Valentín González el médico pionero en escribir sobre terapias con imanes en 1772
José Antonio Suárez López
Valentín González Centeno nacido en Marchena miembro de la Real Sociedad de Medicina de Sevilla escribió en 1772 el tratado «Porqué la piedra imán es remedio para los dolores».
Una de las primeras obras sobre la aplicación de imanes con fines medicinales publicada en Sevilla en 1772 fue escrita por el marchenero Valentín Gonzalez Centeno que experimentó por sí mismo las virtudes medicinales de la piedra imán.
Valentín González Centeno Deshechaba la opinión de Vans Wieten que dice producir sus efectos medicinales atrayendo las partículas infinitesimales del hierro pero no habiendo tenido lugar en la reposición, quedaban como aisladas en el cuerpo.
También escribió otras obras desechando mitos sobre la menstruación, sobre enfermedades que pueden fingirse y sobre la leche materna, además creía que las enfermedades del alma o las que producen «la pasión de los ánimos» no podían curarse por medios físicos, sino «filosóficos».
Actualmente los efectos de la terapia del imán en el alivio del dolor más allá de la respuesta al placebo inespecífica no se han demostrado de manera adecuada. Una revisión sistemática de 2008 de la magnetoterapia para todas las indicaciones no encontró pruebas de alivio del dolor.
Desde que Faraday en 1832 publicó la primera imagen de las líneas de flujo alrededor de un magneto se ha descubierto que no solo los metales tienen propiedad magnética, también los compuestos orgánicos. El primer material orgánico no metálico con propiedades ferromagnéticas descubierto en 1991, fue la nitrofenil. Dentro de las células humanas se sabe que el biomagnetismo es un hecho que pueden ayudar a detectar encimas, proteínas, y virus y se pueden usar en el tratamiento de algunas enfermedades.
Actualmente las terapias alternativas de biomagnestismo piensan que los imanes ayudan a equilibrar el PH de la sangre humana contribuyendo a alcalinizar el organismo humano, lo que contribuiría, según ésta teoría a la desaparición de bacterias, parásitos, etc.
No obstante la ciencia estima actualmente que los imanes no tienen poder curativo sobre el cuerpo humano. Un informe estadounidense de la Fundación Nacional para la Ciencia señaló que la terapia del imán no tiene «nada científico».