Los «Cuatro Cantillos» es el nombre que recibe el corazón de muchos pueblos y ciudades, lugar para la tertulia y el comercio, donde antiguamente se reclutaban jornaleros. y cruce de caminos, esta intersección de calles que forman una cruz y cruce de caminos, donde convergen cuatro esquinas, tiene significados históricos, sociales o culturales más allá de Marchena, en lugares como Murcia, Bogotá, Huesca, Huelva, Granada, Jerez, Ubeda, Baeza.
La palabra «canton» viene del latín «canthus» que significa «ángulo» o «esquina» y «Cantillo» es el diminutivo de «canto», que además es la piedra con que se construían los edificios.
En las esquinas de mucho tráfico se colocaban Guardacantones a modo de columnas para proteger las estructuras de los daños causados por vehículos. Tradicionalmente, estos podían ser bloques de piedra u otros materiales robustos. El paso de carruajes podía causar daños a los edificos o incluso su ruina total cuando el edificio estaba hecho de adobe sin piedra.
La palabra «adoquín» proviene del árabe hispánico «addakkín», que tiene su origen en el árabe clásico «dukkān». El término árabe «dukkān» se refiere a una piedra o bloque de construcción. Con el tiempo, la palabra «adoquín» llegó a referirse específicamente a bloques de piedra rectangulares o cuadrados utilizados en la pavimentación de calles y caminos.
Durante ciertas épocas, especialmente en la Edad Media y el Renacimiento, se empleaban piedras y bloques de forma similar a los adoquines modernos como proyectiles en armas de asedio, como catapultas y trabucos. Estos proyectiles eran conocidos por su capacidad de causar daño significativo a las estructuras y a las tropas enemigas.
CRUCES DE CAMINOS
La orientación de los caminos y las calles en función de los puntos cardinales facilita el transporte y el comercio. Además, la dirección en la que se orientan los edificios y las calles influye en la exposición al sol y al viento con efectos importantes en las construcciones.
En Los Cuatro Cantillos, -por cantos o piedras que había en las cuatro esquinas- sus principales calles están orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, al Este, la salida del sol por la calle Las Torres, al Sur, San Sebastián, al norte Rojas Marcos y al oeste San Pedro.
Este antiguo cruce de caminos formaban una cruz entre las calles San Pedro, por el convento Dominico y San Sebastián, la ermita el patrón -que protegía contra las epidemias-, dos de ellas se cambian de nombre en el XIX. El camino de Sevilla-Granada que al pasar por el tramo urbano tomaba las calles más anchas y por él pasaban las diligencias, las tropas y los carros de mercancía y ganado, tal y como muestran las fotos de época.
Sobre espacios accesorios del convento de Dominicos se levantaron tiendas y comercios y podemos ver el cartel publicitario mas antiguo del pueblo, y probablemente uno de los más antiguos de la provincia que hecho de listones de madera de SACA, Sociedad Agraria Cooperativa Andaluza.
La puerta de Morón como elresto de la muralla fue dañada en 1368 por la campaña militar del rey nazarí Muhammad V, y reconstruida en 1430 por los Ponce. Durante muchos siglos fue usada como almacén por los frailes del cercano convento de San Francisco y Santa Eulalia. En 1720 dentro de las reformas del Duque Joaquín Ponce de León Láncaster se ubica en este edificio la primera panadería pública.
Lo que marca el urbanismo de la zona es en realidad el trazado de la muralla almohade preexistente, y los conventos -Santa Isabel, Santa Clara, San Francisco, Santo Domingo, San Agustin- y ermitas que a partir del XVI, de estar en el campo pasan a dar forma a los arrabales, alrededor de las puertas de la muralla y siguiendo el trazado de los principales caminos.
El camino de Marchena a Sevilla, era el camino de los Ponce de León que venía desde el castillo de Mairena, que controla dicho camino, pasaba por Paradas -una parada en el camino- por San Miguel, San Agustin y la calle Sevilla hasta San Pedro y San Andrés y salvando la Puerta Real salía del pueblo dirección Osuna, Antequera, Granada. Por éste camino entraban las autoridades como los Reyes cuando visitaban Marchena, y por el circularon las tropas, como cuando salieron soldados de Marchena para la toma del Alcázar sevillano en 1520.
Las mercancías circulaban por Las Torres y San Pedro que eran el antiguo camino Sevilla.-Granada.
En pleno corazón de los cuatro Cantillos encontramos un azulejo de la Trinidad en uno de los muros de la Torre de la Puerta de Morón. La Hermandad de la Trinidad fundada en 1609 por los Jesuítas de Marchena y radicada en su templo estaba dirigida por el yerno del duque de Arcos, el conde de Luna y su función principal era asistir a los hospitales y cárcel de Marchena y tenia su sede en La Compañia es decir en el templo de Santa Isabel.
Según Juan José Lozano el Duque acudía personalmente a la cárcel y hospitales asistiendo a los pobres y enfermos, cargando los sacos de trigo y pan que él repartía con sus manos, con lo que pretendía dar ejemplo y mover a la imitación de los demás miembros de la congregación de la Trinidad. En 1611 entra en ella el marqués de Zahara heredero del duque de Arcos y con su ejemplo entraron muchos otros. Al año siguiente fue el año de su mayor apogeo y su unió con la Hermandad Primaria de Roma algo que se celebró con una mascarada a caballo con antorchas y la asistencia del Duque.
Ya en el siglo XVIII y XIX Los Cantillos de San Pedro se convierten en el auténtico centro del pueblo, queando patente el final del proceso de colmatación del solar urbano con la desaparición de las últimas huertas y solares, que quedaban entre las casas, como Huerta Gavira, Solares de Guillermo, o zonas accesorias por oficios como Cantareros, donde se pretendía reunir a los artesanos del barro. Ya en el siglo XX este centro urbano queda desplazado hacia el oeste, con el surgimiento del barrio Madre de Dios que tiene a día de hoy la misma estención que el casco antihuo.
Con la llegada del ferrocarril en el XIX, las personas y mercancías se transportaban en carros desde la Estacion de tren a la Plaza de Abastos o el Matadero pasando por Los Cantillos. Además en Los Cantillos se ubicó la portada de la feria, cuando a principios del siglo XX, esta feria se celebraba desde el centro del pueblo hasta la actual plaza de la Constitución. También Los Cantillos ha servido de paradas de autbús por muchos años, De aqui salían los buses de la línea regular Marchena-Sevilla.