La hermandad de la Borriquita homenajea a su fundador Julián García
José Antonio Suárez López
Con motivo del primer aniversario del fallecimiento del Hermano Mayor Honorario y Perpetuo de la Hermanda de la Borriquia, D. Julián García Rubio el pasado 12 de febrero de 2019, la hermandad ha realizado pequeño homenaje In memoriam en la edición de la publicación de nuestra hermandad Paz y Palma de la presente cuaresma de 2019. En esta semana se reparte la revista a los hermanos.
Complementando a éste, se ha realizado un documental audiovisual realizado por Rafael Pérez Becerra que se presentó ayer en las dependencias conventuales de San Agustín. Además este año la hermandad celebra el 45 aniversario de la primera cuadrilla de hermanos costaleros de Marchena.
Con 19 años el Padre Rafael Bragado Morillo le encomienda a Julián García la tarea de encauzar y llevar adelante la fundación de la hermandad de la Borriquita como parte de la labor pastoral del colegio de San Agustín. Fue hermano mayor hasta 1965 cuando por razones de trabajo tuvo que emigrar a Barcelona y a su vuelta siempre colaboró estrechamente con su hermandad.
El padre Rafael Bragado y un grupo de alumnos del colegio fueron los precursores de la hermandad. Las reglas fueron aprobadas el día 8 de junio de 1.962. Los padres Francisco Cano, Desiderio López y Melchor Vara impulsaron hermandad.
La cofradía realizó su primera estación de penitencia en 1956, sólo con la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Paz. En el año 1.962 se incorpora la Virgen de la Palma que antes era una talla de altar llamada la Virgen de la Correa. En 1.971, estrenó un palio liso azul.
En 1.974 fue la primera hermandad en crear una cuadrilla de hermanos costaleros muchos provenientes del «club juvenil» dirigido por el Padre Tomás Javier Gago, como responsable de aquel club.
Los primeros hermanos costaleros de Marchena se inscribieron en el tablón de anuncios de San Agustín, el primero de ellos fué el mismo Padre Javier, que de esa forma se convirtió en el primer Hermano Costalero de nuestra Semana Santa.
Progresivamente, las demás cofradías también adoptaron la misma decisión debido a las dificultades que presentaban las cuadrillas de costaleros profesionales o santeros.