Según la OCU, el precio de langostinos y lubinas suele variar poco, pero el besugo y la merluza muestran fuertes incrementos, sobre todo dos semanas antes de Navidad.
«La subida media del besugo en los años considerados es del 38% y ha habido alguno en que se ha encarecido hasta un 50%», advierte. Por ello, recomienda comprar antes estos productos y congelarlos. Lo mismo con almejas y percebes.
Las ostras, aunque también suben, no se encarecen mucho, así que podemos esperar para ver cómo avanza su precio. En el caso de las angulas, que en esta época del año cuestan un 14% más de media «sería raro que quien pueda permitírselas lo hiciera con vistas a congelarlas», afirman los expertos.
Los precios de las carnes también pueden aumentar ligeramente cuando se acerca Navidad, aunque no lo hacen tanto como los mariscos. De hecho, en algunos casos incluso se abarata: ocurre con la pularda, señala la organización, que cuando comienza la temporada navideña y la producción sale al mercado, aumenta la competencia y se abarata el precio, puede abaratarse un 10% (algo que también sucede con los pavos).