Teresa Avellaneda: «El pregón no es mío, sino que está escrito a pie de Sagrario»
José Antonio Suárez López
El próximo domingo en San Juan será el pregón de la Semana Santa de Marchena 2018 que pronunciará Teresa Avellaneda, primera mujer pregonera de Marchena y monja de Santa Isabel que dará un pregón, muy espiritual, pero con los pies en la tierra.
El mismo día del pregón estará a la venta en la iglesia de San Juan y luego se podrá adquirir en otros lugares de Marchena. Todo lo recaudado por la venta del pregón irá para Misiones Madre Carmen, en América Latina. Sor Teresa quiso felicitar al pregonero juvenil de este año por su «precioso pregón».
UNA SEMANA SANTA PARA DISFRUTARLA
La pregonera no está nerviosa por el pregón «de momento» no solo porque al ser docente, está acostumbrada a hablar en público, «sino porque no tengo nada que ganar ni que perder, ni hacerlo mejor ni peor que nadie. Yo he disfrutado, a mi me gusta mi pregón, lo he disfrutado y espero comunicarlo con gozo para que la gente lo pase bien porque la Semana Santa de Marchena es para disfrutarla».
«Cuando la pena nos alcanza por un compañero perdido cuando el adiós es dolorido busca en la fe su esperanza» dice la marcha «La muerte no es el final» que ha elegido la pregonera, imbuída del espíritu militar que se vive en la Melilla natal de la pregonera. Además era la marcha favorita de su madre, que acaba de fallecer hace unos meses.
«Es marcha homenaje a caidos en guerra, yo vengo de Melilla y he querido dedicarle esa marcha a mi madre que murió hace unos meses y y o se quer esta asomada a los balcones del cielo y yo se que esa marcha a ella le dislocaba», explica.
VISITAS A LAS HERMANDADES CADA VIERNES
Desde su nombramiento el pasado octubre, sor Teresa ha ido visitando una a una todas las hermandades de Marchena cada viernes para conocerlas más en profundidad. «Alli me he enriquecido mucho con el trato directo con hermanos mayores, juventud cofrade, de lo que estaban viviendo en cada momento».
Así de esas hermandades se ha traido algunas cosas a su pregón «y yo también me traía lo que allí veia y escuchaba además me han regalado libros de historia de la hermandad y he leido y he estudiado. También he leido Marchena Secreta y he enriquecido mi vocabulario cofrade con palabras como seña, rector, etc».
Todo eso ha ido enriqueciendo el pregón de modo que cuando volvía de las visitas había algo que añadía. «Como este pregón no es mío, sino que está escrito a pie de Sagrario, cada vez que intentaba rectificar algo, lo intentaba en el ordenador y no podía. Así que lo que tenía que hacer era imprimir en el ordenador y me bajaba al sagrario de la iglesia y allí, quitaba, ponía, reorientaba. Osea ese pregón está escrito al calor del Sagrario. Osea no es mío, es del señor. Alli meditaba, escuchaba la palabra, pedía inspiración, le preguntaba qué es lo que él quería decirle al pueblo y que yo fuera como su conducto, para el que va a refrescar la mente y el corazón del que escuche el pregón es El, que es el que tiene poder «.
ANECDOTAS RECOGIDAS DEL PUEBLO
«En mi pregón hay rostros, hay anéctoas, hay procesiones, costumbres, hay de todo» explica . «Recoge toda la vida cofrade, hay un momento en que se describe la salida de una procesión, una levantá a pulso «aliviao», hay cosas tradicionales que hay que transmitir a nuevas generaciones. Hay mensajes, historias con nombres y apellidos que lo hacen vivo aunque no se les mencione. Hay personas que con esta virgen en esta o la otra procesión tuvo esta o aquella vivencia. Yo la he recogido y la he hecho mia, o sea que es un progón no bastracto sino con caras concretas».
El presentador será su sobrino «él no está acostumbrado a este tipo de cosas y lo hace por le inmenso cariño que tiene a su tía monja, y ya está. Es un muchacho excelente, que ha sido tan bueno que va a hacer una presentación tan poco al uso, como es el pregón, que quiero dejar claro desde la presentación que no vendo a la pregonera, que vendo el mensaje, y la pregonera va a pasar a segundo plano».
