Icono del sitio Marchena Noticias. Marchena Secreta. El tiempo en Marchena. Sucesos Marchena. Planes de verano en Andalucia. Marchena Noticias

Rosario, mala o subja: rezar con cuentas en las tres culturas

Las cuentas de oración se usan en diversas religiones para contar repeticiones de oraciones, mantras o cánticos. Algunos ejemplos son el rosario cristiano, el dhikr islámico y el yapamala en el budismo y el hinduismo. Estas cuentas son antiguas; las más antiguas conocidas datan del año 10,000 a.C. en África. El propósito de estas cuentas es ayudar a los fieles a mantener un recuento de sus oraciones y permitirles concentrarse más en la oración en sí.

Las cuentas varían en número y estructura según la tradición. Por ejemplo, en el islam, las cuentas de oración suelen tener 100 cuentas, mientras que en el budismo e hinduismo suele haber 108. Los católicos usan el rosario que consta de 59 cuentas y los cristianos ortodoxos a menudo utilizan un chotki con 100 nudos.

El judaísmo no adoptó cuentas de oración, posiblemente para distinguirse de otras religiones. En su lugar, algunos judíos tocan los nudos de los tzitzits en sus talits durante las oraciones.

En el cristianismo, las cuentas han sido utilizadas desde tiempos de los Padres del Desierto en los siglos III al V. En el islam, las cuentas ayudan a los fieles a llevar la cuenta de sus oraciones en alabanza a Alá. Los sijs también utilizan cuentas de oración, así como los hindúes, quienes emplean el Yapa mala.

En resumen, las cuentas de oración son herramientas antiguas y universales utilizadas en diversas tradiciones religiosas para ayudar en la devoción y la meditación.

ROSARIO CRISTIANO

El rosario es una devoción mariana profundamente arraigada en la tradición católica. Se refiere tanto a la oración en sí como al objeto físico utilizado para rezar, que consta de cuentas enlazadas en una secuencia específica.

Historia del Rosario:

La práctica de rezar con cuentas o piedras tiene antecedentes en varias religiones antiguas, incluso antes del cristianismo. Sin embargo, el desarrollo del rosario tal como lo conocemos en la tradición católica tiene sus propias raíces.

Durante los primeros años del cristianismo, era común que los monjes rezaran los 150 salmos del Libro de los Salmos. Sin embargo, dado que muchos laicos no tenían acceso a los salmos ni la capacidad de memorizarlos, buscaban una forma más simple de oración diaria. Esto llevó a la práctica de rezar 150 Padrenuestros en lugar de los salmos.

Con el tiempo, esta práctica se mezcló con diversas devociones populares. A finales del primer milenio y comienzos del segundo, se desarrolló una práctica en la que se rezaban 150 Avemarías, a menudo con la ayuda de cuentas o nudos en una cuerda para llevar la cuenta. Estas cuentas se conocían como «paternosters», del latín «Pater Noster», que significa «Padre Nuestro».

La estructura actual del rosario, con los misterios y la combinación de Padrenuestros, Avemarías y Glorias, evolucionó gradualmente. Una tradición sostiene que la Virgen María se apareció a San Domingo de Guzmán en el año 1214 y le entregó el rosario como una forma de oración. Aunque esta historia ha sido ampliamente aceptada, algunos historiadores creen que la devoción del rosario se desarrolló más gradualmente antes de que los dominicos la adoptaran y la promovieran.

Con los años, papas y otros líderes de la Iglesia han endosado y enriquecido la devoción del rosario, y ha llegado a ser una de las principales prácticas espirituales para muchos católicos alrededor del mundo.

EL SUBJA EN EL MUNDO ARABE 

El «subha» (también escrito como «sibha», «misbaha» o «tasbih») es un cordón de cuentas utilizado por muchos musulmanes para ayudar en la recitación de dhikr, que incluye los nombres de Dios en el islam, o suplicaciones tomadas de los hadices del profeta Mahoma. El «dhikr» se refiere a actos de recordación y alabanza de Dios.

Origen del subha árabe: El uso de cuentas para la oración o meditación no es único del islam y se remonta a tiempos antiguos. Varias culturas y religiones han utilizado cuentas o piedras como ayuda en sus prácticas devocionales. No se sabe con certeza cuándo se introdujo el subha en la práctica islámica, pero su uso se ha establecido firmemente durante siglos.

El subha tradicional tiene 99 cuentas, que corresponden a los 99 nombres o atributos de Allah. Sin embargo, también es común encontrar subhas con 33 cuentas, y después de completar tres rondas, el devoto alcanza las 99 alabanzas.

¿Cómo se usa el subha? Para usar el subha, un devoto suele comenzar en la cuenta separadora (que a menudo es más grande o tiene una forma diferente y se encuentra al comienzo o al final del circuito de cuentas) y recita una oración o alabanza específica en cada cuenta. Las alabanzas más comunes incluyen: «SubhanAllah» (Gloria a Dios) «Alhamdulillah» (Gracias a Dios) «Allahu Akbar» (Dios es el más Grande).

Una vez que el devoto completa el circuito de las cuentas, puede ofrecer una oración especial o simplemente comenzar de nuevo. Además de ayudar a mantener la cuenta de las recitaciones, el subha sirve como un recordatorio físico de la presencia y la alabanza de Dios en la vida diaria del devoto.

El uso del subha no se limita a un momento o lugar específico, y es común ver a musulmanes utilizando su subha en diversos lugares, desde mezquitas hasta medios de transporte público, como una manera de recordar y conectarse con lo divino en medio de las actividades diarias.

EL MALA EN EL MUNDO HINDU 

El «mala» es un cordón de cuentas utilizado en la tradición hindú, así como en otras tradiciones como el budismo, para la meditación y la recitación de mantras. Su uso tiene como objetivo ayudar a la concentración y mantener la cuenta de las repeticiones durante las prácticas devocionales.

Estructura del mala: Un mala tradicional generalmente tiene 108 cuentas, una cifra que posee significado espiritual y numerológico en varias tradiciones orientales. Además de las 108 cuentas, hay una cuenta adicional, llamada «guru» o «cuenta maestra», que es un poco más grande y a menudo tiene una forma o decoración distinta.

¿Cómo se usa el mala en el mundo hindú?

Preparación: Antes de empezar, es bueno encontrar un lugar tranquilo para sentarse en una postura cómoda. Algunas personas eligen purificar su mala antes de usarlo, lo que se puede hacer con humo de sahumerio o simplemente colocándolo en un lugar sagrado por un tiempo.

Inicio: Tomando el mala con una mano, se comienza con la cuenta situada junto a la cuenta del guru (sin contar la cuenta del guru).

Recitación: Mientras sostienes una cuenta entre el pulgar y el dedo medio o el dedo índice, recitas un mantra específico. Una vez que la recitación está completa para esa cuenta, se mueve a la siguiente, y así sucesivamente.

Ciclo completo: Cuando se alcanza la cuenta del guru después de haber pasado por todas las 108 cuentas, se ha completado un ciclo. Si deseas continuar recitando, no se cruza la cuenta del guru. En cambio, se gira el mala y se continúa en dirección opuesta.

Finalización: Al final de la sesión de meditación, es común ofrecer gratitud o realizar una oración de cierre. El mala puede ser llevado al corazón o al tercer ojo en señal de respeto y devoción.

El mala no solo sirve como herramienta de meditación, sino también como un recordatorio constante de la devoción y la práctica espiritual del individuo. Es una herramienta versátil que puede ser adaptada a las necesidades individuales, ya sea para meditación profunda o para recuerdo consciente en medio de la rutina diaria.