La sexta edición del Festival Romano de Ecija que tiene lugar hasta el 15 de Marzo lleva por título este año “Ludi Romani, los Juegos Romanos en Colonia Augusta Firma Astigi”, con el objetivo de poner de manifiesto las distintas formas de ocio y entretenimiento que disfrutaban los romanos hace 2.000 años.
En cuanto a las visitas guiadas, habrá varias, al yacimiento arqueológico de Plaza de Armas, la Plaza de España, ambas con la aplicación Virtimeplace, para ver en 3D todo lo relacionado con el mundo romano, etc., y también al Estanque Romano. Estas visitas guiadas se celebrarán los dos fines de semana del Festival, sábados 11 y 18, y domingos 12 y 19.
Otra de las grandes novedades este año es el banquete romano “A la luz de las lucernas”, que se llevará a cabo en las Caballerizas del Palacio de Benamejí. En la cita participará el arqueólogo e investigador Manuel León Béjar, de la empresa de experiencias gastronómicas culturales Arqueogastronomía. Esta actividad, prevista para el viernes 17 a las nueve de la noche, es la única que tendrá un coste para las personas que deseen participar (20 euros), y se pagará directamente en el restaurante Las Ninfas, que servirá la cena temática.
La leyenda dice que los romanos, tan devotos de la divinidad solar, edificaron en la Colonia Augusta Firma Astigi, hoy Ecija un monumental templo al sol, donde hoy se encuentra la Iglesia de Santa Bárbara, y que por eso en esa parte del antiguo foro romano han aparecido importantes restos arqueológicos que apoyan esta teoría. Todo ello, hace honor a la legendaria frase «Civitas Solis, Vocabitur Una, Astigi» (Sólo una será llamada Ciudad del Sol, Astigi) que hoy figura en el escudo de la ciudad.
CUANDO EL CULTO AL SOL ERA LA RELIGIÓN DEL IMPERIO ROMANO
El culto al Sol se extiende por todo el Imperio Romano a partir del siglo II llevado por los legionarios romanoscon, traído de Persia donde Mitra era popular y se implanta en Ecija t resto de Hispania y fue favorecido por los emperadores que siempre buscaban atraerse el favor del pueblo y sus soldados.
Aureliano en el año 274 establece un monoteísmo solar para restaurar la unidad política y moral del Imperio Romano y bajo el título de Sol Invicto se renombran viejos templos y se comienza a celebrar el 25 de diciembre el día del Sol Invicto y en las monedas aparece imagen del dios sol, árbitro universal que explicaba los fenómenos físicos y morales y tras la muerte de los cuerpos recogía las almas y para el neoplatonismo el disco solar era un intermediario entre los hombres y Dios.
Cuando Constantino decreta el cristianismo como religión delimperio, el culto a Mitra sufre una persecución y a finales del siglo IV su culto había quedado reducido a la aristrocracia pero la recogen los maniqueos otra religión de la que formó parte San Agustín.
EL ORIGEN DEL CULTO AL SOL Y LOS ASTROS
El zodíaco es una rueda circular que representa al sol pasando a través de las doce constelaciones, los doce meses del año, los solsticios y los equinoccios. Las constelaciones fueron personificadas como figuras o animales y así los primeros hombres podían saber sin reloj cuando venían las lluvias, cuando había que cosechar, cavar o cuando llegaban los días más sagrados.
El 24 de diciembre, las tres estrellas del cinturón de Orión llamado Los Tres Reyes se alinean con la estrella más brillante del firmamento, que es Sirius, y todas juntas señalan a la salida del sol en el solsticio de invierno.
Es decir, que Los Tres Reyes seguían a la estrella más brillante, o estrella de oriente, (se ubica en el Este), para averiguar el lugar donde nacía el sol el 25 de Diciembre, no porque ese día nazca Jesús sino porque es el momento del año en el que el sol se queda quieto durante días antes de retomar su viaje hacia el sur, haciendo que los días crecieran justo en el solsticio.
En ese momento es la muerte del sol, cuando todas las plantas dejan de crecer por el invierno, en contraposición a la Resurrección del sol (y de Jesús) en primavera, cuando toda la naturaleza se encuentra en su máximo esplendor. La iglesia tomó este hecho astronómico para simbolizar a Jesús con la luz, opuesto a la oscuridad del paganismo. La iglesia cristiana decide celebrar el nacimiento de Cristo el 25 de Diciembre en el año 360, cuando aun era popular religión solar maniquea en Roma. Una de las preocupaciones de la iglesia cristiana en sus inicios fue no caer en una excesiva simbología solar para no parecer demasiado paganos.
Hasta el siglo XVIII en las iglesias cristianas los maitines eran una misa que se oficiaba al amanecer del 25 de Diciembre que se oficiaba desde los orígenes de la iglesia. Anteriormente fue el Oficio nocturno, el Oficio de la vigilia que luego pasa a celebrarse al amanecer, recibiendo el nombre de maitines. Los textos que se leían hacían clara referencia a la salida del sol en el solsticio, al mismo tiempo el templo se orientaba a la salida del sol y el sacerdote, daba la espalda al pueblo porque miraba al sol naciente.
El villancico primero, llamado de Calenda, (el primer día de cada mes, que debió coincidir en principio con la luna nueva) se cantaba aún en la noche y simulaba una especie de desfile militar con claras referencias a la estructura de poder. «Al son de los Clarines, y Timbales, marchando van milicias celestiales. Generosos caminan presurosos a ver al sol, que a media noche nace».
En el villancico tercero se pide a las sombras de la noche que desaparezcan dando paso al sol que es Jesús recién nacido. «Desnúdese el luto la noche funesta: pues ya nuestros campos se visten de estrellas. Coro: Vea el Orbe el consuelo de su tristcza. Enjugue la Aurora sus lágrimas tiernas: que el Sol con sus luces las sombras destierra».
En muchos templos vemos el supuesto triunfo del cristianismo sobre el paganismo simbolizado por una columna que se rompe dejando caer a un ídolo pagano al paso de la Sagrada Familia. El mensaje es que Jesús es la luz del mundo opuesto a la oscuridad pagana.
Pero realmente el paganismo no desapareció de la iglesia católica de forma inmediata como observamos en los textos del Papa León Magno en el año 500 preocupado por el hecho de que algunos cristianos «que creen obrar religiosamente» antes de entrar en la basílica de San Pedro de Roma «dedicada al único Dios vivo y verdadero habiendo subido la escalinata por la que se asciende la parte más elevada del pórtico se inclinan volviendo al cuerpo hacia el sol naciente y doblan la cabeza en honor al brillante disco».
«En parte se hace por culpa de la ignorancia parte por conservarse el espíritu del paganismo porque aunque quizá alguno venera antes bien al creador de la hermosa luz más que a la misma luz, que es una criatura, sin embargo es preciso abstenerse de la apariencia de esta práctica pues si la cual se halla entre los nuestros por uno que haya dejado el culto de los dioses acaso no retendrá para sí como probable esta parte de la vieja creencia que viese que era común a cristianos y paganos».
Quienes tenían la costumbre de adorar al sol naciente desde lugares elevados eran los maniqueos y aunque finalmente se hizo cristiano San Agustín padre de la iglesia fue miembro de la secta maniquea rival del cristianismo, desde los 18 hasta sus 29 años que proclamaba el culto solar en sus distintas formas. Continuadores de los misterios de Mitra, celebraban el 2 de Diciembre el renacimiento del sol y ayunaban los domingos por ser el día del sol y creían que la suerte de los humanos dependían de los astros.
En “Las confesiones”, san Agustín critica al maniqueísmo y dedica varios libros a arrepentirse de todo lo que vivió entre ellos. Sin embargo, al momento de hacer estas críticas suelen verse ideas dualistas. Los critica con aquellas creencias contra las que se queja.