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La comunidad judeoconversa de Utrera era una de las más numerosas tras Ecija y Sevilla

Dos años después continúa la investigación e intervención arqueológica sobre lo que pudo ser la sinagoga de Utrera, el antiguo hospital de Misericordia. Pero queremos saber quienes componían la comunidad judía y luego conversa de Utrera.
En la habilitación de febrero de 1496 resultaron reconciliados 86 vecinos de Utrera siendo así uno de los municipios sevillanos con una comunidad de conversos más importante solo superado por Ecija, donde se reconciliaron 431 personas y seguido de Marchena con 75 reconciliados.  Son datos extraídos de «La Inquisición y los judeo conversos sevillanos» de Juan Gil.
En Utrera destacan los apellidos conversos como los Palma, los Córdoba, los Jaén, los Jerez, los de la Muela, los Obadías, familias que a menudo pasan a residir temporalmente en Sevilla. Estas eran las familias que acudían a visitar la sinagoga de Utrera. A ellos se unieron los que huían de Sevilla tras comenzar a arder las hogueras en la ciudad en 1490 con la llegada de los primeros inquisidores de España.
Escudo de la Inquisición.
Los otrora podersos judíos de Sevilla huyeron de la ciudad y se refugiaron en los pueblos buscando la protección nobiliaria los Ponce de León (Casa de Arcos-Marchena) y Guzmanes (Casa de Niebla).  Pedro Fernández Benadeva fue quemado y su familia huye a Niebla y alrededores. Los  hijos del mayordomo Pedro González Boniel se refugiaron en Utrera y Marchena acogió a la prole de Juan Alonso de Loya y a los hermanos de la bella Susona.
En 2021 se inició la primera fase de la investigación arqueológica encargada a Miguel Ángel de Dios junto al arquitecto Antonio Jaramillo para acreditar la tipología edilicia y la datación del edificio del niño judío como posible sinagoga.
La capilla conserva tres naves, columnas bajomedievales y armadura mudéjar. Lo cual es el mayor indicio que justifica que anteriormente fuera la sinagoga de la judería utrerana, para los expertos.
En décadas posteriores en estos procesos inquisitoriales jugaban un papel importante los conventos dominicos utreranos, ya que la orden dominica era la que gestionaba la Inquisición. El de San Bartolomé (Santo Domingo) junto a la Plaza de Abastos, fundado en 1542 por Bartolomé López Marchena y su esposa Guiomar Alonso y el de Madre de Dios de la Antigua fundado en 1570.
Las sentencias de la Inquisición sevillana se ejecutaban en el quemadero del Prado en Sevilla y la sede inquisitorial estaba en San Pablo de Sevilla y Castillo de San Jorge. Los frailes de San Pablo de Sevilla se trasladaban a los pueblos a petición del vicario y con ayuda de los conventos dominicos locales y de los familiares de la Inquisición hacían los interrogatorios que sucedían en las parroquias principales de los pueblos, donde también se colocaban en las paredes las mantas o telas con los nombres de las familias reconciliadas.
Es el caso de Bartolomé Caro, alcalde de Utrera que fue uno de los más conocidos conversos del municipio, juzgado y reconciliado. (A.P.S., I 1562, 1 [= 102], f. 50Ir). Otro vecino de Utrera Marcos Caro, aparece en los listados de reconciliados, situación que también afectaba a sus descendientes como su hijo Juan Díaz Caro, marido de Quiteria de la Torre (A.P.S., I 1556, 2 [= 91], f. 1.022).
El converso Alonso de Tapia, alcalde del castillo de Utrera, vecino de Utrera pasó de tomar posesión de los bienes que había dejado Payo de Ribera en Utrera a dar poder al procurador Iñigo de Arechiga en 1520 para que defendiera a su mujer, Elvira Núñez, presa de la Inquisición.
Otro converso de apellido Enamorado hijo de Juan Sánchez de Jerez se hizo fuerte en el castillo de Utrera en 1477 y fue rodeado por el ejército de los Reyes Católicos. «Un fijo de Enemorado , converso, y otros hombres quisieron vender el castillo; e supiéronlo los de dentro, e luego los tomaron e los colgaron».
Otra fortificación la Torre de Lopera, del S. XIV dentro del término de Utrera límite sur del reino cristiano de Sevilla frente al reino nazarí en la Banda Morisca junto a los castillos de Cote, Morón, Aguzaderas, El Coronil y torre del Bollo, fue vendida por Alonso Enríquez a Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz en 1477 como bien confiscado por la Inquisición como propiedad «de un hereje, el judío Juan Alemán».
Otro converso, el médico sevillano Fernando Alemán tenía posesiones en Utrera dejando a sus herederos el donadío utrerano de Troya (A.P.S., IV 1509, 1). Alemán dio poder a Antonio Muñoz, clérigo, vecino de Utrera, para cobrar de Cristóbal Sánchez de Ojeda natural de Utrera y vecino de Lisboa, 80 ducados que le debía por un esclavo que le había vendido a plazos.
Justamente es el clérigo, escritor, historiador y abogado Rodrigo Caro quien nos da noticias de la ubicación de la sinagoga utrerana. Nacido en Utrera en 1573 de familia carmonense; consultor del Santo Oficio y Juez de Testamentos del Arzobispado. Fueron sus padres Bernabé de Salamanca y Francisca Caro, de la cual tomó el apellido. La judería de Carmona había sido arrasada en 1390 como todas las de España, tras las prédicas del clérigo de Ecija Ferrán Martínez.
«La plaza del Altozano no era tan frecuentada porque el arroyo aunque torcía por donde ahora está el Hospital de la Misericordia alguna vez sobraba y corría para aquella plaza porque no se había acabado la corriente y madre que ahora tiene la peña viva. No había allí sino gente forastera y judíos por lo cual le llamaban Valdejudíos los cuales tenían su sinagoga donde ahora es el Hospital de la Misericordia y expulsos los judíos se formó el año 1492 la cofradía que fue el mismo año de la expulsión de esta canalla» escribe Rodrigo Caro.
La familia Caro de Sevilla era muy numerosa y en varias de sus ramas, tenía un origen claramente converso. El significado de la misma palabra Caro alude a querido en castellano antiguo.  El rabino toledano Josef Caro como muchos otros judíos abandonaron España en 1492 y murió en Israel en 1575. La mayoría de los Caro eligió el camino del exilio, llegando a Marruecos, Turquía, Reino Unido y Polonia. Los que se quedaron se convirtieron al catolicismo.
Entre ellos estaba Rodrigo Caro Albarracín, de Sevilla marido de Violante Rodríguez, que tuvieron cinco hijos, entre ellos Fray Rodrigo Caro, fraile dominico, Isabel Caro, mujer de Pedro Téllez, candelero y mayordomo del monasterio de San Pablo de Sevilla. De Este matrimonio nacieron ocho hijos  Rodrigo Caro, Pedro Téllez, Violante Cabrona, Ana Téllez, Isabel Caro, dominica, Juana y Inés de Soto, mujer de Pedro de Herrera.
Otros Caro conversos sevillanos fueron Juan Caro que en 1475 celebró el Yom Kippur en Sevilla, Diego Caro, espartero, y el hijo de éstos Salvador Caro, Francisco Caro, trapero de la collación de San Isidoro que hacía negocios con comerciantes genoveses como Lucio Batista Adorno en 1507 o Juan Caro, marido de Catalina Rodríguez la Cara cuyo hijo Alonso Martín se fue a las Indias en 1513.
UN UTRERANO, CRIADO DE LA REINA ISABEL LA CATOLICA
En 1514 Juan de Espinosa, criado de la reina y vecino de Utrera firmó contrato para negociar la libertad del miembro de la casa de Alba, preso por judío y hereje Alonso Álvarez de Toledo que penaba en la cárcel de la Inquisición sevillana.
Gracias a este utrerano el converso Álvarez de Toledo salió de la prisión perpetua, a cambio de llevar hábito, es decir un sambenito o saco bendito; y ser vigilado de cerca por  Pedro Portocarrero depositario del preso y garante de su persona. Junto a él salieron de la cárcel otros 33 cristianos nuevos con “hábitos» en señal de haber sido reconciliados.
La ausencia de descendencia legítima, obligó a la Casa de Arcos a casarse con la aristocracia judeoconversa como Beatriz Ponce de León que casa con el converso Pedro de Pineda, y sus nietos D. Juan y D. Rodrigo casan con hijas de otro converso Antonio González de Almonte y uno de sus biznietos, D. Juan Ponce de León, casa con los Portocarrero también conversos.
El converso Fernando de Almonte, veinticuatro de Sevilla, jurado y fiel ejecutor, fue detenido en 1485 porque dos de sus criados mataron a un hombre siendo condenados a muerte los tres, pero los reyes les concedieron el perdón en 1494.
Otro converso Fernando de Cádiz, hijo de Juan de Cádiz, jurado, y de María Ponce de León  hija del veinticuatro Juan Ponce de León el Bermejo se casa con Isabel Enríquez de Guzmán, creando un  mayorazgo en Utrera para sus descendientes vinculando sus casas y otras posesiones de Utrera en 1532 incluyendo la finca Valdeinfantas de Utrera (A.P.S., III 1532). María Ponce de León se casó con Pedro de Pineda, escribano mayor del cabildo hispalense de una familia leal a la Casa de Arcos desde las guerras Ponce-Guzmanes.  (A.P.S., I 1556, que reclamó la herencia de Juan Ponce de León, su abuelo (A.P.S., I 1532 [= 41], al 17 de a
Cruz del siglo XVI encontrada en el callejón del Niño Perdido.
Otro apellido judeo converso de Utrera es Muela, procedente de Alcalá de Guadaira donde nació Fernando de la Muela, juzgado y quemado por judío el 24 de marzo de 1519, Dos de sus descendientes Miguel y Pedro de la Muela participaron en la conquista de México.
LOS OFICIOS DE LOS JUDIOS DE UTRERA
Entre las los oficios de los judíos de Utrera encontramos a Diego Ruiz, Toquero, Juan Rodríguez de Jerez especiero, González, sedero, Tomás García, herrero, Luis De la Parra y Pedro de Jerez, zapateros, Rodríguez, sastre, Luis de Tudela, tundidor, Diego Rodríguez, sastre, Manuel de Arcos, joyero, francisco de Jerez, zapatero, Diego García, alabardero, Fernando y Alfonso de Sevilla sastre, íñigo López, platero juan Rodríguez, palomero, Pedro González carnicero Diego Alonso, pintor y Juan López, chapinero.

APELLIDO UTRERA
Sobre el origen del apellido Utrera, igual que lo que sucede con Marchena, Carmona, Ecija, Osuna o Morón, estaría en su génesis, la intención de conversos de ocultarse cambiando sus apellidos por los de los pueblos de donde venían. Así encontramos a Diego Martín de Utrera, vecino de Utrera, “cristiano nuevo” anteriormente llamado Juan de Mesa). Estaba avecindado en la collación sevillana del Salvador, dio poder a sus hijos Sebastián Martín y Francisco Martín para tomar posesión de sus bienes. Aunque cada apellido debe estudiarse individualmente si existe unanimidad en el origen judío de apellidos como Marchena, cuyos descendientes tienen documentos que prueban su origen converso.
FUENTE: Los Judeoconversos y la Inquisición sevillana. Juan Gil. Catedrático de la Real Academia de la Lengua Española. 8 Tomos.