El elefante asiático que cruzó Andalucía y España en Agosto y Septiembre de 1773
José Antonio Suárez López
Los animales exóticos siempre despertaron la curiosidad, atraían multitudes y eran exhibidos en las ferias, de pueblo en pueblo. Hasta los años 70 era común que en las ferias andaluzas llegaran ballenas disecadas que eran exhibidas en enormes camiones. El primer rinoceronte del que se tienen datos escritos pudo verse en 1515, mientras que un elefante cruzó España a pié en 1773.
EL PRIMER RINOCERONTE QUE LLEGÓ A EUROPA
El primer rinoceronte que se vió en Europa lo regaló en 1515 el Rey de Portugal al Papa, que murió en un naufragio en Italia. Durero dibujó un grabado del que gracias a la recién inventada imprenta, se vendieron miles de copias. En 2013 fue subastado alcanzando un récord mundial para un grabado, 866.500 dólares. No se volvería a ver un rinoceronte vivo en Europa hasta la llegada de un segundo ejemplar de la India a la corte española de Felipe II alrededor de 1579.
LOS ELEFANTES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE MADRID
41 días tardó en cruzar España a pié, en 1773 un elefante regalado por un príncipe hindú al Rey de España Carlos III, que partió el 16 de Agosto de San Fernando y llegó a Madrid el 26 de Septiembre, acompañado de dieciocho personas que supusieron unas arcas para el Estado de 32.576 reales.
Siguieron la ruta del camino a Madrid que pasaba por Jerez de la Frontera, Las Cabezas, Arahal, Marchena, Écija, La Carlota, Córdoba, El Carpio, Andújar, Guarromán, La Carolina, Sierra Morena por el Puerto del Rey, El Viso del Marqués, Santa Cruz de Mudela, Valdepeñas, Manzanares, Villarta, Puerto Lápice, Camuñas, Tembleque, La Guardia, Dos Barrios, Ocaña, Aranjuez, Valdemoro, Caramanchel de Abajo, Pozuelo, Las Rozas, Guadarrama, y La Fuenfría en dirección a San Ildefonso.
SU PASO POR MARCHENA
En cada pueblo por donde pasaban todos los habitantes abandonaban sus actividades y acudían para verlo y tocarlo.
Documentos de la Audiencia de Filipinas. Archivo General de Indias.
Desde Marchena salieron a las dos de la madrugada hacia Ecija en silencio, pero a pesar de ello al llegar a Ecija ya había una multitud esperando y tuvo que intervenir el ejército. En Écija le ponen «unos zapatos de tres suelas abotinados, para precaverle los cascos», lo vio un albéitar o veterinario y le recetó vino cocido con piedra alumbre.
No se sabe si el paquidermo llegó a tener nombre, pero se le acabó llamando «elefante grande» porque el gobernador de Filipinas mandó más tarde otros dos ejemplares, el «elefante chico» y una hembra.
En la cultura filipina el elefante es un animal Sagrado tal y como recuerda este grabado de 1779.
Ganesha o Ganesh es uno de los dioses más conocidos y adorados del panteón hinduista. Tiene cuerpo humano y cabeza de elefante. Es ampliamente reverenciado como removedor de obstáculos, patrón de las artes, de las ciencias y señor de la abundancia.
Así se describe en el grabado de 1779 titulado Ganesa «se pronuncia Ganez), ydolo de barro colorado con baño de barnis, que las familias de gentiles de la costa Malabar forman en sus casa», dentro de la documentación de la relación del viaje hecho de orden de Su Magestad por la fragata nombrada Nuestra Señora del Carmen (alias la Desseada), escrita por Don Miguel Antonio Gómez, al Puerto de Mangalor, para los fines del Real Servicio’ (Manila, 23 de diciembre de 1779).
LLEGADA A MADRID
En la tarde del 26 de septiembre, la comitiva llegó al Real Sitio de San Ildefonso, donde el elefante fue puesto a presencia del Rey y la Corte con su vestido de gala. En Madrid estuvo varios meses y se escribieron sainetes como El elefante fingido, y Tomás de Iriarte compuso un poema satírico. El elefante vivió en Aranjuez hasta finales de 1777 y fue disecado y conservado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
LA PIEZA ESTRELLA DEL MUSEO DE CIENCIAS NATURALES
El elefante africano es una de las piezas más destacadas del MNCN. Desde su llegada al Museo en 1913, cazado por el Duque de Alba hasta su instalación definitiva en 1930, son muchas las vicisitudes sufridas por este fabuloso animal que fue magníficamente naturalizado por Luis Benedito.