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Tras los pasos del maestro Ibn Arabí por las campiñas sevillanas a través de sus libros

Como los franciscanos reaccionaron contra las riquezas de la iglesia, los fuqara (pobres), sufíes reaccionaron contra la corrupción del Islam. La relación entre el misticismo cristiano e islámico a inspirado muchos libros como el de Mardía Herrero «Cómo Santa Teresa Me Llevó al Sufismo» o «Lenguajes infinitos de San Juan de la Cruz e Ibn Arabí» de Luce López Baralt.

Desde el 883 el sufismo -la rama mística del islam- se extendió por Andalucía traída de Oriente a Córdoba por Ibn Masarra. Aún hoy se organiza en tariqas u órdenes, las más populares, la Shadhiliyya que aún hoy se extiende por el Magreb y Sudamérica.

Tanto Ibn Arabi como Shams de Marchena tuvieron como referente a Ibn Masarra, que hacia el 912-914, con unos treinta años, predicaba un sufismo gnóstico, mágico y mistérico en una ermita en la Sierra de Córdoba en compañía de sus discípulos. Tras ser acusado por los puristas, su obra fue quemada y sus alumnos perseguidos.

Hoy vive un renacimiento con tres lugares clave: Órgiva Arcos y Córdoba y tres maestros antiguos Shams de Marchena, Fátima de Córdoba e Ibn Arabi.

La Palestina Salma al Taji al Farouki regenta la casa andalusí de Córdoba, junto a la puerta de Almodóvar, a dónde vino procedente de su Palestina natal hace más de 20 años con el filósofo francés e investigador Roger Garaudy para difundir los valores de Al Andalus. Ella misma ha venido a Marchena buscando la tumba de Shams (Sol) Um Al Fuqara (Madre de los Pobres) que es la maestra y referente de Ibn Arabí, (1.165-1241).

En todos los países musulmanes Ibn Arabí es uno de los grandes maestros del sufismo, al igual que Rumí. Escribió más de 200 obras de filosofía, viajó desde Murcia hasta Damasco, Asia y la Meca e influenció en el misticismo católico a través de San Juan de la Cruz.  Estuvo en Marchena, Sevilla, Carmona, Morón y Lora del Río tal y como se explica en la ruta de Ibn Arabí.

En una de sus obras el Maestro Ibn Arabi nos dice  «entre los santos hay ciertos hombres y mujeres que se llaman implorantes, encontré uno de estos en Marchena de los olivares. Se llamaba Shams y era ya muy anciana. (…) Tenía el poder de expresar los pensamientos de los demás y una baraka inmensa y manifiesta».

La mezquita de Marchena ubicada bajo el templo de Santa María tuvo una madrassa, escuela coránica muy influenciada por el sufismo gracias a la presencia del maestro Abdul Majid enseñaba el Corán en torno a 1190. Pero fue Shams la maestra que influyó en el Gran Ibn Arabí «ella tomó posesión de mí y yo de ella porque cada uno posee su compañero que yo soy suyo es obvio, tenía un corazón fuerte una noble energía espiritual».

Abdul Majid Ben Shelmah predicador de la mezquita de Marchena a David dijo que era un hombre de piedad y mérito que siempre estaba al servicio de los estudiantes.

En el libro los sufíes de Andalucía (Editorial Sirio Málaga, 2007) se recogen notas biográficos extraídos de Ibn Arabi referente a 69 maestros sufis de los siglos XII y XIII en el entorno de Sevilla y Andalucía.

SUFISMO HOY

En Órgiva capital de La Alpujarra granadina florece ahora una comunidad sufi que se reúne en torno al café Baraka y el centro sufi de Orgiva. En el  Palacio sufí de Arcos o Tekia de Zahra, realizan sus cultos y meditaciones  miles de personas de varios países latinoamericanos.

Lo que les atrajo de Arcos fue el círculo mágico o circulo sufí ubicado en la puerta de la iglesia de Santa María, -antigua mezquita- 12 piedras con dovelas rojas y blancas con piezas de plomo señalando las constelaciones y una serie de notas musicales para interpretar melodías.

Para los sufíes la música es un instrumento para llegar al éxtasis y sus notas relacionan los sonidos y las escalas con las fuerzas cósmicas.  El ritual sufi andalusi tiene más de 1000 años y ha sido recuperado por músicos como los hermanos Luis y Eduardo Paniagua.