Exorcismo poético con Tomás Vicente como maestro de ceremonias
José Antonio Suárez López
Exorcismo poético ayer en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Marchena con Tomás Vicente como maestro de ceremonias concitando el interés de más de 200 personas que se acercaron quizá por vez primera a la magia de un libro que contiene un trozo de vida, del amigo, del familiar, del poeta joven.
En el espacio donde habitualmente hay discordia y enfrentamiento hubo ayer poesía, verdad, emoción, amor, música, pintura y risas. Es esta la magia de la cultura. Dos centenares de personas agotaron los libros disponibles mientras el autor firmaba ejemplares por más de hora y media. Otro milagro.
«Solamente por el hecho de que esta gente joven aun tenga algo que decir y atraiga toda esta posibilidad de lectores, buen camino llevamos» expresó Carlos de la Cueva de la editorial Crisol de Granada, editor del libro Poesía de Acera, de Tomás Vicente, presentado ayer en el salón de actos del Ayuntamiento, definió de forma certera al poeta novel de Marchena que ya prepara su segundo libro.
«Como editor recibo muchos originales, la mayoría de gente joven y eso me da esperanza de que no se acabe la literatura». Para Tomás Vicente, «este es el comienzo de un camino muy dificultoso» en palabras de su editor. «De 400 autores que han pasado por mis manos 390 se han perdido para la causa porque no pueden vivir de ello y la mayoría abandona. Se venden muchos libros el problema es que se publica demasiado, se publica casi a cualquiera que se mira en el espejo y crea que tiene algo que decir», expresó Carlos de la Cueva.
La poesía de Tomás Vicente es auténtica y tiene la sencillez y la personalidad de su propia alma. Ajena a la afectación y el ripio fácil sus versos son sencillos y frescos, como también lo es el propio poeta.
Tomás Vicente padre es el representante de una saga familiar sencilla y trabajadora, ajena al ambiente poético literario. Su madre Luisa López confiesa que el poeta lee libros desde pequeño, y que siempre le ha gustado leer y ha sido un niño distinto. «Hace un año y medio me dijo que iba a escribir un libro, nunca pensamos que llegaría a publicar un libro, el estará viviendo una experiencia preciosa, pero nosotros lo estamos viviendo con ilusión y orgullo». Ya tiene poemas para un segundo libro.
Se trata de un proyecto editorial cuidado al detalle, tanto las ilustraciones, como las fotos, y el tipo de papel, fruto final de sus estudios de producción editorial en Granada.