Los que salían disfrazados a la calle cuando el Carnaval estaba prohibido
José Antonio Suárez López
El 5 de Febrero de 1937, en plena guerra el BOE publica orden de prohibición del carnaval en toda España pero en los lugares donde había mucha tradición se siguieron celebrando de forma más o menos oculta y en Marchena se recogen testimonios de que Las Viejas Ricas existieron hasta 1941-42, un año después de que se confirmó la prohibición para toda España.
En 1947 se autoriza de forma extraordinaria algunas agrupaciones en Cádiz tras la explosión del polvorín, en Fuentes en 1955 con autorización del Alcalde y en Morón en 1960 pasando por la censura previa de las agrupaciones y letras. Los repertorios más críticos se cantaban en los bares a puerta cerrada.
En Marchena según los testimonios orales recabados, el carnaval nunca se extinguió totalmente aunque quedó convertido en algo marginal y minoritario por la persecución policial.
Las Viejas Ricas salieron hasta el 41 según testimonio de Esperanza Romero y Enrique Tovar -componente de Los Democráticos- recuerda que en el año 56 teniendo él cinco años vio a la comparsa «Caballo Loco» -que iban disfrazados de indios- huyendo de la Policia Local.
En 1960 salió El Diluvio, un grupo capitaneado por Miguel López Rodríguez, (1926-78) comerciante de la Plaza Siete Revueltas, y amante del carnaval como toda su familia. Miguel, al que vemos con la cara pintada de negro y una caja de cartón a modo de cámara de fotos en la foto superior.
Cuando los viandantes se acercaban a ser fotografiados por tal artista, se encontraban regados por un chorro de agua que salía de la falsa cámara.
En los 50 y 60 que salía gente disfrazada a pesar de la prohibición y acababan detenidos. Los carnavaleros disfrazados jugaban al gato y al ratón con la Policia o la Guardia Civil pasando de una calle a otra por las puertas falsas de las casas, o a través de las azoteas.
Otro miembro de la saga de los «Calichi» Antonio Sánchez «Ñito», recuerda que su tío Antonio Sánchez, apodado «El Chamarín» fue detenido en varias ocasiones por ir disfrazado en las fechas de Carnaval. Juan Nuevo, otro miembro de la familia explica que un año su tío Antonio salió a la calle en Carnaval, -él sólo- disfrazado de Charlot y rápidamente fue detenido por la Policía Local.
El mismo Antonio Sánchez «Chamarín» -cuya mujer se apodaba La Guardia- protagonizó una protesta para reivindicar el carnaval cuando estaba prohibido. Salió a la puerta de su casa disfrazado, se amarró y puso un cartel que decía «La Guardia no me deja salir». Cuando llegó la Guardia Civil, les explicó que La Guardia no era otra que su esposa. De esta forma quiso reivindicar los carnavales. en pleno franquismo según explica su familia.