Lluvia y frío en la noche del Jueves Santo no impidieron que la hermandad de la Veracruz brillase con luz propia en su recorrido procesional por las calles del barrio de San Juan. Sin embargo restó presencia de público sobre todo en los porches de San Juan o en la calle Las Torres y Plaza de San Andrés, donde había poca gente observando la cofradía.