Los baklavas son dulces de formas geométricas (tradicionalmente cuadrados o rombos, aunque veremos que aparece con otras presentaciones) rellenos de nueces troceadas, pistacho triturado, almíbar y/o miel y pasta filo.
Lo mejor es comprar “sábanas” de esta mágica base. El resto es tan sencillo como formar capas de frutos secos bañados en el almíbar y/o la miel.
El baklava se encuentra como dulce más extendido en Turquía y Grecia, cierto. Pero tanto como que igualmente se halla por doquier en Albania, Armenia, Azerbaiyán, Bosnia, Bulgaria, Egipto, Georgia, Irán, Líbano, Macedonia, Palestina, Serbia, Siria.
El baklava empalaga y llena mucho, y los orientales saben que debe comerse entre horas, no cuando el estómago ya está a rebosar.
Además de las bondades gustativas, el baklava tiene una ventaja evidente con respecto a otros pasteles: se guarda muy bien.
Receta clásica de baklava
Ingredientes
-16 hojas de pasta filo
-60 g de pistachos pelados
-40 g de nueces
-40 g de almendras tostadas peladas
-50 g de mantequilla en pomada
-1 cucharada de azúcar
-1 cucharadita de canela en polvo
-1 cucharadita de agua de rosas o de azahar
Para el almíbar
-50 ml de agua
-40 g de azúcar glas
-20 g de miel
-1 cucharada de zumo de limón
-1 cucharadita de agua de rosas o de azahar
Elaboración
1. Preparar el almíbar con el agua y el azúcar. Dejar que hierva 5 minutos y agregar la miel, el zumo de limón y el agua perfumada. Apagar el fuego y reservar.
2. Tostar los frutos secos en el horno sin que se doren demasiado. Triturarlos todos juntos (menos 20 g de pistachos, que se guardarán para la cobertura de adorno) hasta formar una textura de arena.
3. Añadir al polvo obtenido de la trituración la miel, la canela y el agua perfumada. Mezclarlo todo bien y reservarlo.
4. Cortar las hojas de pasta filo para que ajusten en el molde. Se debe contar con al menos 32 capas, por lo que habrá que calcular el tamaño del corte.
5. Colocar 16 hojas de pasta filo en el fondo del molde. Cada una de ellas debe pintarse con la mantequilla derretida. Presionar para que formen una capa compacta.
6. Poner la mitad del relleno encima de la pasta filo.
7. Sobre el relleno, poner 10 capas más de pasta filo, cada una de ellas untada con mantequilla derretida. Extender el resto del relleno.
8. Cubrir con las hojas de pasta filo que nos quedan, untadas con mantequilla derretida cada una de ellas. Asegurarse de que el relleno no se sale por los bordes, tapando bien con las hojas. Pintar a conciencia la última capa con mantequilla.
9. Cortar las porciones con un cuchillo muy afilado. Pueden ser cuadradas o romboidales.
10. En el horno precalentado a 180ºC poner la preparación durante 30 minutos. Luego, bajar la temperatura a 150ºC y dejarlo 30 min más.
11. Nada más sacar el baklava del horno, rociarlo con el almíbar, que se habrá calentado previamente. Hay que dejar que el pastel repose por lo menos 8 horas. Antes de servirlo se espolvorea con pistachos molidos.