Inmigrantes, religiosos y voluntarios celebrarán el próximo jueves 18 de enero la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado en el seminario hispalense con el marchenero Joaqúin Castellón como delegado diocesano de Migraciones.
Según Joaquín Castellón los inmigrantes le tranmsiten ·que es dificil para ellos integrarse en las parroquias sevillanas muchos inmigrantes en las tareas pastorales no se sienten todo lo acogido que les gustaría».
Por ello apuesta por abrirles los brazos. «Desde una sonrisa cuando reconocemos al extranjero, preguntarle por su procedencia e interesarnos por ellos, invitarlos a participar en la liturgia, en los cantos, hasta participar como catequista» según explica él mismo en una entrevista publicada por la web del Arzobispado en el dia de hoy.
Joaquín Castellón destaca que los inmirgantes integrados suponene una riqueza para nuestra sociedad «muchos también se ven arropados por familiares así, en una situación de desempleo, no tienen graves problemas. En definitiva, las realidades que atendemos son muy diferentes».
Destaca el papel del Papa Francisco indicando claramente que «tenemos que acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes» señala Joaquín Castellón inteprretando el mensaje del Papa que supone «un camino de futuro». Rechazarlo supone «abandonar a personas que se ahogan en el mar, rechazar a personas en guetos de marginación, rechazar a personas en situaciones de guerras, etc. Este camino es difícil de asumir por la política internacional, pero es imprescindible que se proclame y que se trabaje en ello.
La Delegación de Migraciones está formada por un grupo de personas que trabajan para impuslar proyectos. Muchos inmigrantes llaman a las puertas de las iglesias sevillanas y Cáritas realiza un acompañamiento a este colectivo, según Joaquín Castellón.
«Hay personas que vienen como refugiados y que, mientras tienen el paraguas de la institución, están protegidas, pero después se encuentran en una situación muy difícil; muchos llegan a la intemperie, sin nada, y como consecuencia sufren explotación laboral porque hay quien se aprovecha de su situación».
«Pero la iglesia no debe ser la única institución acogedora de inmigrantes «sino que instituciones a todos los niveles tienen esa obligación. Y por supuesto, todas las personas de a pie».