Terminada la restauración de la obra cumbre del bordado del S. XX en el taller de Manuel Solano de Morón
José Antonio Suárez López
El restaurador Manuel Solano informa que ha concluido la restauración del manto de la Virgen del Socorro, uno de los mejores que pueden verse en Sevilla y que ha sido restaurado en Morón de la Frontera donde fue trasladado hace dos años. Se ha pasado a nuevo terciopelo y saldrá de nuevo a la calle el Domingo de Ramos de 2023.
«No sé si algún día volveremos a tener en nuestras manos una obra de tanta categoría, pero ha sido un placer, una gran responsabilidad y una satisfacción haber devuelto el esplendor a este maravilloso manto» explica el restaurador de Morón Manuel Solano.
El 2 de Febrero a las 21 horas la Hermandad del Amor estrena un documental con los testimonios del propio restaurador, Manuel Solano, del historiador del arte y miembro del Departamento de Estudios Históricos y Arqueológicos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), Gabriel Ferreras, y de nuestro hermano mayor, Juan Cruzado.
Todos los detalles que rodearon la génesis de este manto, hace 64 años lo hicieron, único, con la idea de conseguir la máxima calidad posible, de hecho costó 941.000 pesetas, aunque su coste hoy día es incalculable.
Se bordó en la casa hermandad del Amor, y no en un taller, de esta forma la propia hermandad consiguió un control total sobre la obra, su calidad y precio final. La propia hermandad compró la materia prima: 88 kilos de hilo de oro que hoy costaría unos 300.000 euros y el mejor terciopelo, traído de Lyon y además le pagó un sueldo semanal durante cuatro años de 1952 a 1957 al equipo de bordadoras capitaneado por Concepción Fernández del Toro, una de las manos más expertas y veteranas, que venía de varios talleres prestigiosos, que estaba a punto de jubilarse, sobre diseño de Joaquín Castilla.
El propio diseño salió de un concurso por el que se pagó cinco mil pesetas al mejor, que resultó ser el de Castilla, inspirado en las capas pluviales de la catedral de Sevilla quien también hizo el manto de l0s Evangelistas para la Virgen del Rocio o el de la Virgen de las Angustias de los Estudiantes.
La hermandad quería un bordado con mucho volumen, por lo que le pide al orfebre Seco Velasco, que haga un fragmento del diseño de Castilla en plata, para que sirviera de guía a las bordadoras, de forma que la pieza se considera una interpretación tridimensional del diseño. «La bordadora Concha Fernández del Toro se lleva a su terreno, es decir al bordado, lo que Seco Velasco había repujado. Para sacar ese relieve, lleva mucha preparación en fieltro y cartón para darle los relieves y las alturas, cartón, y hojilla» explica el restaurador de Morón Manuel Solano.
«Una de las condiciones de la hermandad es que no quería ni una lentejuela, sino que todo lo que brilla es hojilla, que es lo más caro del bordado. Iban buscando que fuera de lo mejor» indica Solano.
Después de 64 años, el bordado se conserva bien «pero el terciopelo, siendo magnifico, tejido a mano, que fue la hermandad a comprarlo a Lyon, a Francia, está tejido a mano y es de tejido de seda, pero ha tenido un resultado muy poco duradero, por lo que el pelo del terciopelo se ha perdido en un 50%» explica Solano. «Ya desde la década de los 90 se viene hablando que había que restaurar el manto» añade. «Los análisis realizados en el IAPH indican que es un terciopelo magnífico pero no ha sido funcional al estropearse demasiado pronto».
Hoy día el terciopelo es producido por muy escasas empresas en el mundo lo que lo convierte en el tejido más caro del mundo. Se trata, probablemente, del tejido más complejo y costoso de todos, tanto en su fabricación, la elección de materias primas y sobre todo en su acabado.
Manuel Solano explica que «nos ha costado muchísimo trabajo encontrar un terciopelo adecuado. Aunque parezca mentira hemos estado buscando terciopelo por cielo y tierra, Inglaterra, Francia, Italia, buscando calidad y funcionalidad, que tenga una tintada lo más parecido posible al original» indica Solano.
Sergio Cornejo, arquitecto y diseñador se ha encargado de digitalizar el dibujo del manto de forma exacta por encargo de la Hermandad.
El taller de Manuel Solano de Morón tiene 30 años de experiencia, tiene ocho trabajadores y gracias a este encargo de la hermandad del Amor, junto con la restauración de la Virgen de la Palma del Buen Fin, o la nueva túnica bordada del Nazareno de Morón, ampliará sus trabajadores.
Consiguió el premio Demófilo de Sevilla del año 2014 gracias a la saya de la Virgen de la Paz. Anteriormente había trabajado para el Carmen Doloroso, la túnica del Cristo de la Victoria de la Hermandad de la Paz, los faldones y estandarte de la Pastora de Cantillana, la saya de la Carretería hecha en 2016, la toca de Coronación de la Paz, la restauración del manto de Rodríguez Ojeda de la Virgen de la Mortaja que llevaba olvidado 40 años o la restauración de la saya de la Hiniesta.