El 16 de Marzo de 1521 llegaron por primera vez los españoles a Filipinas, que ahora se conmemora con una exposición. Pocos años después ya había un marchenero en Filipinas, Francisco Montilla Ponce de León, cuya historia rescatamos en estas líneas.
Tras la llegada de los españoles a las Filipinas, se encontraron la cultura occidental y la oriental, la tradición europea y las tradiciones china y japonesa.
Francisco de Montilla y Ponce de León, Confesor, fue uno de los primeros en viajar a Asia. Natural de Marchena, de la familia de los Ponces de León Godoy y Córdova, se crió en la casa del Duque de Arcos, en la que estudió latin.
Arte asiático en los conventos de Marchena.
En 1599 era Maestro de Novicios en el convento de Alcalá de Henares y murió en Almodóvar del Campo, donde está enterrado. En un viaje a Madrid acompañó al Marqués de Priego donde tomó el hábito franciscano y profesó en el Convento de Arenas.
En 1583 el marchenero viajó hasta Tailandia (entonces llamado Cochinchina) y la isla China de Haynan frente a Vietnam donde fue apresado. Junto a Fray Jerónimo de Aguilar es considerado como el primer «Apóstol de Siam». Tras dejar Asia, participa en el capítulo general de la orden fransicana en Roma en 1594 y murió en 1603 en España.
Fue Presidente y Maestro de Novicios en Manila. En 1594, volvió a Roma y Madrid y luego Comisario de la Custodia de San Diego de Méjico, hoy California. En 1599 era Maestro de Novicios en el convento de Alcalá de Henares de la Provincia de San José y murió en Almodóvar del Campo, donde está enterrado.
En la madrugada del 25 de octubre de 1583 los remeros chinos del buque del gobernador español en Filipinas se hicieron con las armas del buque y se amotinaron asesinando al gobernador Gómez Mariñas y a punto estuvieron de matar a su secretario Juan de Cuéllar de no salir en su ayuda el franciscano marchenero Francisco Montilla, que logró salvarlo.
El motín se produjo frente a las costas de la isla Caca, al norte de la ciudad de Cádiz (Filipinas) justo después de partir de Manila la armada compuesta por 200 barcos y 900 soldados que se dirigían a tomar el fuerte de las Islas Molucas o islas de las especias.
Según las crónicas franciscanas el padre Montilla imploró a los chinos para que no mataran a Juan de Cuéllar logrando salvar su vida «mas otros españoles que se salvaron a nado» dando aviso de lo que sucedía a Manila.
Los amotinados pusieron rumbo a su país, China con intención de entregar sus riquezas a su Emperador. Los vientos desvían el buque hasta Vietnam del sur donde los secuestradores son apresados por el rey de la Cochinchina confiscándole objetos y cañones robados. Los chinos que pudieron se refugiaron en Malaca y el resto fueron juzgados en Manila.
De esta forma España quería controlar el comercio de Europa con Asia arrebatándole las Molucas a Portugal -que habia controlado con toda la región en 1511- por ser el lugar donde se producían las especias -nuez moscada, pimienta y canela- que valían su peso en oro en Europa.
Además Felipe II -en honor al cual se bautizan con su nombre las Filipinas en 1542- llegó a tener un plan para conquistar China, aún sin conocer bien las dimensiones ni la potencia del país. El emperador español desechó sus planes sobre China tras el desastre de la Armada Invencible.
DE MARCHENA A ASIA
Catedrla de Manila
OTROS MARCHENEROS EN FILIPINAS
La historia de Filipinas está llena de sevillanos como Rafael María de Aguilar y Ponce de León (Écija) General de las Islas Filipinas entre los años 1793 y 1896 y fundador de la provincia de Nueva Ecija y los marcheneros Juan Marcelo de San Antonio (Manila+1771), Fray Antonio José Alvarez de Luna Obispo de Nueva Cáceres,Miguel Pérez, Predicador, Comisario de la Tercera Orden de Sampaloc, (+1818).