Suena «Réquiem» en San Agustín por las víctimas de la pandemia
José Antonio Suárez López
A las cinco de la tarde se han abierto las puertas de San Agustín para permitir la visita al señor de la Paz y la Virgen de la Palma.
Antes de este momento la hermandad de la Borriquita ha vivido varios actos internos a puerta cerrada en la que la banda de la Palma ha tenido actos de convivencia entre sus grupos como los costaleros o los músicos. Por la mañana la hermandad asistió corporativamente a la misa de Palmas de la iglesia de San Agustín.
Poco después de retomar los ensayos, los músicos de la Banda de la Palma han realizado una ofrenda floral y han dejado a los piés del Señor un tambor y una corneta.
También han interpretado esta tarde dentro de San Agustín algunas marchas. La primera marcha que ha sonado ha sido Réquiem en memoria de las víctimas de la pandemia, enlazado con el toque a oración, seguido de la marcha «En el cielo de tu gloria» seguido de la marcha La Pasión. Una vez que se abrieron las puertas de San Agustín sonó el toque a oración en el templo.
La banda de la Palma ha decidido retomar sus ensayos para poder así responder a las peticiones o encargos que vengan de hermandades y colectivos aún extremando las medidas de seguridad en los ensayos tales como medir la temperatura a los músicos, además de los ya consabidos de distancia social y siempre adaptándose a los cambios de la pandemia. La banda tiene intención de seguir ensayando si las condiciones de la pandemia no lo impiden.
También se han reunido buena parte de las cuadrillas de costaleros del señor de la Paz y la Virgen de la Palma en un acto íntimo de reencuentro y convivencia con la hermandad en el patio de San Agustín. Reencuentro porque con la ausencia de ensayos, los costaleros se ven poco o nada durante el año y a través de este acto han podido reencontrarse.
Más duro si cabe que el año pasado porque, si bien el año pasado la pandemia y el confinamiento llegó de forma inesperada, este año sin pasos en las calles se pueden visitar los templos, y hay una engañosa sensación de normalidad, pero lo cierto es que la pandemia sigue y las cifras son elocuentes. Para otros, esta Semana Santa de altares sin procesiones, ha servido para mantener el contacto y la convivencia entre los miembros de la hermandad.
Las saetas también sonaron en las naves del templo de San Agustín en la tarde del Domingo de Ramos.
Las Juntas de Hermandades como la del Rocío han ido pasando durante la tarde por delante de los titulares de la Hermandad del Domingo de Ramos para realizar rezos ante ellas. La hermandad del Rocío anunció que el Domingo de Resurrección sonarán por vez primera toques de diana con sones de Resurrección con una gaita y tambor rociero por las calles de Marchena.