Juan A. Cortés pone acento contemporáneo al cartel de las Víspera de la Inmaculada
José Antonio Suárez López
Juan Antonio Cortés ha elegido un acrílico sobre tabla, sencillo pero elegante para anunciar las vísperas de la Inmaculada 20187 en su hermandad de Jesús Nazareno. Una sencillez que deja todo protagonismo al rostro de la Virgen de las Lágrimas sobre fondo celeste Inmaculado, a las atrevidas pinceladas cargadas de color y a un dibujo certero y magistral con un lenguaje contemporáneo.
El pintor marchenero, y profesor de plástica en Málaga realizó muchos bocetos hasta decantarse por mostrar el rostro de la Virgen con sencillez y humildad. En un último instante dudó sobre si pintarle la toca, que finalmente aparece en la obra. Tuvo claro que quería mostrar los trazos de grafito y que quería presentar el rostro con toques lívidos y amoratados y entre el humo de las velas, fiel al recuerdo de su infancia.
En esta pintura no hay artificio alguno: se ha acercado al tema con honradez; libre de prejuicios y clichés y fiel a sí mismo. Nada más que pintura y dibujo. Y nada menos. Cortés, como muchos otros pintores de su generación que han pasado por una Facultad de Bellas Artes huye de la pintura cofrade al uso, -en ocasiones afectada- con exceso de perfiles y brillos. Prefiere modelar el rostro cargado de sufrimiento a base de pinceladas sueltas, llenas de frescura que de cerca muestran manchas de color y desde lejos un conjunto armónico.
Con este acto, cada año, la Hermandad quiere poner en valor el trabajo de los pintores marcheneros -que hay muchos y muy buenos-, pero están muy olvidados en su propio pueblo.
Con la presentación del cartel de las vísperas de la Inmaculada de Juan A. Cortés se inician los actos de la hermandad de Jesús Nazareno que desembocarán en el triduo de la Inmaculada del 6 al 8 de diciembre. Antes, el 24 de noviembre habrá una peregrinación extraordinaria de la juventud de la Hermandad a la Ermita del Rocío caminando a pie durante dieciséis kilómetros. Y el fin de semana siguiente llegará el besamanos de la Virgen.
Pero ¿qué quiere decir Inmaculada?. El padre Lamarca, claretiano, y compañero de estudios de Daniel Mariño, Párroco de San Miguel explicó que la Teología Católica indica que la Virgen estaba libre del pecado que todo hombre contrae en el momento de nacer «en virtud del hijo que había de nacer en ella». «Dios no ha creado el mal, fue el hombre por el mal uso de la libertad que se le dió».
Nacemos «misteriosamente solidarios» con el ambiente de pecado expresó San Pablo. «El pecado original es el corazón de piedra con el que hemos nacido». En la Teología Católica, la concupiscencia es la inclinación al mal. Algo expresado por San Pablo exponiendo «no entiendo mi comportamiento porque hago lo que aborrezco y no lo que quiero, no soy yo, sino el pecado que hay en mí. No hago lo bueno que deseo sino la malo que no deseo. Muchas horas de confesionario mía vienen a corroborar lo mismo» expuso Lamarca. «El desamor genera muerte, división. La palabra Diablo quiere decir: el que divide».
«Jesús cargó con los pecados de toda la humanidad. Por su naturaleza humana tuvo que embeberse de su madre. Todo el peso del mal cae sobre Jesús. No ha habido un dolor moral mayor del que soporto Jesús» expresó Lamarca. «El pecado nos hace esclavos porque nos priva de libertad auténtica» que es la del amor y la entrega a Dios. «En la medida que nosotros vivimos y generamos fecundidad, vivimos la verdadera libertad» dijo.
«No hagáis frente al que os agravie. Si uno os abofetea ponerle la otra mejilla. María lo vivió y fué ejemplo de esta vivencia. Tuvo el poder de vivir la plena libertad orientada al bien y al amor» expuso el padre Lamarca.