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El marchenero que fue expulsado de la catedral de Salamanca por pegar a otro músico y fundó una hermandad en Palencia

En diciembre de 1573 el músico y compositor marchenero le dio una bofetada a otro músico en el coro de la catedral de Salamanca, donde era maestro de capilla.  Navarro fue expulsado inmediatamente el 2 de enero de 1574 por el gran escándalo que este acto provocó en la iglesia.

El músico marchenero Juan Navarro fue nombrado Maestro de Capilla de la catedral salmantina donde conoció a Francisco de Salinas y el rondeño Vicente Espinel, que creó la décima, añadió la sexta cuerda a la vihuela, y alabó el trabajo del maestro marchenero en el coro catedralicio.

Alli se encargo de enseñar a los mozos de coro, además de mantenerlos en su casa propia en abril de 1567. Con él convivían cuatro mozos de coro, a los que mantuvo en los años siguientes. A través de la catedral colaboró con la Universidad, y las casas nobiliarias de Alba y de los duques de Béjar. Además se encargó del cuidado y mantenimiento de los órganos catedralicios. 

De Salamanca pasó a la Catedral de Santa María en Ciudad Rodrigo pero alcanzó el culmen de su fama en la Catedral de Palencia, donde fue nombrado el 17 de Octubre de 1578 Maestro de Capilla y donde murió dos años más tarde.

QUIEN ES JUAN NAVARRO

Juan Navarro Marchena 1525-1530 compositor y maestro de capilla, es uno de los grandes músicos del XVI y maestro en Ávila de Tomás Luis de Victoria reconocido mundialmente. Fue apodado el Hispalensis porque nació en la provincia de Sevilla. Como compositor escribió  53 obras repartidas entre ellas 12 salmos, 18 himnos, 9 magnificat y 4 antífonas marianas.

Juan Navarro el Hispalense, hijo de Rodrigo Navarro y Beatriz Ramírez, nació en Marchena en 1530 y fue alumno del sevillano Cristóbal de Morales en Marchena. Navarro se incorporó en 1549 a la capilla privada de los duques de Arcos como cantor tenor, siendo maestro de capilla Cristóbal de Morales, uno de los grandes polifonistas del Renacimiento.

 Tras la muerte de Morales dejando vacante su maestría en la Catedral de Málaga Guerrero arrebató el cargo de su maestro a Juan Navarro que continuó como cantor hasta que la nueva oposición de maestro de capilla, convocada en junio de 1554 por renuncia del maestro Guerrero, la ganó Joan de Cepa por lo que en Octubre de 1555 Navarro abandonó definitivamente la ciudad de Málaga.

 El 26 de febrero de 1564 fue nombrado Maestro de Capilla de la catedral abulense, lugar donde sería maestro del polifonista español por excelencia Tomás Luis de Victoria que era niño de coro de esa catedral para recibir su primera formación musical. Alli compuso en 1565, un libro de himnos, por 300 reales. 

Sin embargo el mayor grupo de motetes composición que muestra la impronta más personal y artística de Juan Navarro con doce composiciones se conserva en la Iglesia de Santiago de Valladolid conocido como Códice de Santiago que recoge piezas de los mas grandes músicos del siglo XVI español, como Francisco Guerrero.

En la catedral de Palencia Juan Navarro, respaldado por el obispo Álvaro de Mendoza fue recibido con privilegios como lugar en el altar, silla alta en el coro y capa de seda como los beneficiados canónigos con la oposición del resto de canónigos. Allí promovió, en mayo de 1579, la creación de la Hermandad de Devoción a la Virgen y a San Antolín, patrón de la catedral y de la ciudad. El Cabildo aceptó los estatutos y a partir de ese momento la congregación tuvo una importante actividad.

 Juan Navarro murió en Palencia el domingo 25 de septiembre de 1580. Su testamento, muestra su  situación económica desahogada, por su inventario de sus bienes, donde estaban sus libros de música. Le heredó su padre, Rodrigo Navarro, que delegó en su hijo y hermano del maestro, Cristóbal Navarro, y sus sobrinos, Marina de Salazar y Hernando Navarro.

En la Colegiata de Santa María de Valladolid donde fue maestro en 1562 dejó algunas piezas para las fiestas de Navidad, Corpus y Semana Santa. Más obras suyas se encuentran en el conocido Manuscrito de la vallisoletana Parroquia de Santiago, donde encontramos 10 motetes y dos antífonas marianas: «Salve Regina«, a cuatro voces, y «Ave Regina Coelorum» a cinco voces. En Málaga se encuentra el motete «Beatus es«, en Segovia la antífona «Vidi Aquam» y en Ávila el himno «Gloria, Laus«.

En Música profana Navarro compuso varias piezas para la Catedral de Valladolid y la Casa de Medinaceli como «O mar, o mar fiel de mis ojos«; «Vuelve tus claros ojos«; «Ay de mi sin ventura«; «Sobre una peña«; «Siendo míos«; «Ay soledad amarga« y «Ribera sacro Darro».

​Tres de sus canciones fueron adaptadas para Vihuela por Esteban Daza en El Parnaso: «Ay de mi sin ventura«; «¿No vés amor?»; y «Qué razón podéis vos«, entre otras versiones.

Su obra para la imprenta, la llevó a cabo el sobrino del compositor marchenero llamado Fernando Navarro Salazar y publicado en Roma con el título de Salmos, hymnos y Magnificat (1590) con la ayuda de Francesco Coattino y Giacomo Tornieri​ con el apoyo de Francisco Soto de Langa, cantor de la Capilla Pontificia.

La fama de este repertorio, el más difundido en España y otros países, se debe a que fue el primer compositor español que crea un ciclo completo de himnos para todo el año litúrgico.

Se conservan copias de su obra en capillas de Ávila, Burgos, Cuenca, Évora, Capilla Real de Granada, Guadalupe, Murcia, Palencia, Plasencia, Salamanca, Segovia, Sevilla, Toledo, Valladolid y Zaragoza.

FUENTES

REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

REVISTA MUSICA ANTIGUA