La leyenda de Soportújar como pueblo de brujas tiene elementos tanto verdaderos como ficticios.
De acuerdo con la información recopilada, Soportújar es conocido como el «pueblo de las brujas» debido a una leyenda local que se ha transmitido a lo largo del tiempo. La historia cuenta que en el siglo XVI, después de la reconquista, el pueblo fue repoblado por migrantes gallegos que trajeron consigo historias sobre brujas y leyendas paganas. Estos relatos populares y creencias en la existencia de brujas se fusionaron con la cultura local, y los habitantes de Soportújar comenzaron a ser llamados «brujos», lo que generó el apodo del pueblo.
La leyenda también relata que las brujas se reunían en una cueva cercana al pueblo para realizar rituales y conjuros. Aunque no existen pruebas históricas que respalden la existencia real de brujas en Soportújar, la tradición oral y la leyenda persisten, y el pueblo ha abrazado su identidad relacionada con las brujas.
Hoy en día, Soportújar ha aprovechado esta temática de brujas para atraer turistas y desarrollar actividades relacionadas. El pueblo cuenta con diversos lugares de interés que hacen referencia a las brujas, como la estatua de la bruja nórdica Baba Yaga en la entrada, el Mirador del Aquelarre con símbolos relacionados con la brujería y la Cueva Ojo de Bruja con un puente de piedra y una estatua de una bruja.
Es importante destacar que Soportújar ha encontrado en esta temática de brujas una manera de promover el turismo y revitalizar su economía, especialmente ante la despoblación que ha afectado a muchas zonas rurales. A través de atracciones turísticas y eventos temáticos, el pueblo ha logrado atraer visitantes interesados en la historia y el misterio que rodea a las brujas.
En resumen, la leyenda de Soportújar como pueblo de brujas es parte de la tradición oral y la cultura popular de la zona. Aunque no hay pruebas históricas que confirmen la existencia real de brujas en el pueblo, este ha adoptado la temática de las brujas como una forma de atraer turismo y mantener viva su identidad cultural.