La Hermandad de Nuestra Señora Santa María de los Locos, Inocentes y Desamparados
José Antonio Suárez López
El papa Benedicto XIII autorizó en 1410, en Valencia la construcción de un hospital debía estar bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires. En el hospital se creó una hermandad de Nuestra Señora Santa María de los Locos, Inocentes y Desamparados en 1414 formada por cien sacerdotes, trescientas mujeres y otros tantos varones para recaudar los fondos para el funcionamiento del hospital.
El 24 de febrero de 1409 el padre Jofré se dirigía a la catedral de Valencia para pronunciar un sermón de una misa durante la Cuaresma, cuando presenció el maltrato de un enfermo mental en una calle. Se interpuso entre los agresores y el agredido, protegió al hombre y se lo llevó a la residencia mercedaria. Desde entonces se dedicó a predicar en contra de «la persecución irracional y tanto más cruel cuanto más inocentes, impotentes e irresponsables son las víctimas».
Una devoción valenciana en medio de la campiña sevillana
El objetivo de la hermandad era atender a los enfermos, y debido a la hambruna de la época y el gran índice de orfandad, las calles se encontraban numerosos niños desamparados.
A finales del XV el Hospital principal de Marchena se llamó de la Misericordia y estaba en la calle Espíritu Santo esquina con Mesones, donde hoy está la oficina de empleo. Resultado de la unión de cinco hospitales previos y creado por los Duques de Arcos en 1552 que lo dotaron y pagaron hasta el XIX. En 1550 el templo de San Miguel tenía un hospital anexo, ubicado entre el templo.
El Hospital de Misericordia estaba asistido por una Hermandad y Cofradía de Misericordia que se dedicaba a dar enterramiento a los difuntos del Hospital. En 1607 se añaden 20.000 maravedíes por año para una casa Cuna para coger niños expósitos en dicho hospital a través de una obra pía.
La devoción a la Virgen de los Desamparados nace en Marchena en torno al Hospital y Hermandad de la Caridad que en 1699 rendía culto en su capilla anexa a San Sebastián a un lienzo con apliques de plata que representaba la imagen de la Virgen de los Inocentes y Desamparados, patrona de Valencia.
El 18 de Noviembre del año 1729 en que un grupo de devotos asiduos al rosario público que diariamente salía desde su capilla fundan una hermandad con el título de “Hermandad del Rosario de Ntra. Sra. de los Desamparados. Sus reglas son aprobadas el 30 de Enero de 1730.
Sus hermanos no podían superar el numero de 55 tenían que asistir diariamente al Santo Rosario, rezando los cinco mas antiguos.
Antiguo Hospicio de la Hermandad de la Caridad en la Plaza de San Sebastián.
La hermandad de la Santa Caridad de Marchena se fundó en 1649 por Francisco López García y Pedro Benjumea Lebrón junto a otros vecinos del municipio según publica el IAPH en la memoria explicativa de la restauración del libro de reglas de esta hermandad, el más antiguo de Marchena.
En 1675 se estaba construyendo el hospicio y hospital de la Caridad de Marchena gracias a limosnas, por lo que Alonso Calderón Rector de la Hermandad de la Caridad pide al Ayuntamiento de Marchena que libre cien ducados para terminar dicha obra.
En 1769 se contrata en Sevilla un nuevo retablo y en 1810 se encarga a Valencia una imagen de talla de la Virgen que siguiera la misma iconografía, con dos niños a sus pies representando a los Desamparados y con un niño con pajarito en la mano que representa las almas humanas.
La inauguración del retablo fue el 14 de noviembre de 1796, día del Patrocinio de la Virgen con un castillo de fuegos artificiales.
El retablo costó 9.500 reales en 1784 que se pagaron al tallista sevillano Dionisio José Gutiérrez, vecino del barrio de San Lorenzo. Lo encargó Juan Rodríguez Cabello presbítero y rector de la confraternidad del Rosario de María Santísima de los Desamparados de la iglesia parroquial de san Sebastián de Marchena (Sevilla).
Tras la realización del retablo, en 1787 el arzobispo Llanes ordenó que el sagrario que antes estaba en la capilla de Dulce Nombre se trasladase a la capilla de la Virgen de los Desamparados.
Juana Olmo costea en el año 1817 una media luna de plata para colocar a los pies de la Virgen. El antiguo lienzo que dio origen a la devoción fue recortado y puesto en el medallón de uno de los estandartes.
Es una de las pocas Vírgenes de esta devoción en Sevilla provincia. Como ejemplo, es que esta imagen de Marchena fue trasladada en 1890 hasta San Vicente de Sevilla para los cultos de una recién nacida asociación.
José María Salvador Barrera marchenero Arzobispo de Valencia dona a su muerte la Inmaculada Concepción de Lorenzo Coullaut Valera, que pasa a la capilla y una cruz pectoral, de oro y piedras preciosas para la imagen de la Virgen de los Desamparados.
A las 10 de la noche del día 23 de Octubre de 1932 fue incendiado el interior del sagrario de San Sebastián ardiendo la imagen y el altar barroco.
Por dos ventanas del flanco nordeste se arrojaron varios paquetes con periódicos impregnados de liquido combustible. Después de muchas averiguaciones es detenido como culpable de los hechos un joven albañil de 26 años Rafael R. M.
El altar quemado. Fotografía del Retablo de Nuestra Señora de los Desamparados. La Vanguardia. Sábado, 29 octubre 1932. p. 4. Fotogr.: Hemeroteca de La Vanguardia.
Si él fue el culpable nunca se supo, pero lo fuera o no, nunca pudo hacerlo solo y jamás se podría probar nada contra él pues un mes mas tarde ningún detenido por este asunto se encontraba en la prisión comarcal de Marchena. Cada uno de los bandos monárquicos y republicanos culpaban al otro de lo sucedido.
Tras el suceso inmediatamente se formaría una comisión presidida por el cura párroco Don José Pérez Nieto, encargada de recaudar fondos para esta empresa.
Otra forma de ingreso fue la elaboración de capillitas móviles de reducido tamaño que como cepillo mendicante iban de casa en casa demandando un óbolo. El 22 de Noviembre, cuando la comisión ya había firmado un contrato con el escultor sevillano Castillo Lastrucci.
La camarera de la Virgen, Doña Dolores Montero, gran conocedora de la imagen, visitó el taller del artista por si fuera necesario hacer alguna declaración. El retablo se hizo cerámico para evitar nuevos atentados. Se le encarga a Enrique Orce quien lo elaboraría en la fábrica de la viuda de José Tova Villalba. El diseño sería fruto de Vicente Traver y Tomás.
A la casa Matths Gruber de Bilbao se le encargó el sagrario, adaptando una caja de caudales garantizada contra el robo y el incendio. Para la elaboración de su puerta, que labró Manuel Domínguez, serían fundidas dos lamparas aceiteras que alumbraban la capilla. El pintor Rafael Rodríguez realizaría pinturas murales en 1963.
Tras la restauración se avivaría la devoción a la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados que volvió a salir en procesión el año 1935.
FUENTE: LA CAPILLA DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS DE MARCHENA. DESTRUCCIÓN Y RESURGIMIENTO. Vicente Henares Paque