezquita aljama de Ibn ‘Adabbas, qāḍī de Išbīliyya, y mandada a construir por el omeya ‘Abd al-Raḥmān II (829-830).
Los Almohades conquistaron Sevilla y la convirtieron en su capital el 17 de enero de 1.147 echando a los almorávides, que se retiraron a Carmona donde aguantaron un año. Pero la primera muralla de islámica de Sevilla es anterior, fue construida en piedra por al-Mutamid en el año 1090.
CUANDOS LOS VIKINGOS DESTRUYERON SEVILLA
La obra de los Reales Alcázares de Sevilla se inician en el siglo IX, tras la destrucción de Sevilla por los vikingos, bajo el emirato de Abd al-Rahman II. Era una fortificación extramuros junto a la calzada romana que conducía a Orippo (Dos Hermanas) donde existió una basílica consagrada a San Vicente mártir, descubierta en 1976 y parcialmente excavada, incendiada en el ataque vikingo.
Mientras se eleva la Giralda se trabaja en el patio del Yeso como su secuela en el gran patio de al-Mubarak reinando Yüsuf al-Man$ür.
Durante un siglo -1147-1248- Sevilla fue capital del imperio almohade andalusí, con capital en Marrakésh hasta la conquista cristiana. La conquista de Sevilla fue dos meses antes de la de Marraquésh.
Un río que es una ría. El Guadalquivir a la altura de Ixbilia es un río peculiar: fluye seis horas hacia la mar y otras tantas hacia tierra empujado por la acción de las mareas. Un tratadista del siglo XII afirma que el agua salobre llegaba hasta la misma ciudad, situada a más de 120 km de la desembocadura, por lo que el agua dulce debía tomarse del cauce más arriba de la ciudad.
Los Almohades iniciaron la ampliación de la Mezquita Aljama, con su famoso alminar, «la Giralda» iniciado en 1184 y acabado en 1198.
El primer Califa almohade ‘Abdal-Mumin» llegó a Sevilla, en noviembre de 1160, confirmó a Sevilla como capital y a su hijo Abu Yaqub como gobernador de la ciudad, mientras Yusuf Ben Sulayman se hizo cargo de Carmona. Córdoba -castigada por guerras- tenía entonces solo 80 vecinos.
Tras la toma de Cáceres por Fernando II de León el califa decidió replegarse tras el Tajo, y fue gravemente herido y murió. Su cuerpo fue trasladado a Sevilla, donde fue proclamado sucesor su hijo Abu Yusuf, el 11 de agosto de 1184, famoso por la victoria de Alarcos que celebró esta victoria en Sevilla en 1195.
Los cronistas cristianos cuentan que «la torre de la catedral de Santa María, coronada por cuatro manzanas que, “cuando el sol hiere en ella, resplandece como rayos muy lucientes”.
Tuvo tiempo de rematar la mezquita y su alminar en 1198. La nueva sala de oración de la mezquita aljama comenzó a construirse en abril-mayo del 1172. La traza de la nueva mezquita aljama se debió a Ben Basso, “el príncipe de los alarifes”, quien dio comienzo a las obras de explanación en 1172. Diez años más tarde estaba oficialmente concluida,y quedó concluida en el 1176.
La Giralda fue construída por el alarife Ben Basso y sigue el modelo del alminar de la Kutubiyya de Marrakech, al igual que la torre Hassán en Rabat.
A los califas almohades de Marrakech se deben la Giralda y mezquita, la almunia palaciega de la Huerta del Rey o Buhaira, cuyo enorme estanque era abastecido con el agua proveniente de Alcalá; la Torre del Oro y de la Plata, el castillo de Triana, que defendía el acceso al puente de barcas, luego puente de Triana y restauración del acueducto romano o caños de Carmona.
Ahmed Ben Basso fue un alarife nacido en Sevilla que en 1171 levantó el Palacio de la Buhayra con jardines, olivos traídos expresamente desde el Aljarafe, árboles frutales y plantas aromáticas. Trazó además mezquita de Sevilla en la que trabajaron artesanos procedentes del sur de España y el norte de África. Disponía de una cúpula sobre el mihrab y estaba ricamente decorada con piezas de ébano, oro, marfil y sándalo.
Las obras de la torre de la Giralda como alminar de la Mezquita se iniciaron en 1184 y se finalizaron en 1198 con la colocación de las bolas de bronce dorado del yamur.
Ahmed Ben Basso también construyó la Giralda, -y luego la torre de la Kutubía- para lo cual hubo de cegar primero un manantial que dificultaba la realización de los cimientos y construir una serie de rampas que permitían el acceso a las obras mediante cabalgaduras.
Hasta entonces la mezquita mayor sevillana había sido la de Ibn Adabbás, en el emplazamiento de la posterior iglesia de San Salvador, que sería desde entonces en orden de importancia, como mezquita y luego colegiata, el segundo lugar de culto de Sevilla.
Le siguió en el gobierno su hijo Abu ‘AbdAllah en enero de 1199, famoso por ser derrotado en Las Navas de Tolosa.
Pasaba temporadas en su nuevo palacio de Al-Bubayra levantado en 1172, palacete fortificado extramuros de la ciudad, a la orilla del arroyo Tagarete, frente a la Bab Yahwar, la actual Puerta de la Carne.
Mientras el gobernador de Sevilla reforzó las murallas y construyó la Torre del Oro, en 1221-1222, para defender el río, construyó el puente de barcas del Guadalquivir, y reconstruyó el antiguo acueducto romano entonces ya prácticamente olvidado que traía el agua de Alcalá de Guadaira.
LA SEVILLA AL MOHADE APARECE POCO A POCO GRACIAS A LA ARQUEOLOGIA
La incorporación de las casas número 7 y 8 del Patio de Banderas será crucial para incorporar al Alcázar su núcleo fundacional, pues estas dos viviendas encierran entre sus muros los restos del palacio más antiguo del Alcázar, el de Al Mutamid, que se incorporarán a la visita del Alcázar.
El Jardín almohade de la Casa de Contratación levantado sobre uno de los palacios del Alcázar es el único que de época almohade que se ha conservado. Otros ejemplos de jardines andalusíes del Alcázar, como el Cuarto del Yeso, el Patio del Crucero o el Patio de la Montería, fueron modificados.
La Sala de Abluciones de la Mezquita aljama almohade de Sevilla fue descubierta en 1994 en el transcurso de unas excavaciones efectuadas en la mitad suroriental de la Plaza Virgen de los Reyes, fuera de la mezquita, adosada a la muralla.
Antigua puerta de Córdoba; una de las trece que tuvo la ciudad de las que solo dos se llegaron a conservar.
Un histórico hammam del periodo almohade del siglo XII (1121-1269), un tesoro histórico y patrimonial, fue hallado tras unas obras en uno de los bares de la calle Mateos Gago de Sevilla, el bar cervecería Giralda. En un patio del Palacio Arzobispal construído a principios del siglo XVI por el arzobispo Fray Diego de Deza sobre una casa islámica.