Entre las piezas más importantes que la Duquesa Guadalupe Láncaster donó antes de morir a los conventos de Marchena, destaca una pintura de Lucas Jordán, «La Sagrada familia» que aún se conserva en el convento marchenero de la Concepción junto a una serie de grabados de Durero.
No es la única joya del arte de Guadalupe Láncaster donada a dicho convento. También conserva una sortija de diamantes con la que se casaban las duquesas. A través de los virreyes de Nápoles y de Ribera, Jordán llegó a la corte del rey español. Esta relación dejó en Osuna obras de arte como el Calvario de Ribera, y en Marchena otro San Agustín posiblemente también de Ribera que se conserva en el templo homónimo de Marchena.
Un cuadro exactamente igual al que se conserva en el convento de la Concepción, de Lucas Jordán, fue subastado por Christies en Nueva York en enero de 2005.
Según el informe técnico realizado sobre la pieza para dicha subasta, que por su similitud con la pieza de Marchena, podría aplicarse también a la nuestra, el experto Oreste Ferrari atribuyó dicho oleo sobre cobre a Giordano y fecha la pintura hacia 1685, cuando el artista estaba ejecutando un Destino de la Virgen a gran escala para la iglesia de Santa María en Campitelli en Roma.
Ambas versiones se completaron antes del regreso de Giordano a Florencia, donde debía continuar la decoración del Palazzo Medici-Riccardi. Giordano nació en 1634 en Nápoles, donde se formó con su padre, el pintor Antonio Giordano.
A través del respaldo del virrey de Nápoles,-cargo que ocuparon los Duques de Osuna y Rodrigo Ponce de León, Duque de Arcos- el artista ingresó al estudio de José de Ribera.
Después de la muerte de Ribera en 1652, el joven Giordano se mudó a Roma, ayudando a Pietro da Cortona con importantes encargos. En 1674 había completado tres retablos para la iglesia de Santa Maria della Salute en Venecia, donde absorbió el rico colorido de Tiziano y Veronés.
De 1692 a 1702, Giordano fue pintor de la corte del rey Carlos II de España, decorando, entre otras obras importantes, los techos del Escorial, la Catedral de Toledo y el Buen Retiro de Madrid. Jordán o Giordano volvió rico a su Nápoles natal, dejando la enorme suma de 300,000 ducados a su hijo en 1705.
La composición actual es un buen ejemplo del lenguaje personal de Giordano, una confluencia de la acción caravaggesca, la iluminación barroca romana y el color veneciano.
El tema de»La Sagrada familia» también llamado «El destino de la Virgen» prefigura una escena posterior de la vida de la Virgen, la Inmaculada Concepción. La veneración de la Virgen en el siglo XVII fue un resultado directo de la Contrarreforma, y el tema de la Inmaculada Concepción, en particular, fue codificado en 1649 por el pintor y censor de arte español de la Inquisición, Francisco Pacheco.
En la composición íntima de Giordano, Ana y Joaquín sujetan a la joven Virgen, que sostiene sus manos en oración, mira a la Paloma del Espíritu Santo (una referencia a su papel en la Anunciación) y aplasta a una serpiente con su pie izquierdo (una referencia a su papel como la Segunda Eva, destinada a venir y vencer a Satanás en forma de serpiente).