El mercado de esclavos en Sevilla y Marchena, fuente de riqueza para élites y banqueros
José Antonio Suárez López
Sevilla y Cádiz concentraron la mayor población esclava y negra de España desde el medievo, y se cree que alrededor del 20% de los habitantes de esas ciudades eran negros. El tráfico de esclavos supuso uno de los negocios más lucrativos del que se beneficaron las élites locales sevillanas como los Ponces y Guzmanes.
En Sevilla, los esclavos se ofrecían a los viandantes en las Gradas de la catedral y el precio de las hembras era superior al de los varones, especialmente aquellas que tenían entre once y veinte años y más si eran blancas norteafricanas. En la Castilla del siglo XV, se distinguían los esclavos moros y los negros, pero además había esclavos canarios, turcos y judíos.
El propio Rodrigo Ponce de León Señor de Marchena, mientras fue Marqés de Cádiz compraba y vendía esclavos que apresaba su flota del Estrecho antes de ser traidos en algunos casos a Marchena mientras que el conquistador marchenero Martin Ruiz de Marchena, alcalde de Quito y Lima, explarador en Cartagena y tesorero real en Panamá tuvo licencias reales para la vente de esclavos negros africanos en América.
Los esclavos guanches canarios eran blancos, algunos rubios y se les bautizaba y se les cambiaba el nombre. En Marchena fueron muy comunes en este tiempo los esclavos negros, moriscos y guanches. El Duque tenía en su palacio alrededor de 200 esclavos. Los judíos sefarditas tuvieron el control del comercio de esclavos entre Portugal, España, Africa y Canarias en el XV.
Para hacernos una idea del negocio del Marqués de Cádiz, en un solo día, el viernes 2 de Diciembre de 1485 Alfonso Chrino y Antón Bernal, conversos, con su armada del estrecho al servicio del Señor de Marchena capturaron 189 esclavos «30 moros feridos y dos moras con dos niños e vna niña, e ocho cabeças de judíos, grandes e pequeño». Chirino fue el principal comprador de este cargo que se vendió en ocho días, por «seteçientos e nouenta e seys doblas castellanas que montan a cada vna dozientas e nouenta mill e quinientos e quarenta marauedís» según las cuentas relativas las rentas de la tesorería y hacienda que la casa y estado de Arcos posee en la villa de Marchena (Sevilla).
De toda esta venta el Señor de Marchena se quedaba con una parte y entregaba otra parte a sus capitanes. Restan para quintar al marqués, mi señor: 311.073. Monta el quinto por entero 52.214 de que se quinta XX[M]DCCXXXVIII que el marqués, mi señor, manda dar a los armadores. Restan para su señoría XLI[M]CCCCLXXVI.
El negocio quedaba en manos de genoveses y conversos cercanos al Señor de Marchena en el gobierno gaditano como Pedro Alvarez, capitán y criado del Marqués de Cádiz, los genoveses Cosme Usodemar, los gafitanos, Alonso Sánchez, canónigo, Lorenzo Pinelo, prestamista, Juan Sastre, nercader, Pedro de Estupiñan, Juanoto el Negro, prestamista o Cosme Lomelino banquero genovés.
La demanda de mano de obra en las Indias, a partir de 1515 incita a la búsqueda y captura de esclavos negros, formándose compañías mercantiles entre genoveses, portugueses y castellanos. Complejos negocios y grandes fortunas se ponen en movimiento.
Con motivo de las sucesivas guerras contra los musulmanes existía una presencia significativa de esclavos en Sevilla y Cádiz, cautivos en guerras o personas compradas en mercados de esclavos. A esto se sumó el tráfico de esclavos africanos que recalaban en Andalucía y luego pasaban a América. Los conversos portugueses monopolizaron el negocio de esclavos desde el siglo catorce que se amplió con el descubrimiento de América.
EL MERCADO DE ESCLAVOS EN SEVILLA Y PROVINCIA
Los compradores de esclavos de Sevilla eran traficantes que necesitaban de licencias reales o inversores como banqueros que usaban la licencia como un gran negocio al ser activos financieros de gran demandada y liquidez.
La Casa de la Contratación sevillana vendió directamente en 1551, 500 licencias para comerciar con esclavos a la isla de Cuba. La casa real se lucraba con el comercio de esclavos a través del impuesto llamado almojarifazgo de esclavos, que comenzó a cobrarse en 1544 a razón de un 2,5% del valor del esclavo y se incrementó con el tiempo hasta el 7,5% y finalmente el 9,5%.
Los propietarios de licencias de esclavos dejaban la cuestión en manos de apoderados o de corredores de lonja, que entre sus múltiples tareas se incluía la de pregonar las licencias disponibles. Como fuente de lucro las licencias de esclavos se compraban y vendían, pero si el mercado estaba saturado, su precio bajaba.
El oficial sevillano Juan Palacios acudió a Marchena para notificar a Diego Manuel Bocarro que le habían correspondido 400 licencias, pero el agraciado, supuestamente afectado de peste, replicó que nunca las había pedido y que no sabía «cosa alguna de ello». Ante este tipo de situaciones, las licencias quedaban en manos de los jueces y de la Audiencia de la Contratación, que debía pronunciarse al respecto.
En 1512 se concede Licencia a Juan Ponce de León para sacar seis esclavos a condición de no poderlos «vender, ni enagenar, sino servirse de ellos».
Aunque en las leyes, los esclavos no tenian libertad de movimientos, en la práctica, los lugareños no tenían problemas en darles de comer y beber si aparecían en los mesores de Marchena. De hecho las primeras ordenanzas municipales de Marchena y de muchos otros municipios sevillanos, están llenos de normas relativas a los esclavos lo que dá cuenta de su gran número.
En las tabernas y mesones, los esclavos se integraban con los locales, a pesar de que continuaban con sus propias fiestas y ritos procedentes de sus países de origen tal y como ha estudiado Raúl González Arévalo.
LA COMPRA DE ESCLAVOS DE MARTIN RUIZ DE MARCHENA
Por lo tanto las personas que obtenian licencias para compraventa de esclavos en Sevilla y provincia eran casi siempre ricas e influeyentes como Martin Ruiz de Marchena.
«En Valladolid a 16 de septiembre de 1558 años se despachó una cédula por la cual se da licencia a Martín Ruiz de Marchena para pasar a las Indias ocho esclavos y esclavas negros por cuanto pagó en poder de Ochoa de Luyando 16 ducados de la licencia de ellos, y que Villegas tome la razón, firmada de la princesa, refrendada de Ledesma, señalada de Virruesca, Sarmiento, Vázquez, Villa, Gómez Agreda».
El Capitán Martín Ruiz de Marchena, natural de Marchena, Sevilla «hace treinta y cinco años poco más o menos llegué a la ciudad de Cartagena (de Indias) donde me hallé la conquista de ella con el gobernador Pedro de Iglesia hasta que se conquistó y pacificó» junto a otros 150 millitares en junio de 1533 según el documento Méritos y servicios de Martín Ruiz de Marchena, fechado en Lima, en 1564.
Cartagema de Indias.
Además estuvo en la «conquista, población y pacificación del virreinato de Tierra Firme en 1535 donde tuve mi casa y asiento», en Panamá donde fue tesorero real y luchó contra los hermanos Contreras. Estuvo en la exploración y conquista de Perú y Ecuador donde fue Alcalde de Quito en 1576.
Ciudad de Panama.
La ciudad de Panamá fue fundada el 15 de agosto de 1519, por Pedro Arias De Ávila Gobernador. En Mayo de 1552 el rey Felipe II manda que paguen a Martín Ruiz de Marchena trescientos mil maravedis anuales durante todos los días de su vida, en virtud de sus servicios durante el levantamiento de Hernando de Contreras.
Los hermanos Hernando y Pedro de Contreras, nietos del Gobernador Pedro Arias Dávila,se rebelaron contra el Rey tras matar al Obispo de Nicaragua, saquearon la casa del Tesorero Real, Martin Ruiz de Marchena, y robaron cuatrocientos mil pesos en plata. Ruiz de Marchena con tropas de Juan de Larez, rescataron los dineros del Rey haciendo huir á los Contreras.