El informe oficial de los arqueólogos del yacimiento El Lavadero -recién publicado en la revista Ligustinus- afirma en sus conclusiones que la única forma de conocer la naturaleza y origen de dicho yacimiento y por lo tanto del casco urbano de Marchena es seguir excavando algo a lo que se niegan las autoridades.
En agosto de 2015 se descubrieron en el Yacimiento de El Lavadero de Marchena un estanque de dos millones de litros de agua, restos de estatuas, viviendas, acueductos, moneda, tumbas y cerámicas. Ahora se ha publicado el estudio oficial de los arqueólogos donde dicen que sólo excavando más se conocerá con certeza qué son éstos restos ya que los estudios previos indicaban que era una villa romana algo que el presente estudio descarta.
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El estudio concluye que El Lavadero presenta materiales prerromanos y republicanos (siglos VII/V-I a.C.), así como edificaciones, infraestructuras, estatuaria, registros funerarios, etc. de los siglos I al VI/VII d.C. Esta realidad arqueológica, aún escasamente definida, evidencia que estamos ante un asentamiento que con casi total seguridad trasciende al concepto de “villa”. Deberán ser futuras intervenciones arqueológicas las que permitan profundizar en las distintas propuestas interpretativas al objeto de definir la funcionalidad de El Lavadero y su relación con los orígenes de Marchena, que cada vez parecen más cercanos.
Por su parte Maria Luisa Ottomano Queraltó en su estudio «Cultos Salutíferos en la Bética Romana» apunta la posibilidad de que se trate de un balneario romano dedicado a la diosa Salus.
LA CISTERNA ROMANA MAS IMPORTANTE DE LA PENINSULA
También se encontró una cisterna romana con capacidad de unos dos millones de litros de agua. Las dimensiones de esta estructura, con 44,40 metros de diámetro interior y 47 metros al exterior, una profundidad de 1,30 metros y muros con grosores de 1,20 m., hacen de ella algo poco común. De la total ausencia de marcas de pilares o de escombros asociables a bóvedas, se desprende que no estaría cubierta, pudiendo almacenar a cielo abierto un máximo de 2.000.000 de litros de agua. Por comparación, en la ciudad de Bath inglaterra existe una cisterna similar que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
CIEN AÑOS ESPERANDO EXCAVAR
La existencia de un yacimiento romano en El Lavadero siempre ha sido conocida tal y como consta en escritos desde el XIX. A pesar de ello ha sido descubierta, ignorada y vuelta a redescubrir sucesivamente sin que se haya hecho nada por recuperarlo.
Primero por Morales Sastre, que en su «Descripción Topográfica de Marchena» (1826) dice que existen conducciones, acueductos, bóvedas, salas subterráneas, arcas y a un estanque relatando incluso el hundimiento de estas estructuras con la caída de lienzos.
Casi un siglo después, en 1917, José Ramón Mélida da testimonio de la información que le transmite el escultor Lorenzo Coullaut Valera acerca del hallazgo junto al cementerio de la ciudad de “restos de una construcción rectangular de hormigón, y restos de otras, a un kilómetro al S, que denotan pertenecer á una fábrica de hormigón y mampostería, con cemento de cal, siendo de notar en ella un pavimento de mosaico» advirtiéndose unas cañerías de barro «que hacen sospechar si tales ruinas serán de unas thermas”. Ya entonces se pedía una investigación mayor «en beneficio de la ciencia».
En el años 87 apareció un mosaico mosaico en el yacimiento cuyo descubrimiento no conllevó otras actividades arqueológicas encaminadas a la investigación que hoy se conserva guardado en depndencias del Ayuntamiento de Marchena.
Catalogado como una villa romana en los 90, rápidamente fue desechada esta definición a la luz de los nuevos descubrimientos . En 1990 el arqueólogo Moreno de Soto actuó de urgencia encontrando tumbas y restos de un edificio e infraestructuras hidráulicas.
Junto a la ermita de San Roque sita en el cementerio municipal, se descubrió el sepulcros en el que se menciona la existencia de un colegio funerario formado por libertos (Ordóñez 1995).
IMPORTANCIA DE LO HALLADO
Este informe explica que no solo hay restos romanos en El Lavadero, también los hay de la edad de hierro y restos de la cultura campaniense en la zona más alta junto al cementerio.
El hallazgo de una pavimentación de losas de piedra evidencia la existencia de una calzada de 7-8 metros de anchura. También se halló un abase de columna ática S. I junto a un canal de drenaje. Viviendas y construcciones de ámbito público tales como calzadas, drenajes de calles y, sobre todo, el gran estanque circular que puede ser uno de los más grandes en España.
Los restos están datados, en su mayoría, entre finales del siglo I a.C. a II d.C., aunque existen indicios de ocupación hasta al menos el siglo V d.C. También se ha localizado un enterramiento, que contiene restos óseos humanos.