Saetas marcheneras, el tesoro desconocido de la Campiña sevillana que espera el relevo
José Antonio Suárez López
La Escuela de Saetas «Señor de la Humildad» de Marchena, fundada en 1986, continúa desempeñando un papel esencial en la preservación y difusión de la saeta tradicional en la actualidad.Tras una pausa en sus actividades hace aproximadamente tres años debido a la falta de alumnos y el desgaste del profesorado , la escuela reanudó sus clases el 25 de enero de 2025 en la Capilla de Santa Clara, inaugurando su XXXVI curso .
Esta institución ha sido pionera en la recuperación de diversos estilos de saetas propias de las cofradías de Marchena, algunas de las cuales datan del siglo XVII . En la actualidad, la escuela no solo se dedica a la enseñanza de estos cantes, sino que también organiza eventos y homenajes que enriquecen la vida cultural de la localidad.Un ejemplo destacado es el nombramiento de Carmen Carmona Moraza como Saetera Decana de la Semana Santa 2025, reconocimiento otorgado durante el Quinario al Señor de la Humildad y Paciencia .
Además, la escuela sigue adelante con su compromiso continuo de la escuela con la promoción y conservación de la saeta, asegurando su relevancia en la Semana Santa de Marchena y en la identidad cultural andaluza.
La Escuela se creó para preservar y divulgar la saeta antigua de Marchena, que corría riesgo de desaparecer ante las oleadas migratorias y la ruptura de la cultura oral, y el fin de la cultura tradicional transmitida de padres a hijos. Logró su objetivo de revitalizar el canto de la saeta tradicional en Marchena, -ya perdida en otros lugares de Andalucía- transmitir una cultura ancestral a las nuevas generaciones, conservándola a través de discos, libros, publicaciones y conferencias por todo el país.
Gracias a los alumnos de esta Escuela de Saetas está asegurado el canto de la saeta tradicional de Marchena -que estuvo a punto de perderse hace treinta años- al menos en las próximas tres generaciones, confirma Roberto Narváez. «Hoy tenemos en Marchena alrededor de treinta saeteros que cantan saetas marcheneras, y hace treinta años, cuando empezó la Escuela de Saetas Señor de la Humildad prácticamente la saeta antigua no se cantaba, algún hermano del cristo cantaba algo, muy poca cosa, Jesús la conservaba en la hermandad, pero en la calle se cantaban muy pocas cuartas y quintas» explica Roberto Narváez.
La Escuela de Saetas de Sevilla, de la hermandad de la Cena nació a partir de la experiencia de la Escuela de Saetas de Marchena.
MARCHENA UNA DE LAS CUNAS DE LA SAETA
En Marchena se han conservado diez estilos de saetas pre-flamencas, nacidas las más antiguas a finales del XVII, caracterizadas por su arcaísmo y antiguedad como las Quintas del Cristo de San Pedro, de cinco versos, Sextas del Cristo de San Pedro, Cuartas de Jesús, del Dulce Nombre y de la Humildad. Las saetas nacidas en la Hermandad de la Soledad como las Carceleras del Preso, Molederas, Cernicaleras y Marchenera Antigua. Popularizada en Sevilla capital donde fue llevada por cantaores marcheneros a finales del XIX, sin dejar de cantarse en Marchena.
En Marzo de 1.999, bajo su dirección, se publicó el primer trabajo discográfico de esta Escuela primer estudio, histórico, literario y musical realizado en España, sobre el origen y evolución de la Saeta desde el siglo XVII hasta el XX.
Todas estas saetas antiguas han sido recuperadas e investigadas gracias a la labor de Roberto Narváez Castillo quien tanto en solitario como en representación de la Escuela de Saetas ha dado conferencias por España e Italia.
Ha participado cantando Saetas, en 1.987, en la Cumbre Flamenca de España, en Madrid organizada por el Ministerio de Cultura, ha colaborado en la publicación de 2 libros sobre Saetas en los años 1.990 y 1.993, escribiendo sobre sus orígenes. Ha pronunciado conferencias, en Italia, en los años 1.999 y 2.003. Representó a España, en 1.999 y 2.003 cantando Saetas, en el Festival de Músicas Religiosas del Mundo Mediterráneo. A este evento internacional acudieron los países que conforman la cuenca del mar Mediterráneo. Se celebraron, respectivamente, en la isla de Sicilia y en la Región de Calabria, (Italia).
En 1.995 el Excmo. Ateneo de Sevilla rindió un homenaje a la Escuela de Saetas que dirige por la labor llevada a cabo, durante diez años, en pro de la cultura andaluza.
Según el libro «Saetas de Marchena» de por Roberto Narváez Castillo saetero y director de la Escuela de Saetas de Marchena las saetas carceleras se originaron en Marchena a mediados del XIX y es una de las primeras en evidenciar las melodías aflamencadas, con cinco versos, dejando atrás el cante llano de las saetas antiguas marcheneras, (cuartas y quintas de Jesus Nazareno y el Cristo de San Pedro) nacidas en siglos anteriores XVI y XVII con influencia del canto de los frailes.
La carcelera comienza con una llamada o subida en quiebro, una bajada, semitonado muy del gusto flamenco, subiendo al final del verso, siempre a base de quiebro. El primer verso es lanzado sobre una misma nota hasta su hemistiquio que desciende para descansar, respirar retomar el final en sentido ascendente.
El esquema de esta compleja y elaborada saeta quedaría aproximadamente así: (llamada)-A1-A2-B-A1-A2*. (En un triste calabozo , las penas me consumían. Se me aproxima la muerte, te suplico, Madre mía, que me saques libremente».
La Saeta Marchenera Antigua recibió este nombre al ser llevadas a Sevilla por los cantaores marcheneros a finales del XIX, tienen su raíz en las Carceleras del Preso por la clara derivación melodial que tienen de ésta, ya que las repiten casi con una similitud evidente, y se forman en las postrimerías de dicho siglo.