Isabel Carmona: «La música tiene la capacidad de traspasar el lugar y el momento»
José Antonio Suárez López
La pianista Isabel Carmona bono cursa segundo de piano en el conservatorio superior de Málaga y segundo del profesional de órgano.
El repertorio recorrerá la historia de la música clásica, incluye una suite de Bach de época barroca, habrá luego una pausa y una segunda parte dedicada al clasicismo tardío y el romanticismo con piezas de Beethoven, Schumann, Chopin, Rachmaninoff y finalmente habrá una sorpresa.
-La música eleva el espíritu, se dice que la música es el lenguaje divino.
-«Tanto para el intérprete como para el oyente, la música tiene la capacidad de traspasar el lugar y el momento y puede llevar a la mente a sensaciones que no sospechabas. Yo, las cosas que he sentido tocando no las he podido sentir en otros momentos, al igual que oyendo música . Hay una sensación que no se puede describir y que no se sabe muy bien qué es cuando uno está escuchando música clásica».
-Como intérprete supongo que irás viendo la evolución de la composición desde las más antiguas a las más modernas.
-«Es verdad que hay ciertos matices, esos detalles que diferencian una partitura, yo sabría diferenciar la época sin saber el autor simplemente echándole un vistazo a la partitura. Por ejemplo, el pedal clásico en el pianoforte actual -que son tres pedales-, eso en el Barroco, no existía. Porque se usaba el clave o el fortepiano, que es el antecedente del actual pianoforte. Entonces nunca vas a encontrar en una partitura barroca un pedal, por ejemplo.
Y las dinámicas no eran habituales escribirlas en el Barroco, porque se dejaba a la improvisación del artista. A medida que vamos avanzando cada vez las partituras son más específicas y tienen muchos más detalles. Hasta tal punto de encontrarnos en una partitura de Debussy que te dice: imagínate que estás en una playa».
-Se llamaba música impresionista.
-«Sí. Es música impresionista porque trata de dejar una impresión y también se le denomina música descriptiva».
-Que estaría relacionada con la pintura impresionista del momento Monet, etc.
-«De hecho Debussy tiene una obra que se llama Isla Alegre, basada en un cuadro impresionista y es puramente descriptiva y tú, cuando lo escuchas te puedes perfectamente imaginar el barco que va hacia una isla, incluso oír las olas».
-También hay marchas de Semana Santa descriptivas como «Soleá dame la Mano» los grandes compositores la escuchaban y decían que estaba describiendo una escena de Semana Santa.
-«Sí. Esta corriente descriptiva también influyó a compositores españoles por la cercanía con Francia y el nacionalismo español también se hizo muy popular, y muchos compositores como Bizet o Ravel se impregnaron de este nacionalismo español, al final es un intercambio».
-¿La complejidad del órgano es mucho mayor que la del piano o no tiene porqué?.
-«Se trata de instrumentos distintos. El órgano no tiene matices y tampoco tiene dinámicas y el piano sin las dinámicas no es nada. La pulsación del organista es distinta a la del pianista, pero el órgano tiene una pedalera con la que tienes que hacer melodías y cambiar de registro. En el piano la pulsación es fundamental. El pianista habitualmente lanza la mano desde arriba y el organista es desde la tecla. En el órgano es más importante la salida de la mano es decir, que todas las notas salgan a la vez, más que la entrada y en el piano somos más descuidados con la salida de la mano y es mucho más importante el ataque».
-Si te dieran a elegir que preferirías órgano o piano
-«Yo soy pianista y me gusta mucho más el repertorio del piano, es mucho más variado porque el órgano se quedó desfasado en siglo XVIII, aunque es verdad que sigue habiendo compositores muy buenos que siguen componiendo para órgano, pero el repertorio pianístico es mucho más rico».
-¿Existe un repertorio amplio para órgano fuera del ámbito sacro a día de hoy?.
-«A partir del XIX los compositores empezaron a componer música profana para todo tipo de instrumentos incluyendo el órgano. Yo estoy tocando mucho el órgano en algunas ceremonias religiosas y en iglesias que me llaman para tocar y es evidentemente música sacra».
-En un plano técnico expresivo, ¿qué diferencias hay entre la música sacra y la música profana?.
-«La música descriptiva por ejemplo no tiene nada que ver con el mundo religioso. Aquí vemos un caso de música totalmente profana y por otra parte, el concepto de disonancia sería una característica más propia de la música profana. A partir del siglo XIX casi toda la música que se hace es ya profana».
-A qué te gustaría dedicarte en el futuro. Cómo te ves dentro de 10 años.
-«Es bastante utópico y es lo que sueña cualquier pianista, ser concertista de piano. Pero quizás otra idea interesante sería entrar en una orquesta sinfónica, sacar tu plaza, tener un sueldo asegurado cada mes y vivir de tocar en una orquesta de acompañamiento y luego tener mi vida como concertista de piano independiente».
-La composición musical te llama especialmente la atención o no.
-«Sí, tengo interés, lo que pasa es que la carrera te absorbe tanto y tienes que tocar tantas horas el piano y el órgano que es complicado sacar el tiempo necesario para poder componer. Pero sí, me interesa la composición y tengo muchas ganas de aprender. He compuesto algunas pequeñas obras por mi cuenta pero no tengo todavía la formación necesaria para decir que soy compositora».
-Supongo que será distinta la formación de un intérprete que de un compositor.
-«Mi compañera de habitación estudia composición musical y la formación es distinta. Solo tenemos en común dos asignaturas, es mucho más teórica su carrera. Tiene que estudiar todos los tipos de composiciones y cosas muy específicas».
-Siempre se define a los compositores por su genialidad.
-«Yo creo que desde el siglo XIX con el romanticismo el compositor se endiosó y se habla mucho de la inspiración, pero Picasso decía: que a mí las musas de la inspiración, si vienen, que me pillen trabajando. Un compositor es una persona que tiene que trabajar y estudiar muchísimo porque la inspiración no es una cosa que te llegue de repente. Normalmente es porque estás estudiando y estás trabajando sobre un tema.