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Origen de las palabras puto, abujarrón, activo pasivo y mariposa

Dos arrieros llegaron a Sevilla con sus mercancías. Uno de ellos tomó un purgante en tan gran cantidad que le quemó el ano. Cuando su compañero fue a verlo el otro le mostró su mal, le tocó y el enfermo respondió: cuidado que me lastimas y la moza, que lo oyó, pensó mal, los denunció y acabaron quemados.

Tras ser prendidos  dijeron que le estaba mirando las llagas a lo cual el alcalde de Justicia dijo: «¡Abujarrones!, que aun estándoos muriendo no podéis apartaros de este pecado». Las autoridades estaban preocupadas por las redes de prostitución masculina que pagaban señores y clérigos.

Como vemos eran frecuentes las falsas acusaciones de sodomía que usadas convenientemente contra un enemigo podían suponer el fin de su carrera y dar con sus huesos en la cárcel como le pasó al hijo de Garcilaso de la Vega,  Lorenzo Suárez de Figueroa, vecino de la isla de Santo Domingo donde fue juzgado en Santo Domingo por  haber quitado la vida a Baltasar de Peravia y supuestamente haber cometido pecado nefando con un esclavo negro aunque no quedase suficientemente probado. 

El confesor en la Cárcel de Sevilla, el jesuita Pedro de León, fue uno de los primeros en llamar «mariposas» a los que practicaban la sodomía. «Los que no se enmiendan y se andan en las ocasiones de pecar son como las mariposillas, que andan revoloteando por junto a la lumbre: que de un encuentro se le quema un alilla, y de otro un pedacillo, y de otro se quedan quemadas».  El pecado nefando se castigaba con la hoguera.

En Sevilla la Huerta del Rey Moro era lugar de encuentros clandestinos donde pillaron al el fraile Diego Maldonado, que «andaba siempre con mocitos galanes convidándolos a meriendas. Estando debajo de la higuera comiendo higos, después de algunas palabras tiernas  le quiso besar y el mozo dio voces diciendo: ¡que me quieren forzar! y se lo llevaron preso».

En las casas de juego del Arenal merodeaban los putos «agentes» o «pacientes«, como  Francisco Galindo, que «andaba con tantas galas que parecía más mujer que hombre». Los italianos en la Sevilla del XVI tenían fama de bujarrones y en Madrid tras quemar la Justicia a un barbero italiano por el pecado nefando, los más prevenidos al ir a hacer tratos con italianos se ponían pantalones con refuerzo por detrás, por el miedo a ser forzados.

El término ‘bujarrón’, viene del italiano buggerone gentilicio de ‘búlgaro’ donde los soldados torturaban a sus prisioneros de guerra sodomizándolos al final del imperio romano.

La casa de juegos y apuestas del alguacil Quesada era en realidad una casa de prostitución masculina encubierta en 1590. Incluso un sacerdote como Francisco Iniesta mantenía en 1600 que la sodomía no era pecado si se pagaba, tal y como él habia hecho. Por este motivo fue procesado.

En agosto de 1567 fue ejecutado don Alonso Henríquez de Guzmán por el mismo delito y un mancebo con quien estando preso lo comettia…» . Otro noble Alguacil Mayor de Sevilla y administrador de los ducados de Osuna y Alcalá Alonso Téllez Girón y su paje, fueron acusados de sodomitas, el 30 de abril de 1597, y de haber asesinado a su esposa, doña Inés de Guevara. Se  le condenó  a que fuese llevado por las calles de Sevilla [..] «hasta el campo fuera de la puerta de Jerez donde se le diese primero garrote y luego quemado por el pecado nefando».

La famosa «Copa Warren» muestra el llamado «pecado nefando»

FUENTES:

Vázquez García, Francisco y Moreno Mengíbar, Andrés: «Poder y prostitución en Sevilla», (siglos XIV-XX), tomo I /Universidad de Sevilla, 1998 (2ª edición)

Garza Carvajal, Federico: «Quemando mariposas : sodomía e imperio en Andalucía y México, siglos XVI-XVII» / Ed. Laertes, Barcelona, 2002

Pedro de León (1616): «Grandeza y miseria en Andalucia. Testimonio de una encrucijada histórica 1578-1616» /Edición, introducción y notas de Pedro Herra Puga / Granada 1981 [Contiene íntegramente el «Compendio de algunas experiencias en los ministerios de que usa la Compañía de Jesús…» y su Apéndice de los ajusticiados. Recoge muchos casos de condenados por el pecado nefando en Sevilla]