En 2019 se celebró el cuarenta aniversario de la primera cuadrilla de hermanos costaleros de la Hermandad de la Humildad. Amalio Narváez, capataz del Señor de la Humildad desde 1976 hasta 1992, cuando refundó la centuria romana de la Humildad cuenta que en el año 1979 la hermandad empezó a organizar una cuadrilla de hermanos costaleros para salir por vez primera en 1980.
«En 1980 el mismo Miércoles Santo los santeros nos dijeron que ellos sacaban sólo el paso del señor pero cobraban los dos pasos. Económicamente no podíamos costear los dos pasos, en el mismo momento de la gente que había por aquí se formó la cuadrilla de la Virgen y se salió a la calle». Así nacieron los primeros hermanos costaleros de la hermandad, la mayoría veinteañeros tal y como refleja la primera fotografía.
De esta primera cuadrilla de hermanos costaleros aún quedan personas que siguen saliendo con los pasos. Es el caso de Antonio Berdugo Barrionuevo que con 21 años fue uno de los pioneros de la histórica foto del año 1980 y que cuarenta años después sigue saliendo con su Virgen de los Dolores cada Miércoles Santo aunque ya no debajo del paso sino como contraguía de David Romero actual capataz. «Mientras siga David yo creo que seguiré también».
David Romero el actual capataz de la Virgen de los Dolores lleva diecinueve años de capataz y catorce de costaleros. Entró en 1987 debajo del paso siendo Manuel de los Reyes capataz. «Allí me encontré a mucha gente de la primera cuadrilla».
» Yo entré aquí siete años después de 1980 y tengo algunos recuerdos de pequeño. Por esos años empezaron casi todas las cuadrillas de hermanos costaleros de todas las hermandades» explica David Romero. Desde entonces el mundo de los costaleros ha cambiado mucho. «Entonces no se ensayaba, ni se igualaba, había mucho corazón y poca técnica».
José Ramón Mateos, no pudo ser capataz porque sufrió una grave lesión en las rodillas jugando al fútbol por lo que muy joven fue capataz de la Virgen de los Dolores desde el 93 al 2000 e hizo frente con éxito a otro desafío como fue el sustituir las cabeceras que eran tradicionales en Marchena para sacar los pasos por el costal. Este cambio obligó a reformar por completo los pasos y su forma de andar y de salir.