En 1896 pudo verse en la feria marchenera el primer gramófono, que se exhibía al precio de a gorda la audición.
Era un gramófono con forma de cilindro y en el que se oían zarzuelas como La Marcha de Cádiz de Chueca. «Más de cien personas escuchaban en apretado círculo. Un vecino dijo: Ten cuidado, no hables que este bicho te coge la voz y sirves tú de guaseo por todas partes». Otro que presumía de cantaor flamenco, lo examinó, dio dos o tres vueltas alrededor y requerido a que diese su opinión dijo: «Propuesto por el hombre, pero mágico». Fuente: El Eco de Marchena.
En la Feria de 1911 se produjo el primer vuelo de un aeroplano en la historia de nuestra comarca que trajo hasta nuestro pueblo a 30.000 personas, “la mayor multitud que se recuerda” según informa el diario madrileño La Mañana de 12 de septiembre de 1911 en tiempos del Alcalde Ricardo Calderón Gutiérrez. Inicialmente estaba anunciado el famoso piloto Georges Le Forestier que murió un día antes en un espectáculo en Huelva en la primera Fiesta de la Aviación convertido en tragedia el 4 de septiembre, al fallecer Le Forestier nada más emprender el vuelo en su Bleriot.
Tras la muerte de Le Forestier el Ayuntamiento de Marchena contrató a Serviés. El campo de aviación, era según el propio piloto Serviés, de los mejores de España. El piloto ofreció dos espectáculos de veinte minutos, “haciendo virajes y evoluciones” que levantó ovaciones.
En 1915 se ofrece en la Feria un espectáculo a cargo del piloto marchenero Antonio Sánchez Jurado en un aeroplano modelo Fourbe.
CINE EN BARRACAS DE FERIA
Un 28 de diciembre de 1895, un reducido grupo de poco más de una treintena de personas llenaron los sótanos del Grand Café, en el número 14 del boulevard des Capucines de Paris. Asistieron a la que se considera la primera proyección de cine con público. El precio de la entrada era de un franco y el programa consistía en 10 películas, la mayoría con una duración de unos 50 segundos. Sus impulsores fueron los hermanos Auguste y Louis Lumière.
El primer cine llegó a Marchena con motivo de la feria de 1908, siendo alcalde Ricardo Calderón. Aparece anunciado en el programa de actos de la feria de ese año cuyo original se conserva en el Archivo Municipal como un “cinematógrafo público al aire libre”.
Se exhibía como una novedad tecnológica en la Avenida Santos Ruano, es decir al pie del baño de los caballos, donde se solían instalar las casetas y tiendas y donde luego se levantaron los primeros teatros y cines. Desde entonces no faltó el cine en la feria de Marchena.
En 1910 eran frecuentes las proyecciones de cine en el salón alto del Casino Conservador, expone Oliver Tovar en su obra “El Cinematógrafo en Marchena, 1908-2012)”. En 1912 se exhibieron las primeras películas eróticas en la actual Plaza del Ayuntamiento, provocando muchas quejas ante el Alcalde. El primer cine estable en Marchena se llamó Cine La Palma y llegó en 1915, para dar paso a los cines-teatro Colón y Campoamor ubicados en el Arrecife (Avenida)