La primera carretera Sevilla Málaga la construyeron los presidiarios que pernoctaban en las cárceles de los municipios por donde transcurrían las obras, como Marchena tal y como explica La España 20 de Abril de 1852.
«Los trabajos preparatorios de la carretera, que ha de enlazar á Sevilla con Málaga y Granada, continúan con la mayor actividad. Los señores Marrón y comandante del presidio han acordado las medidas necesarias a fin de instalar los cuarteles que han de servir para los presidiarios que se dedican á este trabajo, cuyos locales se están habilitando para el efecto en las villas de Osuna, Arahal, Paradas y Marchena».
La cárcel de Marchena data de finales del XVI. En su interior hubo una capilla y tenía importantes objetos de arte como el lienzo de Cristo sostenido por angeles que se encuentra en el despacho del Alcalde.
En 1757 fue reformada tras el terremoto de Lisboa de 1755 por el maestro alarife local Nicolás Carretero y en 1790 se reforman sus tejados por el carpintero Sebastián de Góngora.
En el siglo XIX se convierte en la cárcel del partido judicial de Marchena, Paradas y Arahal, por este motivo los Ayuntamientos de los municipios vecinos se obligaron a pagar unos fondos al Ayuntamiento marchenero por este concepto según informa Fernando Alcaide en su estudio de las actas municipales en el XIX.
En la actualidad la antigua carcel esta transformada en una nave industrial habíendose vaciado su interior y conservándose su fachada.
La actual reja de su fachada se corresponde con el lugar donde estuvo la capilla de la cárcel. Desde sus ventanas los presos le cantaban a la Virgen de la Soledad a su paso dando origen a las saetas carceleras, tal y como sucedió en Sevilla.
Además la Hermandad del Dulce Nombre tenía la potestad de liberar un preso en el siglo XVIII al paso de dicha cofradía por la cárcel tal y como se refleja en el documento de los sucesos que dieron lugar a la expulsión de los jesuítas de la localidad.
En los años 60 se construyó una nueva cárcel frente al cuartel de la Guardia Civil que estuvo en pie hasta los setenta cuando se construye la barriada de los pisos de la cárcel.