El arquillo que daba acceso al Arco de la Rosa desde el interior del barrio de San Juan
José Antonio Suárez López
El arquillo interior del Arco de la Rosa era el principal acceso a la mas importante puerta medieval de Marchena desde el interior del recinto amurallado o Barrio de San Juan cuya configuración atendía a las necesidades defensivas propias del periodo almohade y cuyo acceso primitivo, como el resto de puerta de la muralla de Marchena se hacía en recodo, evitando siempre las líneas rectas.
Para dificultad el acceso a posibles atacantes desde el exterior el sistema defensivo del Arco de la Rosa tenía una doble puerta, una interior, el llamado arquillo ubicado en lo que hoy se denomina calle Coullaut Valera y que desapareció en el siglo XIX y la segunda, una puerta exterior, la que hoy se conserva. Todo rodeado de una muralla que cerraba el arquillo desde su ubicación junto a la vivienda anexa y que haciendo un quiebro buscaba el torreón cristiano más cercano al Arco de la Rosa. El arquillo fue demolido en el siglo XIX y se ubicaba en la actual calle Coullaut Valera junto a la casa anexa. Sabemos donde estaba por el siguiente plano del XIX.
La configuración original del Arco de la Rosa aparece en un plano del siglo XIX anexo a un documento notarial sobre la vivienda anexa al Arco de la Rosa que perteneció a Teresa Valera Diez de la Cortina, madre de Lorenzo Coullaut Valera, que se casó con el ingeniero francés Louis Alfred Coullaut Boudeville.
Este ingeniero civil llegó a Marchena para trabajar en las obras del ferrocarril y fue el principal responsable de la introducción de la logia masónica en la villa, la cual fue completada con 15 personalidades del ferrocarril de Marchena y Osuna para más tarde ampliarse al centenar en pos de una activación cultural y política de corte republicano en contra del caciquismo. Desde dentro de la casa se accedía a la cámara interior del arco de la Rosa que hoy permanece en el interior de una vivienda.
En la bajada al Arco de la Rosa estaba la plazuela del Arco de la Rosa, un recinto cerrado por dos murallas laterales entre las dos puertas del recinto, la interior y la exterior. La muralla que cerraba este espacio por la calle Coullaut Valera tenia forma de recodo y era una muralla de defensa de la puerta, ubicada que unía el arquillo y el torreón circular.
El archivo municipal de Marchena conserva algunas referencias sobre los cambios urbanos que llevaron a la desaparición de esta plazuela interior del Arco de la Rosa, que han sido recogidos por Jose alcaide Villalobos en su obra sobre el siglo XIX.
Así el Archivo municipal recoge documentos del año 1818 por el que se conceden algunas parcelas y propiedades municipales: a don Antonio García Pergañeda «se le otorga una rinconera situada en los arquillos del Arco de la Rosa» argumentando que construir sobre aquella muralla mejorará el aspecto de la población, y el Ayuntamiento se beneficiará de ingresos y se ordena al maestro mayor alarife que mida las dimensiones de la parcela.
En 1820 el Ayuntamiento continúa el proceso de ceder parcelas adosadas al recinto amurallado para construirse «y así evitar la deformación de su aspecto, su solidez, falta de concurrencia y motivación de crímenes». De nuevo esta cesión afecta a los arquillos del Arco de la Rosa y además a las garitas próximas a la Puerta Real, al final de la calle Compañía y junto a la Iglesia de Santa Isabel que era un fielato o lugar para pagar impuestos a la corona por toda la mercancía que entraba o salía del municipio por dicha puerta. A continuación de dicha puerta se construyó la Alameda.
Nuevamente en 1830 el Ayuntamiento cede el 16 de Enero a don José Carrero una porción del torreón del Arco de la Rosa.