La arqueología puede convertirse en una profesión en riesgo en un futuro no muy lejano si no cambia la actual legislación según Jacobo Vázquez Paz, responsable de arqueología del colegio oficial de doctores y licenciados en Filosofía y Letras de Sevilla y Huelva.
Para protestar contra las actuales leyes en materia arqueológica que amordazan a los profesionales del sector, se ha convocado en Cádiz el I Encuentro Estatal de Arqueología Profesional que se celebra del 16 al 18 de noviembre en Cádiz, en la Casa de Iberoamérica gaditana de donde saldrá una postura común de los arqueólogos andaluces frente a las conversaciones con la Consejería de Cultura para cambiar algunos artículos de la ley que atenazan al sector. A ellas acudirá Vázquez Paz como invitado.
La inmensa mayoría de los arqueólogos de Andalucía son mileuristas siendo personal altamente cualificado, con títulos de doctor y con estancias en el extranjero de años en muchos casos. Sin embargo los arqueólogos andaluces a duras penas logran ganarse la vida, por eso muchos están abandonando la profesión por otras más lucrativas. Esto se traduce en una desprotección del patrimonio arqueológico rural andaluz.
Vázquez y el equipo de Atlas Arqueología acaba de encontrar un cementerio Paleocristiano a los pies del santuario de Regla en Chipiona y mantiene otros proyectos en Sevilla provincia. Excavó el yacimiento romano de El Lavadero de Marchena donde espera volver pronto y afirma que Marchena «debería tener un arqueólogo municipal».
«Si ésto sigue así los arqueólogos estamos en vías de entrar en extinción y el patrimonio arqueológico está bastante desprotegido en los ambientes rurales. Es una profesión que si las cosas no cambian claramente acabará estando en extinción sin duda» explica.
«Hasta hace menos de un mes teníamos prohibido tener más de una autorización para desarrollar actividades arqueológicas, es decir no podíamos presentar dos o tres proyectos simultáneos» explica Vázquez y además las autorizaciones de la Consejería de Cultura tardan una media de tres meses, lo que ralentiza sus trabajo.
«Si un arquitecto presenta un proyecto sobre un castillo, puede dirigir al mismo tiempo, 40 proyectos, pero a mí, por ser arqueólogo se me prohíbe tener otra actividad en Andalucía y se me impide que me ausente de la obra, no puedo dejar un encargado a veces ni para ir a hablar con la Junta» explica Vázquez Paz.
«Hay una ley muy mal hecha y unos abusos inmensos de la Consejería de Cultura contra el colectivo de arqueólogos». «La ley coarta por completo la libertad laboral del arqueólogo al anclar el arqueólogo a un solo expediente», concluye «estamos perdiendo oportunidades económicas con esta normativa», que dificulta la viabilidad económicas de las empresas arqueológicas y la propia actividad profesional.
«Estamos perdiendo arqueólogos continuamente, y lo peor es que estamos perdiendo arqueólogos altamente cualificados que por subsistencia se tienen que ir de la profesión. Hay muy pocos arqueólogos libres que tengan más de 50 años porque abandonan la profesión porque es insoportable la normativa que no permite la consolidación de equipos» concluye Vázquez Paz.