Según el inventario de 1835 entonces presidía el Altar Mayor un tabernáculo con una imagen del Niño Jesús. En su centro una imagen de la Concepción y otro de San José con el Niño. Había altares de San Francisco, San Antonio. En la Sacristía había un lienzo de gran formato de los Angeles Custodios y otro de San Agustín.
Había 16 pinturas. Una Virgen de la Soledad, un San Jerónimo, Santa María Magdalena, San Miguel, la Encarnación, Santa Rosa de Viterbo, Santa Rosalía, V. de Guadalupe, San Nicolás de Tolentino, la Comunión de la Virgen, la V. de Regla y cinco tablas de pequeño formato. Según Ravé, los lienzos del coro de San Agustín procederían de Capuchinos.
En ese inventario aparece una Piedad sobre tabla atribuída a Lenardo Da Vinci por Gomez Acebes que conserva parcialmente la familia García Vinuesa en Marchena, según Ravé. Solo se conserva una parte de la tabla, la que representa a Jesús.
El convento había recibido el parque del palacio y ampliado sus dependencias meses antes de la ocupacion Napoleónica cuyos soldados se instalan en el Convento y Palacio. El refectorio, la bodega y otras dependencias se convirtieron en cuadras para los caballos. La comunicación entre el palacio y el convento se hacía a través de una escalera y una galería lo que provocaría el paso constante de las tropas de un edificio al otro.
Tras ser ocupado por los franceses se recupera en 1813 su uso conventual que llega hasta 1865. En 1820 quedaban 14 sacerdotes 6 legos y dos donados que seguían estando sostenidos por los Duques que pagaba su alimentación, los sermones y otros gastos, ya que eran los capellanes del Palacio.
En 1824 el provincial Fray Joaquín de Cazalla dice al Arzobispo que el convento de Marchena estaba habitable pero la situación era muy pobre. Los frailes tenían que pedir hasta la ropa de los sacerdotes porque por la situación política las rentas de la Casa de Arcos estaban retenidas. Su Guardian Fray Manuel de Utrera avisa que sus frailes estaban ancianos y solo había dos sacerdotes útiles para celebrar las famosas misiones capuchinas.
Entonces quedaba un solo fraile, el último, José Mayén famoso por su oposición a la invasión francesa.
En el XIX con la desamortización se ubica un molino de harina en el convento, propiedad del párroco de San Sebastián Evaristo Montursy, que lo vende en 1882 a Diego Ternero Benjumea. Se han localizado libros de este convento en San Agustín, San Sebastián y San Juan. Fray José de Fregenal fue su último bibliotecario.
Quedan varios pilares, el suelo original, la cripta donde estaba enterrada la familia Láncaster, y debajo de ella unos baños árabes. Otras fuentes indican que bajo el convento pasa un túnel que comunicaba la plaza con el parque.
HERMANDADES
La Hermandad de la Venerable Orden Tercera estaba en el Convento de Capuchinos según Manuel Antonio Ramos aunque no aparece en la relación de hermandades de 1771. Debía ser la que aparece con el título de la esclavitud de San Francisco o congregación de la Concepción de Nuestra Señora conocida con el nombre de los tejedores.
En 1822 la Hermandad de la Venerable Orden Tercera estaba ya en el convento de San Francisco trasladado desde el convento de Capuchinos, junto con la Hermandad de la Vera Cruz la de animas Santísimo y la de San Antonio.
En julio de 1831 José Angulo entrega al Convento de Capuchinos la imagen de la Divina Pastora que se conserva en San Juan, y el altar donde se debía colocar y un Cristo Atado a la Columna se conserva la escritura de cesión al convento.
CAPUCHINOS CÉLEBRES
Los capuchinos son una reforma de los franciscanos fundada en 1525 en Italia que buscan volver al espíritu de pobreza, castidad y obediencia de Francisco, que se fué perdiendo con los siglos. Los capuchinos pasan por ser los más espirituales de la familia franciscana y eran llamados los frailes del pueblo. Su uniforme incluia una capucha como la llevó Francisco, de ahi su nombre. Capuchinos famosos fueron fray Leopoldo de Alpandeire, Isidoro de Sevilla y el beato Diego de Cádiz.
El púlpito desde donde predicaba el beato Fray Diego de Cádiz en Marchena que se conservaba en el convento de Capuchinos de la Plaza Ducal -de madera con pie de hierro- fue comprado en 1864 por el Obispo gaditano para instalarlo en el convento Capuchino de la capital gaditana, según informa El Contemporáneo de 7 de julio de 1864.
Recorrió toda España predicando en sus misiones itinerantes y promovió el culto a Trinidad y a la Divina Pastora. Fue muy devoto de la iconografía del nazareno y en abril de 1786 se hizo hermano de la cofradía del Gran Poder de Sevilla después de tener la visión de un Nazareno.
En 1910 el Obispo gaditano José María Rancés crea, con donaciones privadas, una capilla en la casa natal del beato, donde se conserva aún la casa natal con objetos del santo y donde reposan sus restos desde 1994. Sale en procesión por la ciudad cada 20 de mayo.
HISTORIA
En 1842 el Ayuntamiento quería instalar en el convento de capuchinos un cementerio si bien el Cabildo Municipal aún no había recibido un informe favorable de los jefes provinciales.
La casa ducal quiso hacer valer su derecho y si lo solicito informes a su administrador del archivo Ducal donde se recogían documentos relativos a la creación del convento Capuchinos se afirmaba que se ubicó en el interior del palacio cerca del jardín siéndole agregadas al convento unas casas compradas en la misma plaza el informe continúa diciendo que según el contexto de la explica Fundación entiende el archivo que formando un solo edificio el convento y vuelta con el Palacio jardín y parque del Duque fundador y además por la servidumbre que tenía la iglesia es de creer que lo fundo para su beneficio y parece deber corresponderle en propiedad todo lo que pertenecía a la suprimida comunidad de Capuchinos de modo que no se podrá considerar derecho alguno en la Nación y si el mayorazgo de su excelencia como construccion anexa y unida a la finca de la clase amayorazgado
los últimos años de 1840 Marchena se vio libre de la enfermedad del cólera morbo asiático que había azotado a todos los pueblos limítrofes entonces esto fue un motivo de celebración de un Te Deum elaborándose un programa festivo religioso en acción de gracias a la Divina Pastora del convento de capuchinos según se recoge en el acta de la sesión del 11 de noviembre de 1854
Hermandad de la Venerable Orden Tercera de San Francisco traslados urgencia al hoy altar a Santa Clara en febrero de 1847 el alta el barroco es de 1728 por el sagrario es de 1701 hola inventario de convento de capuchinos de 1858 por Teodomiro de Carmona ex religioso capuchino y capellán del templo en la iglesia estaba el Altar Mayor el del Sagrario un altar dedicado a San Francisco de la Divina Pastora y el de la Virgen de los Dolores y un altar de San Antonio en la sacristía se señalaban ostensorios calices copones vinajeras misales
en octubre de 1851 se aprueba una congregación de la Divina Pastora entre sus fines la devoción y rezo del Rosario todos los domingos y días festivos siéndole concedida indulgencias las vecinas de la población solicitaron esa congregación de mujeres quedando incorporada a la rama masculina
en mayo de 1854 se presentó al obispo una solicitud por parte del ex guardián del convento capuchinos para establecer la cita la congregación quedando regulados sus ingresos y gastos y diciendo que dependían de la parroquia en lo relativo al culto y a sus festividades este nuevo planteamiento propicio con posterioridad de que la congregación se trasladase definitivamente al templo parroquial cuando el templo capuchino fue insostenible
Matías de las morenas comisario de amortización del partido de Osuna comisario de Protección y Seguridad Pública solicitaba más de 4000 volúmenes de las librerías de los ex conventos de Marchena para formar un gabinete de lectura en la escuela de costumbres que pretendía crear.
Hábil y culto político-social que ocupó el cargo de síndico los años 1821 en Osuna perteneció a la Sociedad Económica de Amigos del País de Osuna y tuvo la intención de establecer otro en la localidad de Marchena sin embargo nunca se creó dicha escuela de costumbres.
Además se sabe que algunos libros no fueron a la librería proyectada de la localidad de Osuna en 1845.
En 1864 se dio cuenta al Ayuntamiento de la situación ruinosa que presentaba la galería que comunicaba la iglesia del Convento de los Capuchinos y el Palacio Ducal por eso la corporación municipal creyó oportuno su derribo.
El alcalde informó al administrador Ducal que en un plazo de 5 días de vida acometeria el derribo caso de no hacerlo la responsabilidad correría por parte de la casa ducal si no lo hiciese el alcalde nombraría un perito que practicarse derribo
Fray Teodomiro de Carmona conservaba algunos efectos que pertenecieron a esta comunidad y que salvó de las distintas desamortizaciones se tiene constancia de ello porque los mismos Capuchino reclamaron al Arzobispado los bienes conservados con la intención de destinarlos a los gastos que origina se la beatificación de Fray Diego José de Cádiz.
Por su parte el arcipreste local teniendo noticias de esta petición curso carta al arzobispo informando de que dicho señor según las instrucciones confidenciales que diera a don Manuel Oliva contador de la casa del señor duque de Osuna dispuso que por su muerte se vendiera la librería reloj algunos cuadros y vasos sagrados pertenecientes a la comunidad de Capuchinos de Sevilla para pagar un crédito de 4500 y pico de Reales que don Manuel Ternero tenía con dicha comunidad la llave del Sagrario se compró para la parroquia de San Sebastián un cáliz para la capilla que se estaba erigiendo en el cortijo del conde José Torres Díaz de la Cortina
la librería del Arcipreste informó que había pedido opinión al administrador general de la casa ducal qué de la casa ducal que informan de que se distribuiría entre los ex religiosos supervivientes en 1871 el administrador del duque de Osuna arrendaba Jaime font I escolar vecino de Sevilla la parte baja que era el corralón refectorio cocina y sótanos
se utilizó como fábrica de harinas hasta fines de 1874 el inquilino podía aprovechar el agua de los aljibes había un patio con dos aljibes haciendo uso del agua de lluvia sin que privarse de ella a los habitantes de la planta alta del inmueble también podía derribar una conducción para tomar agua de una cañería que iba del pozo mina al Palacio del Duque si eso que no hacía mucho del agua el Colegio de Santa Isabel el palacio y el Convento de la Concepción
en 1882 Evaristo Murcia vendo la máquina de harina a Manuel Cabrera y en mayo de ese mismo año lo vendió el molino harinero del convento de capuchinos a Diego Manuel Calderón Benjumea en 20.000 pesetas estás la venta del molino nuevo propietario junto con otros beneficiarios organizan escritura de arrendamiento en dicho arrendamiento podían ser usados el agua de los aljibes de les convento había un patio con varios algi con dos aljibes del convento la Iglesia no se podía entrar y era peligroso entrar a pesar de que había un capella nombrado por la Casa Ducal Francisco de Paula Velasco
en el templo no se celebraban funciones siendo peligroso entrar en el esta situación permitió a la comunidad de Mercedarias solicitar una campana argumentando que la Yoli se capuchino y su torre estaba cayéndose
a finales de 1898 Francisco regaña arcipreste de Marchena dirigió un escrito al Ayuntamiento pues algunos vecinos le habían informado que en el ex convento de capuchinos se estaban profanando públicamente los restos de los cadáveres sepultados en su cementerio por ello solicitaba que los restos se trasladasen al cementerio público no fue hasta 1905 cuando un solar que fue parte del convento con una extensión de 10500 metros cuadrados se disgregó