La epidemia de peste que hizo que San Agustín se convirtiera en copatrón de Marchena
José Antonio Suárez López
28 de agosto
Día de San Agustín 2022. Copatrón de Marchena.
Los Agustinos estuvieron en Marchena desde 1566 hasta 1835 y nos dejaron el templo de San Agustín, levantado por el patronazgo ducal quedando en la memoria del pueblo su valiente actuación en la peste de 1638 que hizo que el Ayuntamiento concediese el co-patronazgo a San Agustín y por eso en la sala de Juntas del Ayuntamiento existe un lienzo de San Agustín, procedente el antiguo Ayuntamiento de la Plaza Ducal.
Si los agustinos estuvieran en Marchena hoy se celebrarían cultos a San Agustín en el templo que lle va su nombre entre cuyas bóvedas sonaría el himno de San Agustín, llamado «Tarde te amé».
Los agustinos extendieron devociones como el Cristo de Burgos, Santo Crucifijo o Cristo de San Agustín, Cristo de la Sangre, Virgen de Consolación y Correa, -hoy de la Palma- o Virgen de Regla.
«Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injusticia, por cuanto tú tienes y otro no tiene, tú vives en la abundancia y otro en la miseria». San Agustin.
San Agustín fue el más grande de los Padres de la Iglesia y uno de los filósofos más destacados de la historia.
San Agustín de Marchena es obra del maestro mayor de la Catedral de Toledo, y del Escorial Bartolomé Zumbigo, con la ayuda del arquitecto Alonso Moreno que dirige la obras a partir de 1682.
En 1682, Alonso Moreno se establece en Marchena hasta su muerte, dirigiendo las obras de la iglesia.. El Duque pensó encargar a Luca Giordano un lienzo para el altar mayor pero no se hizo.
Lienzo de Lucas Jordan conservado en el convento de Santa Maria donando por Guadalupe Lancaster.
Ermitaños agustinos se instalan en Marchena en 1566 al final de la calle Santa Clara, en la Ermita de Gracia (Hospital de la Misericordia), calle Milagrosa, fundada por el ermitaño Luis Pérez en un solar donado por los Duques de Arcos.
En 1558 se realiza la escultura de la Virgen de Gracia, atribuida a Roque Balduque quien ya habría hecho el cristo de la Veracruz. En 1590, el ermitaño Luis Pérez dona la capilla a los Agustinos de Sevilla para que fundasen un convento. En 1591, llegaron los agustinos de Sevilla a Marchena.
Virgen de Gracia atribuida a Roque Balduque.
En 1616 los agustinos se mudan a las casas de las beatas de Antón Gil al final de la calle Sevilla, un año después piden limosna para la nueva iglesia y en 1638 San Agustín es nombrado “copatrono” por el Ayuntamiento por la intervención de los frailes agustinos en la epidemia de peste. En agradecimiento en 1649 el Ayuntamiento destina el dinero de las fiestas de ese año por la boda del Duque con Victoria de Toledo para la obra del templo de San Agustín que empieza ese año.
Antigua ermita de la Virgen de Gracia.
LA ORDEN AGUSTINA
La primera comunidad agustina la funda el propio Agustín en Hipona en el 391, que luego escribió la Regla, inspirada en la primera comunidad cristiana (Jerusalén). En el siglo V había aproximadamente 35 monasterios agustinos en África de donde la orden pasa al sur de España por monjes que huían de invasiones vándalas con dos puntos clave, la búsqueda interior de Dios y el movimiento eremita mendicante.
Frailes Agustinos.
Olvidada en el medievo la orden se reorganiza en 1243, tras la petición papal de que los eremitas se unieran bajo la la Regla de S. Agustín contando en 1250 con 61 casas en Inglaterra, España, Francia y Alemania. En 1327, el Papa le concede una casa en Pavía, junto al sepulcro de S. Agustín.
LUTERO
La orden entró en una profunda crisis después de que el Agustino Lutero, pusiera en duda los dogmas de la iglesia. Muchos frailes agustinos de Europa se pasaron al luteranismo y otros son perseguidos y muertos por ser católicos. En España la orden vive su mayor esplendor enviando a México más de trescientos misioneros y así desde España se expandió por toda América y Asia.
Los Ponce de León entregan a los Agustinos la ermita de la Virgen de Regla de Chipiona.
Salida del Santo Cr5ucifijo de San Agustín en rogativas. El Cristo gótico procesionaba sobre un piña y tenía un dosel.
DEVOCIONES AGUSTINIANAS
Los frailes agustinos Llevaban consigo la devoción al Santo Crucifijo o Cristo de San Agustín, La Virgen de Gracia o la Virgen del Perpetuo Socorro o la Virgen de Regla, Virgen de la Correa o Virgen de Consolación.
Según la leyenda, María consoló a Santa Mónica por la muerte de su esposo y el camino errado de su hijo Agustín. La invitó a vestirse de negro y ceñirse una correa que le entregó. Después de su conversión, muerta Santa Mónica, Agustín se vistió de igual modo y legó correa y hábito negro a sus discípulos en la vida religiosa.
La Virgen de la Palma, fue en origen una devoción Agustina, con el nombre de Virgen de la Correa.
La de Regla es devoción leonesa traída a Andalucía en torno a 1365 por Ponces y Guzmanes, caballeros leoneses. Alonso Pérez de Guzmán funda el Castillo de Chipiona con el nombre de Regla y luego repuebla la ciudad con vecinos de Marchena, Arcos y otras villas. A través de una boda los Ponce reciben de los Guzmanes Marchena, Rota y Chipiona. Pedro Ponce de León reforma el Santuario de Regla en 1399 y lo entrega a frailes Agustinos.
LA DEVOCION AL SANTO CRUCIFIJO
En los conventos agustinos surgieron cofradías dedicadas al culto del Santo Crucifijo. La denominación de Santo Crucifijo procede del convento agustino de Burgos, con el llamado Cristo de Burgos, Santo Crucifijo de San Agustín, Cristo de la Sangre o Cristo de San Agustín y se extiende por toda España, América y Asia llevada por los Agustinos.
EL CRISTO DE BURGOS
El Cristo de la Catedral de Burgos. El de la catedral de Burgos es un cristo articulado del XIV, gótico, de cabello natural y con una gran falda, cubierta de piel de bóvido y con leyendas relacionadas con apariciones y milagros y supuestamente traída por Nicodemo.
La Hermandad del Cristo de Burgos de Sevilla, fundada por comerciantes burgaleses, posee una pequeña imagen que reproduce a escala la que se venera en la catedral burgalesa. En 1573 el licenciado Juan de Castañeda encargó a Juan Bautista Vázquez «el viejo» una imagen de un Cristo crucificado que tuviese la forma del Santo Cristo de San Agustín de Sevilla.
Cristo de Burgos de Sevilla obra de Juan Bautista Vazquez el Viejo.
EL CRISTO DE SAN AGUSTIN EN SEVILLA Y ANDALUCIA
Los agustinos llegaron a Sevilla con el Rey San Fernando en 1249 desde Córdoba y se instalaron en unas casas de la Puerta de Carmona. Los Ponce de León se convirtieron en sus patronos principales.
Destruido parcialmente por los franceses, lo que queda del convento, su refrectorio, es hoy usado por la Hermandad de San Esteban.
El Cristo de San Agustín tenía una hermandad desde 1380, que era la más antigua de Sevilla y hacía estación de penitencia al humilladero de la Cruz del Campo. En el panteón del convento de San Agustín bajo el altar mayor estaban enterrados todos los Señores de Marchena hasta el Marqués de Cádiz, tumbas luego trasladadas a la cripta de La Anunciación, hoy Facultad de Bellas Artes tras la invasión francesa.
Antiguo convento de San Agustín de Sevilla en la Puerta de Carmona.
Copiando las reglas de esta cofradía sevillana se funda en el convento agustino de Ecija la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre, fundada en 1564 con una talla realizada por Gaspar del Aguila en 1567 imitando al Cristo de San Agustin de Sevilla.
Cristo de San Agustin, Sevilla.
CRISTO DE LA SANGRE EN ECIJA
En las reglas de Ecija queda clara esta influencia pues se reconoce que “la cual regla fue hecha y sacada por la que tienen los cofrades y hermanos del Santísimo Crucifijo del Señor San Agustín en la ciudad de Sevilla». También hay cristos de San Agustín en Antequera, Castilblanco de los Arroyos, Granada donde existe gran devoción a la talla del Santísimo Cristo de San Agustín (Granada).
LA OBRA DE SAN AGUSTIN EN MARCHENA
San Agustin atribuido a Ribera que se conserva en el coro del templo agustino de Marchena.
Don Manuel Ponce de León, canónigo de la catedral de Sevilla y tras ser nombrado Duque, fue elegido caballero naviero de la orden de Calatrava en 1692, decide enterrarse en este templo.
El Convento de San Agustín de Sevilla fue el enterramiento de los Ponce de León durante siglos.
Tampoco se colocaron las esculturas importadas de Génova para las seis hornacinas de la fachada.
El 27 de Agosto de 1765 se bendijo la iglesia y en Enero de 1766 el duque Don Manuel es enterrado en San Agustín procedente de Madrid. En 1835 se van los Agustinos por la Desamortización y en 1915 llegan los mercedarios descalzos.