En Sevilla, puerta del comercio de esclavos africanos del XVI y XVII, una iniciativa cultural está devolviendo el protagonismo a un capítulo olvidado de nuestra historia: la comunidad negra que formó parte del tejido social sevillano durante siglos. La Asociación Sevilla Negra busca visibilizar la herencia africana en la ciudad y provincia a través de rutas históricas y actividades culturales
En Sevilla como uno de los mayores mercados de esclavos de Europa en los siglos XVI y XVII miles de africanos fueron vendidos en lugares icónicos como las Gradas de la Catedral y la Plaza de San Francisco. La presencia de esclavizados era tan notable que cronistas de la época describían la ciudad como un tablero de ajedrez, con tantos negros como blancos recorriendo sus calles. Sevilla Negra rescata esta historia, no solo para evidenciar su impacto en la economía y sociedad de la época, sino también para reivindicar el legado y la resistencia de esta comunidad a dia de hoy.
Un turismo que reivindica la memoria
Entre sus proyectos más destacados está el Tour Sevilla Negra, un recorrido por la ciudad que revela la presencia de africanos y afrodescendientes en Sevilla desde la Edad Media hasta la actualidad. La ruta lleva a los participantes por lugares emblemáticos como las Gradas de la Catedral, donde se realizaban transacciones de esclavos, o la Plaza de San Francisco, epicentro del comercio y del poder económico de la Sevilla imperial.
El tour no solo expone los horrores del comercio esclavista, sino también las aportaciones culturales de la comunidad negra en la ciudad. Desde la música hasta la religión.
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Cultura y educación como herramientas de transformación
Más allá del turismo histórico, Sevilla Negra impulsa proyectos de inclusión social y cultural como Aula I, formación para la integración de migrantes africanos en Sevilla. ExplorArte, fomenta la expresión artística afrodescendiente en Sevilla, promoviendo exposiciones, eventos y encuentros. El Club Cultural Sevilla Negra, a través del cine y la literatura genera espacios de debate y reflexión sobre la identidad negra en España. Uno de los eventos más esperados de la asociación es la African Expo, una feria cultural que se celebra trimestralmente con gastronomía, la música y la moda. A esto se suma el Fútbol Solidario Sevilla Negra, una actividad deportiva que busca recaudar fondos para sostener los proyectos de la asociación.
Su trabajo no solo aporta a la reconstrucción de la memoria histórica, sino que también abre nuevas perspectivas sobre lo que significa ser sevillano en el siglo XXI.
ESCLAVOS NEGROS EN SEVILLA
La llegada de esclavos a Sevilla se remonta a la Baja Edad Media, pero el comercio de esclavos africanos se intensificó en el siglo XVI con el auge de ls rutas comerciales altánticas.
Los esclavos llegaban principalmente a través del comercio con Portugal, que tenía el monopolio de la trata de esclavos africanos. Los barcos que traficaban con esclavos utilizaban las rutas atlánticas, transportando personas capturadas en las costas de África occidental (Guinea, Congo y Angola) hacia la península ibérica y América. En Sevilla, estos esclavos eran vendidos en mercados locales y redistribuidos a otras ciudades y territorios.
Luis de Peraza cronista sevillano del siglo XVI, autor de la «Historia de Sevilla» escrita en 1535 escrbe que «Hay infinita multitud de negras y negros de todas las partes de Etiopía y Guinea, de los cuales nos servimos en Sevilla y son traídos por la vía de Portugal”,
Las Gradas de la Catedral de Sevilla se convirtió en uno de los mercados más activos de esclavos, como sitio de gran tránsito y visibilidad, lo que facilitaba las transacciones entre mercaderes y compradores. La Iglesia participaba en la esclavitud, ya fuera a través del respaldo legal, la propiedad de esclavos o su control sobre las transacciones comerciales.
La Plaza de San Francisco uno de los más importantes de la ciudad, albergaba diversas actividades comerciales, incluida la venta de esclavos junto al gobierno local y los tribunales, lo que facilitaba la supervisión de contratos de compraventa y la resolución de disputas legales. El Arenal, puerto de Sevilla o el mercado de la Alcaicería eran otros mercados de esclavos. En 1565, había cerca de 7.000 negros esclavos en su censo, sin incluir a los negros que practicaban el Islam, a negros o mulatos libres, etc.
La doctrina cristiana interpretaba que la esclavitud era una consecuencia del pecado original. Teólogos como Santo Tomás de Aquino sostenían que, tras la caída del hombre, la esclavitud se introdujo como una forma de castigo y redención. revistas.juridicas.unam.mx
Se argumentaba que al esclavizar a individuos de otras religiones, especialmente africanos y musulmanes, se les brindaba la oportunidad de conocer el cristianismo y salvar sus almas. Esta perspectiva presentaba la esclavitud como un acto de misericordia y evangelización.
Los sevillanos justificaban la esclavitud basándose en percepciones racistas y deshumanizadoras hacia los africanos. A los esclavos se les marcaba en la cara con una «S» y un clavo, formando la palabra «Esclavo», de manera similar al ganado, lo que facilitaba su identificación y reforzaba su deshumanización. Además, se les trataba de manera infantil, considerándolos de menor capacidad e inferiores, y se cuestionaba incluso si tenían alma, una justificación para perpetuar la esclavitud y la discriminación.
La población esclava en Sevilla creció notablemente a lo largo del siglo XVI. En 1565, había registrados 6.327 esclavos en la ciudad y 44.670 en el conjunto del arzobispado de Sevilla, convirtiéndola en una de las urbes con mayor número de esclavos en Europa, después de Lisboa.
El mercado de esclavos en Sevilla estaba dominado por una élite mercantil y aristocrática que incluía tanto a comerciantes como a familias de la nobleza, instituciones religiosas y órdenes religiosas. Entre los principales propietarios de esclavos en la ciudad destacaban.
Los mercaderes portugueses, en su mayoría judeoconversos, jugaron un papel central en la trata atlántica y el abastecimiento de esclavos en Sevilla. Destacaba la familia Gomes Reynel, que obtuvo en 1595 el asiento de esclavos para suministrar esclavos africanos a las Indias.
El Cabildo Catedralicio de Sevilla tenía en su patrimonio esclavos que trabajaban en el mantenimiento de sus propiedades.. Las grandes casas nobiliarias poseían esclavos como símbolo de estatus.. Entre las familias aristocráticas con mayor cantidad de esclavos estaban los Duques de Medina Sidonia, y el Duque de Arcos que utilizaban mano de obra esclava en sus extensas propiedades rurales, en sus palacios y casas de campo.
Según el catedrático Alfonso Franco, el Duque de Arcos podía tener alrededor de 200 esclavos en sus palacios de Marchena y Sevilla, similar al Duque de Medina Sidonia y al Arzobispo de Sevilla, quienes también poseían un gran número de esclavos. Tener esclavos era un signo de estatus económico en esa época. Felipe Bullet, quien en 1663 reclamó al Duque de Arcos un esclavo llamado Hamete Aolcada que se había escapado de Madrid y se encontraba en Marchena bajo la posesión del Duque.
Los artesanos, taberneros y pequeños comerciantes, poseían uno o dos esclavos para el trabajo doméstico o en sus negocios.
Palacio Ponce de Leon en Sevilla
En 1399 se funda la Hermandad de los Negros en Sevilla por el Arzobispo Gonzalo de Mena que ofrecía a los esclavos negros un espacio de integración y protección dentro de la sociedad sevillana. Necesitaban el permiso por escrito de sus dueños para unirse a la hermandad, lo que refleja la realidad de la esclavitud en esa época y la dependencia de los esclavos de la voluntad de sus amos. El respaldo eclesiástico a la hermandad permitía una mayor integración de la comunidad negra.
Hasta 1560, el negocio de la trata atlántica era controlado por la élite mercantil judeoconversa de Sevilla. Sin embargo, a partir de esa fecha, y en un proceso que culminó con la concesión del asiento de esclavos a Pedro Gomes Reynel en 1595, los hombres de negocios portugueses tomaron el control de la trata negrera hacia las Indias castellanas.
Estos mercaderes judeoconversos portugueses operaban como intermediarios entre las factorías africanas y los mercados de esclavos en la península ibérica y América. Su influencia en la economía sevillana era significativa, ya que no solo participaban en la trata de esclavos, sino también en otras áreas del comercio transatlántico.
Sin embargo, la sublevación portuguesa de 1640 afectó drásticamente la organización de la trata atlántica. A partir de entonces, el tráfico negrero desde las factorías portuguesas en África hacia Sevilla se interrumpió, y la ciudad dejó de ser un centro principal del comercio de esclavos.
FUENTES
El estudio «Trata Atlántica y Esclavitud en Sevilla (ca. 1500-1650)» fue escrito por Eduardo Corona Pérez y publicado por la Editorial Universidad de Sevilla en 2022. Forma parte de la Colección Historia (Núm. 389) y está basado en la tesis doctoral del autor, defendida en 2021 en el Departamento de Historia Moderna de la Universidad de Sevilla
Alfonso Franco Silva, “Esclavitud en Sevilla y su Tierra a finales de la Edad Media”
Publicación que analiza cómo Sevilla fue uno de los principales centros esclavistas en España.
Disponible en bibliotecas universitarias y en el Centro de Estudios Andaluces.
José Antonio Gómez Rodríguez, “La esclavitud negra en la Sevilla del Siglo de Oro”Explora la vida cotidiana de los esclavos en Sevilla y cómo se justificaba ideológicamente la esclavitud.
Antonio Domínguez Ortiz, “La sociedad española en el siglo XVII”
Estudio sobre las estructuras socioeconómicas que sustentaban la esclavitud en España.
Bertrand de la Farge, “Los esclavos olvidados de España”
Analiza la invisibilización histórica de los esclavos africanos en la sociedad española.
Para profundizar en la historia de la esclavitud en Sevilla y la presencia africana en la ciudad, te recomiendo los siguientes recursos:
Libros:
- «Hechos y cosas de los negros en Sevilla» (2017) de Jesús Cosano: Este libro ofrece una crónica detallada sobre la vida de los negros sevillanos durante siglos, revelando historias poco conocidas de la Sevilla del siglo XVI.
- «Las negras de la mar» (2021) de Jesús Cosano: Continúa explorando la presencia femenina negra y mulata en España, aportando relatos documentados que visibilizan su papel en la historia.
Documentales:
- «Los Negros» (2022), dirigido por Antonio Palacios: Este documental narra la historia de los esclavos africanos en Sevilla desde el siglo XIV y la fundación de la Hermandad de los Negritos, utilizando técnicas de animación y recreaciones históricas.
- «Cachita. La esclavitud borrada» (2020), dirigido por Álvaro Begines: Indaga en la esclavitud en España y cómo ha sido omitida en el relato oficial, combinando dramatizaciones con testimonios de expertos.