El juego de pelota que estuvo en el Palacio Ducal desde 1541
José Antonio Suárez López
Una de las primeras instalaciones deportivas de Marchena y Andalucía estaba en el Palacio Ducal de Marchena. El Palacio tenía en 1541 un juego de pelota al que el Duque era muy aficionado. Hay dos documentos sobre este frontón la orden de pago del Duque a su mayordomo Francisco Saavedra «para pago de deudas contraídas en el juego de pelota, al cual era muy aficionado el Duque» «1541-12-3). El otro es una orden de pago a Juan de Godoy, «por lo que ganó en el juego de pelota contra el Duque» es decir apostaban. (1545-4-7).
Había dinero de por medio, pues era habitual que los jugadores cruzaran apuestas –el dinero se colocaba debajo de la red–, al igual que los espectadores. En los lugares destinados al Juego de Pelota se jugaba también a cartas o dados, lo que hacía que el deporte tuviera muy mala fama entre los moralistas. Los dueños de las salas en las ciudades alquilaban las pistas, las pelotas y las raquetas y proporcionaban vino y comida para los banquetes que a menudo se celebraban tras el partido.
En la edad media el juego de pelota era el más popular y se jugaba en toda Europa, especialmente en las cortes nobiliarias y en Francia donde era una moda que salia de los palacios reales. No es hasta finales del XIX cuando se empieza a jugar contra la pared en los frontones tradicionales conservadas especialmente en Valencia, Cataluña y Pais Vasco. El juego de pelota era el precedente del tenis y se practicaba en Egipto, Grecia y Roma.
Uno de los testimonio más importantes, en cuanto a los detalles, es el de Juan Luis Vives (1493-1540). Vives escribió una comparación entre el jeu de paume (jugado con pelotas duras y raquetas con encordado de tripa) y nuestro juego de pelota (similar al de la pelota vasca o valenciana actual y jugado con «pelotas de viento» golpeadas con la palma de la mano).
Este testimonio de Juan Luis Vives en el que habla del jeu de paume comparando las cuerdas de las raquetas parisinas de aquel juego con bordones de tripa de la sexta cuerda de la guitarra, ya que las exigencias de una raqueta de tenis con respecto al encordado determina que las cuerdas de tripa de animal sean muy adecuadas para este uso.
El elemento básico de las pelotas de viento era la vejiga de un animal, a menudo la vejiga urinaria del cerdo. Su superficie externa se revestía con cuero y una vez recubierta la vejiga, se llenaba con aire a presión hinchándola con un fuelle.
Antonio Scaino da Salo (cura, teólogo y literato) escribió una obra muy notable sobre el juego de pelota. Con referencia a las pelotas de viento, describió con detalle la forma de la vejiga y del tubo de hinchado y un tipo de válvula antirretorno (o de retención) a base de estopa, que permitía hinchar la pelota con un fuelle adecuado muy parecido a los actuales.
También mencionaba la costumbre de añadir un poco de vino en el interior de la cámara para que las pelotas mantuvieran más tiempo sus cualidades (especialmente su elasticidad) El sistema de «válvula antirretorno» en la vejiga urinaria comparado con el de las pelotas de viento fue descrito por Juan Valverde de Amusco y fray Luis de Granada.