El simbolismo oculto en la iconografía del risco de la Divina Pastora en San Juan
José Antonio Suárez López
Alvaro Román, natural de Cantillana y Pastoreño explica eñ risco simbólico tal y como lo describió el introductor de esta devoción Fray Isidoro de Sevilla en el XVIII.
Román nos explica la rica y profunda simbología de este risco. La Virgen aparece ataviada de Pastora y a sus piés están el cetro y la corona, símbolo de la realeza y alrededor los tres rebaños, en donde las ovejas son las almas.
El cordero que la Virgen está acariciando es el Cordero del Apocalipsis de la representación cristológica de la iconografía del cordero.
El rebaño militante, los humanos que estamos en la tierra, el rebaño triunfante simbolizando a las almas que están en el cielo, junto con ángeles y potestades y el rebaño purgante que son las almas que están en el purgatorio, purgando sus pecados. La oveja que aparece purgando está en actitud de rascarse. Las ovejas han sido traídas desde Cantillana y tiene el símbolo de la Virgen. La Virgen ha dejado su corona y cetro a los piés y se presenta vestida de pastora.
La Divina Pastora está en la cima del monte cobijada por una zarza o rosal que nos recuerda el Monte Arjo donde Dios se apareció a Moisés en forma de zarza ardiente.
Isidoro de Sevilla pedía que se pusiera el Santísimo Sacramento sobre la zarza y la Divina Pastora para recordarnos que la Virgen es como esa zarza en la que se manifiesta Dios.
También aparece San Miguel que conduce a las almas en el tránsito y además para Fray Isidoro es el mayoral del rebaño que protege a las ovejas de la serpiente, que es el mal. Vemos una oveja que al balar o al rezar el Avemaría, representado por un elemento de plata que sale de su boca, el arcángel San Miguel, que celebra la próxima semana su festividad, sale en su defensa. El Arcángel Miguel es el defensor de la Iglesia, capitán de la milicia celeste y guía de las almas en tránsito.
El Ave Maria son las rosas de plata que llevan en la boca las ovejas y que componen el rosario o la corona de flores de la Virgen. Por eso la pastora no tiene corona porque la corona con que coronan las ovejas son las rosas del Ave María.
La Virgen se nos presenta vestida de Pastora con un sombrero campestre tocado de flores, ataviada con una pelliza de pastor y que deja a los pies el centro y la corona, símbolo de su realeza.
Otro símbolo es el poblado que es el pueblo de Dios con la torre Santa María, que simboliza la iglesia y además ese versículo del Salmo que dice «somos su pueblo y ovejas de su rebaño». Es como una confesión de que somos rebaño de Cristo rebaño de la Divina Pastora.
También aparece el niño Jesús con las alegorías de la Eucarística que lleva en la mano uvas y espigas de trigo, el pan y el vino que se convierte en su cuerpo y en su sangre. y que es el pasto con el que la Divina Pastora nos apacienta a nosotros su rebaño. Es pasto con que nos apacienta es la Eucaristía.
El agua que corre simboliza la fuente sellada que es una de las Letanías de la Virgen y también el salmó que dice «en verdes praderas me hace recostar me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas».
Rematando el risco están las esculturas de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen, procedentes del altar de la Inmaculada de la Parroquia San Juan Bautista en recuerdo de la reciente fiesta del natalicio de la Virgen.