Roberto Narvaez, cantando las carceleras del preso de la Soledad de Marchena
El origen de la Cárcel de Marchena se remonta al final del siglo XVI. Tras la clausura de la Cárcel de Marchena, por encontrarse el edificio en malas condiciones, los reclusos fueron trasladados a la Cárcel Provincial de Sevilla ubicada en el antiguo Convento de Nuestra Señora del Pópulo, a mediados de la segunda década del pasado siglo XX.
En su libro «Días de Cofradías» (1998), el periodista José Luis Garrido Bustamante explica que según Julio Font de Anta -hermano de Manuel y de José- el saetero que inspiró la marcha era conocido como Paco el Arenero y era de Marchena.
En el año 1999 José Luis Garrido Bustamante estuvo en Marchena ofreciendo una conferencia explicativa sobre el origen marchenero de esta marcha.
La saeta que cantaba El Arenero era una carcelera del preso, propia de la hermandad de la soledad de Marchena, que se cantaba al paso de la Virgen de la Soledad por la carcel de Marchena en la Plaza de la Cárcel.
«La letra original de la saeta decía: Soleá dame la mano, por las rejas de la cárcel, que tengo muchos hermanos, huérfanos de padre y madre, y no tengo quien me ampare». Las carceleras del preso relatan las calamidades y la situación social del preso en la cárcel de Marchena.
Según el libro «Saetas de Marchena» escirto por Roberto Narváez Castillo saetero y director de la Escuela de Saetas de Marchena las saetas carceleras se originaron en Marchena a mediados del XIX y es una de las primeras en evidenciar las melodías aflamencadas, con cinco versos, dejando atrás el cante llano de las saetas antiguas marcheneras, (cuartas y quintas de Jesus Nazareno y el Cristo de San Pedro) nacidas en siglos anteriores XVI y XVII con influencia del canto de los frailes.
La carcelera comienza con una llamada o subida en quiebro, una bajada, semitonado muy del gusto flamenco, subiendo al final del verso, siempre a base de quiebro. El primer verso es lanzado sobre una misma nota hasta su hemistiquio que desciende para descansar, respirar retomar el final en sentido ascendente.
El esquema de esta compleja y elaborada saeta quedaría aproximadamente así: (llamada)-A1-A2-B-A1-A2*. (En un triste calabozo , las penas me consumían. Se me aproxima la muerte, te suplico, Madre mía, que me saques libremente».
La Saeta Marchenera Antigua recibió este nombre al ser llevadas a Sevilla por los cantaores marcheneros a finales del XIX, tienen su raíz en las Carceleras del Preso por la clara derivación melodial que tienen de ésta, ya que las repiten casi con una similitud evidente, y se forman en las postrimerías de dicho siglo.
«Pudiera haber sido una voz marchenera, o muy en contacto con esta realidad, la que al paso de la Esperanza de Triana en la mañana del Viernes Santo por delante de las rejas de la Cárcel del Pópulo, le lanzara ese profundo lamento de dolor que tradicionalmente se le ponía a los pies de la Virgen de la Soledad marchenera, cuando consolaba a los presos de Marchena y que decía: “Soleá dame la mano, por las rejas de la cárcel, que tengo muchos hermanos, huérfanos de padre y madre» señala Roberto narváez en su obra «Saetas de Marchena».
Otra carcelera de Marchena dice » Virgen de la Soledad, Madre de los marcheneros, toda llena de bondad, dale trabajo al obrero y a los presos libertad». Hoy dia se pueden escuchar carceleras principalmente el Sábado santo en Las Moleeras.
La marcha Soleá Dame la Mano de Font de Anta fue estrenada el domingo de Ramos de 1918 por la banda municipal tras el palio de la Virgen de la Amargura. La cárcel pública de Marchena, propiedad del Ayuntamiento ha sido investigada por Oliver Tovar y fue fundada en el siglo XVI y clausurada en torno a 1940-50.
La marcha Solea dame la mano está dedicada por Font de Anta en 1924 “a los desgraciados presos de la cárcel de Sevilla que al cantarle saetas a la Virgen en Semana Santa, me hicieron concebir esta marcha”, sin especificar que fuera a la Virgen de la Esperanza, y aportando el dato de que en 1916 son trasladados por el mal estado de la cárcel de Marchena, los presos de nuestro pueblo a la Cárcel del Pópulo de Sevilla, por lo que bien pudieron allí seguir cantando saetas.
Cuando la Hermandad de la Esperanza de Triana transita por primavera vez por delante de la Cárcel Provincial de Sevilla, ubicada en el edificio del desamortizado Convento de Nuestra Señora del Pópulo, la marcha de Manuel Font de Anta Soleá dame la mano ya estaba compuesta, y lo que es más importante, ya había sido estrenada en la calle durante la Semana Santa de Sevilla, expuso Gonzalo Lozano.
La primera referencia documental de la marcha la encontramos en la prensa sevillana el sábado 2 de marzo de 1918 (artículo de El Noticiero Sevillano). Pasan casi 70 años hasta que tiene lugar la primera grabación de la marcha, a cargo de la Banda de Música, Cornetas y Tambores 40 Brigada Tropa de Socorro de la Cruz Roja de Sevilla.