Las auroras aparecen por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra, según la Aemet. “El viento solar es más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años”, ha explicado.
Meteorología ha informado que actualmente estamos cerca del máximo de actividad solar: las manchas solares indican las zonas de actividad magnética solar asociada con erupciones solares atmosféricas y eyecciones de masa coronal.
El campo magnético de la Tierra canaliza las partículas, principalmente electrones y protones, que colisionan con los átomos y moléculas de los gases de las capas superiores de la atmósfera (termosfera y exosfera). Esas colisiones provocan que los electrones de los átomos de nitrógeno y de oxígeno asciendan temporalmente a un estado energético superior, “excitado”, según la Aemet.
En este sentido, que casi desde cualquier punto de España se haya podido ver este fenómeno, es un claro indicativo de la fuerza excepcional de la tormenta geomagnética que ha azotado a la Tierra. De hecho, estaba previsto que pudiera ocurrir una tormenta solar este fin de semana, pero no de esta magnitud.
Esta tormenta geomagnética, ha explicado el SWPC, podría interferir en varios aspectos de la infraestructura tecnológica, desde las comunicaciones hasta la navegación. Dahl ha asegurado que se han tomado medidas preventivas con los operadores de infraestructuras esenciales, como las comunicaciones y las centrales eléctricas.