El solsticio de invierno, una fiesta solar milenaria
José Antonio Suárez López
El solsticio de invierno en el hemisferio norte fue el viernes 22 de diciembre, a las 03:27 horas. El Sol alcanza su máxima incidencia «y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia. A esta circunstancia se la llama también solsticio o ‘Sol quieto’ de invierno.
Todas las culturas tienen su fiesta invernal por el solsticio. La Janucá judía Aid al Saguir musulmana. Todas estas fiestas consisten en comer dulces, pasteles, la familia invitada la aparente buena voluntad y el sol que empieza su ascensión por el firmamento alargando el día.
Con la llegada del Solsticio de Invierno la luz del Sol penetra en el tholos de El Romeral en Antequera hasta su segunda cámara. El tholos de El Romeral está datado aproximadamente en torno al año 1800 a.C. Es una cámara de planta circular y techo abovedado de unos 5 metros de ancho con una altura de casi 4 metros. La entrada del sol en el tholos de El Romeral los días 21, 22 y 26 de diciembre a partir de las 14 h.
La fiesta del nacimiento de Jesús nace con las Saturnales romanas, 25 de diciembre simbolizando la victoria de la luz sobre la oscuridad. Justo las antiguas misas de maitines de la navidad se hacía coincidir la misa navideña con el amanecer y la salida del sol hasta el siglo XVIII.
Una vez al año, los rayos del sol bañaban las paredes, la luz dorada se colaba por el único portal del edificio e iluminaba majestuosamente la estatua colocada en la sala principal de una tumba ubicada frente a la Isla Elefantina, en la ribera occidental del río Nilo. Esta sepultura, construida a finales de la XII Dinastía (alrededor del 1830 a.C.) y dedicada a un gobernador de la ciudad, es la más antigua de Egipto orientada al solsticio de invierno.
Investigadores de las Universidades de Málaga y Jaén acaban de descubrir el panteón en la necrópolis de Qubbet el-Hawa (cerca de la moderna ciudad de Asuán). El espacio registraba perfectamente todo el ciclo solar, relacionado con la idea del renacimiento de los difuntos.
El Sol Invicto (o Sol Invictus) romano festejaba el renacimiento del Sol no conquistado el triunfo de la luz y que los días comenzaran a alargarse. Con la llegada del cristianismo al Imperio Romano se adoptó la celebración de la Navidad como sustituta de la festividad pagana. Luego la iglesia católica cambió el calendario romano por el gregoriano, y el solsticio quedó en el dia 21.
Las saturnales eran fiestas a Saturno defensor de la agricultura y se celebraban a la luz de velas y antorchas para poner fin al periodo más oscuro del año y dar la bienvenida al nuevo periodo de luz (o nacimiento del Sol Invictus, el 25 de diciembre.
El pueblo judío celebra Janucá (también Festividad de las Luminarias), que tiene lugar en 25 de Kislev (mes del calendario judío que cae a finales de noviembre o principios de diciembre según el calendario gregoriano) y consiste en una celebración de ocho días para conmemorar cómo el candelabro del Segundo Templo de Jerusalén se mantuvo encendido durante ocho días seguidos sin tener casi aceite para mantener las llamas.
Los judíos lo consideran un milagro. Es por ello que en Janucá se enciende un candelabro de nueve brazos (januquiá). Los cuatro brazos en cada lado representan los ocho días de celebración del milagro del aceite, mientras que el del medio, conocido como shamash (siervo), se usa para encender los demás.
Muchos de los templos que construyeron los mayas, con altos conocimientos en astronomía y matemáticas, son auténticos calendarios y están orientados hacia la salida del Sol en fechas clave. Un ejemplo es la pirámide de Kukulkán, una de las siete maravillas del mundo moderno, situada en la zona arqueológica de Chichén Itzá (México).
Stonehenge supone uno los monumentos con una orientación astronómica más conocidos. Las piedras que forman este semicírculo, de unos 5.000 años de antigüedad, están alineadas para marcar la salida y la puesta de sol durante ambos solsticios. Miles de personas acuden al monumento, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1986, todos los años en la noche del solsticio para ver el amanecer de este día.