La talla de San Roque y dos documentos históricos del patrimonio de Marchena serán estudiados en el IAPH
José Antonio Suárez López
Tres importantes piezas del patrimonio de Marchena han sido depositadas hoy en el Instituto Andaluz de patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía para su estudio y posible intervención.
En el día de hoy el Ayuntamiento de Marchena ha depositado en los talleres del IAPH un Libro de Actas (1517-1529) y un Plano de 1899 procedentes del Archivo Municipal para elaborar un informe diagnóstico y un presupuesto para su intervención. También una escultura en madera tallada y policromada que representa a San Roque para redacción del proyecto de conservación y posterior intervención.
Se trata de una imagen sin documentar que se encuentra atribuida a los escultores Jerónimo Hernández (1540-1586) y Roque Balduque (¿-1561). Forma parte del retablo mayor de la capilla del cementerio municipal (antigua ermita de San Roque) y es propiedad del Ayuntamiento. En el acto del depósito de estos bienes ha estado presente Víctor Montes, teniente de alcalde y delegado de Juventud, Cultura y Nuevas Tecnologías.
La ermita y fuente de San Roque, el co-patrón, es la parte más antigua del cementerio ya que existe desde la época medieval. Justo al lado del yacimiento del Lavadero donde se encontraron las tumbas de los primeros cristianos.
En la epidemia de Cólera de 1885 el Ayuntamiento costeó novena a San Roque, que da nombre a nuestro cementerio, protector ante la peste y toda clase de epidemias, co-patrón de Marchena y San Sebastián -patrón- para que librara a la población del contagio y la Hermandad Sacramental de San Juan convocó una misa la misma finalidad.
La existencia en Marchena de una ermita -hoy en el cementerio- y fuente de San Roque justo al lado del yacimiento romano de El Lavadero, donde aparecieron en 2015 estructuras hidráulicas como una gran cisterna romana, y otras evidencias de posible uso balneario hacen que para Maria Luisa Otomano fuera posible que «Marchena albergara en época romana lugares donde se practicaran cultos relacionados con las curaciones por medio del agua». Además, muy cerca hay enterramientos paleocristianos.
El libro de actas de 1517 a 1529 es uno de los más antiguos que conserva noticias y acuerdos adoptados por el Concejo municipal de Marchena en esas fechas y por lo tanto es uno de los más valiosos y al mismo tiempo de los peor conservados.
David Rodriguez Lebrón, un vecino de la Plaza Ducal explica cómo encontró junto a un contenedor un plano de Marchena fechado en 1899 y firmado por Luis Alfred Coullaut, ingeniero de ferrocarriles, y padre de Lorenzo Coullaut Valera.
Lo encontró por casualidad, junto a un contenedor de basura antes del confinamiento junto a varios muebles. «El plano estaba metido en un marco tirado en la basura. El mapa no se veía porque tenía delante un póster publicitario de un polvero de Dos Hermanas, que es lo que se veía. El mapa estaba entre la protección trasera del marco y el cartel publicitario» explica David.
El Archivero municipal Ramón Ramos destaca que este plano es uno más de la serie de mapas históricos que conserva el Ayuntamiento de Marchena. «Tenemos uno de 1825, otro de 1868, 1870, y 1920. Es verdad que hay elementos urbanos de finales del XIX que no recogen los otros, tales como la construcción del Arrecife, la Estación de Ferrocarril, el Baño de los Caballos» o el cañón del Berral, además de reformas en calles y plazas de finales de XIX. Además el plano recoge los nombres antiguos de las calles. También se observa el Lazareto que estaba donde hoy se levanta el Centro de Salud.